La llegada de James Rodríguez al México con Club León, fue uno de los movimientos que sacudieron al futbol mexicano, pues el colombiano llegó en enero de 2025 con la responsabilidad de reforzar al equipo Esmeralda de cara al Mundial de Clubes 2025, incluso rechazando ofertas de su mismo país.
James, con pasado en gigantes europeos como Real Madrid y Bayern Múnich, aterrizó en Guanajuato con la etiqueta de “fichaje bomba”, pues es uno de los futbolistas más destacados de la última década, y con la misión de liderar un proyecto que buscaba dar un salto internacional.
Nueve meses después, su paso deja un sabor agridulce, pues es discreto dentro de la cancha, brillante fuera de ella y todavía bajo la lupa cuando se trata de su adaptación táctica al futbol mexicano. Desde que se conoció que no jugaría el Mundial de Clubes 2025, el nivel no fue el mismo.
Un fichaje que prometía revolución
Desde el día de su presentación, con la camiseta número 10 en la espalda, la expectativa fue enorme, pues la directiva de León lo presentó como su carta fuerte rumbo al Mundial de Clubes 2025.
James en el Clausura 2025: un inicio con liderazgo, pero con altibajos
Su primera prueba fue el Torneo Clausura 2025. James jugó 16 partidos de fase regular y uno de liguilla, con 2 goles y 6 asistencias, dejó destellos de calidad y hasta portó el gafete de capitán en 14 ocasiones.
No obstante, su torneo cerró de forma amarga con una expulsión en la jornada 17 frente a Rayados, y ya con el aviso de que no estaría en el Mundial de Clubes de 2025.
El balance fue aceptable, aunque no espectacular. Su jerarquía en el vestidor se hizo notar, pero su rendimiento en la cancha no alcanzó para cumplir las expectativas que se habían sembrado.
James en el Apertura 2025: minutos controlados y críticas crecientes
El presente torneo ha sido más complicado, pues James apenas acumula 6 partidos y 353 minutos jugados, con un promedio de 61 por encuentro. Su registro ofensivo se limita a un gol de penal y ninguna asistencia.
El cuerpo técnico ha defendido esta dosificación de minutos como parte de un plan médico para protegerlo de lesiones, sin embargo, para la afición y la prensa, la sensación es que su aporte está por debajo de lo esperado.
Si bien las cifras duras no lo respaldan, las métricas avanzadas cuentan otra historia. James sigue siendo un generador de juego, aunque no siempre se traduzca en goles o asistencias.
Categoría | Total |
---|---|
Tiros totales | 6 |
Tiros a puerta | 4 |
Precisión de disparo | 67 % |
Pases completados | 182/225 |
Precisión de pase | 80.9 % |
Oportunidades creadas | 6 |
Regates exitosos | 3/6 |
Faltas recibidas | 10 |
Duelos ganados | 19/34 |
% de duelos ganados | 55.9 % |
León vs. Colombia: dos versiones de James
El contraste se nota más cuando se compara su rendimiento con la Selección Colombia, pues bajo la dirección de Néstor Lorenzo, James Rodríguez es figura, capitán y pieza central en la creación de juego.
En León, en cambio, se le ve intermitente, pues mientras en su selección se construye el esquema a su alrededor, en México enfrenta un sistema más rígido y conservador que limita su influencia, siendo muchas veces carente de participación con balón, que es donde más destaca Rodríguez.
Entre la crítica y la defensa
Derivado a su poco protagonismo en el actual torneo, la prensa mexicana no ha tenido piedad, varios medios lo señalan como “un fichaje desperdiciado”, en contraste, en Colombia abundan voces que aseguran que el problema no es James, sino el entorno táctico.
Curiosamente, en plataformas de análisis como SofaScore, su calificación promedio ronda el 7.5, por encima de muchos compañeros, lo que alimenta el debate entre lo que dicen los números y lo que perciben los aficionados.
Lo que es un hecho, es que el James Rodríguez vive sus últimos meses en México, pues es un hecho que ya no continuará con León para el siguiente año futbolístico.