El nombre de Derek Carr vuelve a sonar con fuerza en la NFL, pues apenas unos meses después de anunciar su retiro, el ex mariscal de campo de los New Orleans Saints dejó abierta la posibilidad de un regreso.
No fue un anuncio formal ni un guiño a algún equipo en particular, fue más bien una declaración calculada de mantenerse en forma, disponible y en el radar de la liga, pero sin comprometerse del todo.
Carr, a sus 34 años, parece jugar un partido silencioso, uno en el que la paciencia, la fe y el timing serán tan decisivos como lo fueron sus pases en el emparrillado, pues su decisión de retiro fue forzada.
La lesión que empujó a Carr al retiro
El retiro de Carr no fue un capricho, detrás hubo un diagnóstico que heló cualquier optimismo, pues un desgarro en el labrum y una degeneración avanzada en el manguito rotador de su brazo de lanzar.
Los médicos le hablaron con frialdad, la cirugía era una opción, pero no existía garantía de recuperar la fuerza y precisión que lo convirtieron en uno de los pasadores más consistentes de su generación.
El tiempo y la edad jugaron en su contra, un año entero de rehabilitación, con un futuro incierto, parecía un precio demasiado alto.
Por eso eligió alejarse en 2025, y sin embargo, su rutina diaria de entrenamiento sigue ahí, como un recordatorio de que la llama no se ha apagado y que podría buscar regresas más fuerte.
El retiro que también alivió a los Saints
Más allá del dolor físico, su adiós tuvo un trasfondo financiero, en 2023, Carr había firmado un contrato de 150 millones de dólares por cuatro temporadas. Retirarse en mayo de 2025 significó renunciar a 30 millones garantizados.
Ese sacrificio le dio aire al tope salarial de los Saints, un gesto que no pasó desapercibido en la oficina principal.
A cambio, la franquicia le permitió conservar un bono de 10 millones ya pagado. Un acuerdo de caballeros que dejó las puertas abiertas y, sobre todo, buena voluntad entre ambas partes, lo que abre una posibilidad.
| Equipo | Situación actual | Posible interés en Carr |
|---|---|---|
| Saints | Reconstrucción con Rattler/Shough | Bajo |
| Browns | Joe Flacco como parche | Bajo |
| Titans | Apuesta en el novato Cam Ward | Nulo |
| Colts | Competencia inestable | Bajo |
| Contendiente sin QB | Lesión inesperada | Alto |
El “nunca digas nunca” de Carr
Carr no se vende como un hombre desesperado por volver, incluso, su discurso tiene un aire casi filosófico.
“No diría nunca, porque he aprendido que cuando digo nunca, generalmente sucede.”
Él asegura que entrena todos los días como un estilo de vida, más que como un plan de regreso, pero en la NFL, esas palabras y esos hábitos siempre dejan un resquicio abierto.
Si vuelve, podrá decir que se preparó en silencio. Si no lo hace, quedará la imagen de un hombre que eligió su salud y su familia antes que la exigencia brutal del deporte.
El contrato congelado
En la NFL, un retiro no libera a un jugador de su contrato, y eso significa que Carr sigue siendo propiedad de los Saints. Para ponerse otra camiseta necesitaría ser canjeado o liberado.
New Orleans, inmerso en un proceso de reconstrucción, podría ver en él un activo valioso, un quarterback veterano con nombre propio que puede transformarse en selecciones de draft a cambio.
La historia ya conoce regresos así
Derek Carr no sería el primero en desafiar a la lógica, pues Brett Favre lo hizo y llevó a los Vikings a un Juego de Campeonato de la NFC. Randall Cunningham regresó tras un año fuera y brilló como nunca.
¿Carr podría volver en 2026?
Hablar de un regreso inmediato parece prematuro, el 2025 luce más como un año de recuperación y especulación que como una temporada de acción. Pero el 2026 ya aparece marcado como el posible punto de inflexión.
Si un contendiente pierde a su mariscal titular, Carr encajaría a la perfección, experiencia, temple y un contrato que ya no carga con millones garantizados, aun así se ve lejana la posibilidad.