Dak Prescott, quarterback de los Cowboys se mostró visiblemente afectado por la trágica muerte de Marshawn Kneeland, jugador del equipo de Dallas.
El jugador, que por cierto tiene una fundación sobre la prevención del suicidio, admitió que es un “día detonante” para todos los que conformar los Cowboys.
“Es un dolor que no le deseas a nadie”, aseguró el líder del equipo, que aunque tardó un día en asimilar la noticia, salió a dar su pésame.
Prescott afronta el golpe de la perdida de su compañero
El vestuario de los Dallas Cowboys está roto, pues la trágica noticia de la muerte de Marshawn Kneeland ha golpeado al equipo en un momento inesperado, durante su semana de descanso.
El líder y mariscal de campo del equipo, Dak Prescott, ha sido el encargado de poner voz al dolor de toda la organización.
En una entrevista con CBS News Texas, realizada durante un evento en su ciudad natal de Haughton, Louisiana, Prescott se mostró visiblemente afectado.
El quarterback luchó por mantener la compostura mientras procesaba una pérdida que va más allá del terreno de juego, pero no lo consiguió.
“Ha sido un día muy duro. Empezó temprano esta mañana al enterarnos de la noticia. Una pérdida trágica”, fueron las primeras palabras de Prescott.
Con la voz entrecortada, el jugador franquicia resumió el sentir generalizado: “Me duele. Tengo el corazón pesado, muy pesado hoy”.
“Un dolor que no le deseas a nadie”
La reacción de Dak Prescott no fue la de un compañero de equipo, sino la de un miembro de una familia que ha perdido a uno de los suyos, y donde su empatía se extendió más allá del jugador, abarcando a todos los afectados por el suceso.
“Me duele por Marshawn. Me duele por su familia. Me duele por su novia”, enumeró Prescott, haciendo evidente la conexión personal que existía.
“Me duele por cada uno de mis compañeros de equipo”, agregó.
“Este es un dolor que no le deseas a nadie”, sentenció.
“Desearías que ninguno de nosotros tuviera que pasar por esto. Desearías que Marshawn no hubiera tenido que pasar por lo que pasó”.
El mensaje de Prescott frente a sus compañeros
En uno de los momentos más sinceros de la entrevista, Dak Prescott admitió la dificultad de gestionar una situación así, incluso siendo el líder del equipo.
Reconoció que, ante la tragedia, no siempre se tienen las respuestas adecuadas.
“Está bien sentir lo que sea que estés sintiendo”, dijo, en un mensaje dirigido tanto a sus compañeros como a sí mismo.
“Te diré, antes que nada, que no siempre tengo las respuestas. Hoy no es un día en el que sienta que tengo respuestas”.
Prescott fue más allá, calificando la jornada como especialmente difícil a nivel personal.
“Es un día detonante (triggering) por muchas razones”, confesó, sin entrar en detalles pero dejando entrever el peso emocional que cargaba.
“Es difícil equilibrar mis emociones. No es un día en el que tenga palabras, más allá de ‘te quiero’ para los amigos y la familia y la gente que pueda estar sufriendo”.
La unión de los Cowboys en la distancia
Pese a que la noticia llegó durante la semana de descanso, con los jugadores dispersos por el país, la tecnología permitió al equipo comenzar el duelo de manera conjunta.
Dak Prescott confirmó que la organización reaccionó con rapidez para conectar a los jugadores en medio del shock inicial.
“Obviamente, tuvimos una llamada de Zoom”, explicó el quarterback. Este primer contacto virtual sirvió como un espacio seguro para compartir el dolor y apoyarse mutuamente.
“Las pocas personas que hablaron hicieron un trabajo increíble”.
Para Prescott, el suceso refuerza una lección vital que quiso compartir, sobre valorar cada momento.
“Simplemente estoy agradecido por cada momento que tenemos en esta vida y no lo doy por sentado”, reflexionó.
