Donald Trump hizo historia en febrero al ser el primer presidente en funciones en hacer una aparición pública en el Super Bowl. El político y empresario estadounidense fue invitado al Caesars Superdome por Gayle Benson, la dueña de los New Orleans Saints, para ver el juego donde los Philadelphia Eagles dominaron a los Kansas City Chiefs.
El suceso fue histórico, pero también fue demasiado caro. Front Office Sports reveló que el Servicio Secreto gastó por lo menos 120 mil dólares para que Trump pudiera asistir al juego en New Orleans. El presidente de los Estados Unidos de Norteamérica abandonó el inmueble antes de que los Eagles pudieran recibir el trofeo Vince Lombardi.
El medio estadounidense hizo uso de la Ley por la Libertad de la Información (FOIA, por sus siglas en inglés) y el Servicio Secreto le entregó los registros de gastos por alojamiento. Sin embargo, no agregaron los costos de salarios, comidas y viajes. De acuerdo con los documentos oficiales, la agencia federal gastó 65,400.74 dólares en hospedaje. Los tres hoteles más caros fueron en el Margarita Ville.
De acuerdo con el reporte, el grupo protegido por el Servicio Secreto consistió de siete personas. Los miembros del entorno del presidente fueron su hijo Eric con su esposa, su hija Ivanka y uno de sus nietos. Entre los miembros de su gabinete estaban Michael Waltz, el entonces de Consejero de Seguridad Nacional y la Jefa de Gabinete Susie Wiles.
Así fue el 9 de febrero para Donald Trump
Trump realizó muchas actividades durante el día del Super Bowl LIX. El presidente de los Estados Unidos inició su domingo con una partida de golf en Florida con Tiger Woods.
Horas después, mientras volaba en el avión presidencial, el mandatario estadounidense proclamó el 9 de febrero como el “Día del Golfo de América”. Trump firmó la orden ejecutiva 14172 para que la zona marítima que está limitada por los estados de Texas, Louisiana, Mississippi, Alabama y Florida deje de llamarse el Golfo de México.
Su estancia en el Caesars Superdome fue corta, ya que solo pasó cerca de cinco horas en la ciudad de New Orleans, ciudad gobernada por la alcaldesa demócrata LaToya Cantrell.
La presencia de Donald Trump en eventos deportivos
Trump es aficionado a los deportes y sus constantes apariciones públicas son una muestra de ello. Recientemente, el presidente de los Estados Unidos viajó a New York para para conmemorar el 9//11 durante un juego de las Grandes Ligas entre los Yankees y los Tigers.
Además, ha sido visto con frecuencia en eventos de la UFC, en las ediciones 314 y 316. El primero se realizó en el Kaseya Center de Miami el 12 de abril de este año y tuvo como evento estelar la pelea entre Alexander Volkanovski y Diego Lopes. El segundo evento tuvo lugar en el Prudential Center de Newark, New Jersey, con el evento estelar de Merab Dvalishvilli contra Sean O’Malley.
También estuvo en la final del Mundial de Clubes de la FIFA en el MetLife Stadium. El presidente de los Estados Unidos vio desde un palco el duelo entre el Chelsea de la Premier League y el Paris Saint-Germain de la Ligue 1. El empresario convertido en político se quedó una medalla y festejó junto al conjunto inglés mientras alzaban el trofeo.
La cuestión está en que el presidente de los Estados Unidos aún tiene una larga lista de eventos deportivos a los que asistir. La Copa del Mundo de la FIFA de 2026 será jugada en México, USA y Canadá; la final será en suelo estadounidense. Dos años después, la ciudad de Los Ángeles será la sede de los Juegos Olímpicos. Solo queda ver cuán grande será el esfuerzo económico en esos eventos.