El escenario actual de Allan Saint-Maximin, atacante del Club América, y la posibilidad de ir al Mundial 2026 con Haití, se ha hecho una ‘burbuja mediática’ en las últimas horas, pero lejos de colgarse del logró, el francés fue prudente al reconocer el logro.
En exclusiva, Sexto Anillo pudo conocer que la Selección de Haití considera seriamente invitar a Saint-Maximin de cara al Mundial 2026, a principios el siguiente año, pues aunque no fue parte del proceso, sería un refuerzo de jerarquía para competir, y que ya conoce el futbol de la zona. El elemento si tiene raíces haitianas.
El jugador que recientemente llegó a Liga MX a mediados de 2025, se ha visto envuelto en una ola de rumores. Diversos medios internacionales apuntaban a que sería la incorporación estrella de la Selección de Haití.
No obstante, el jugador ha decidido romper el silencio y aclarar que no vestirá la camiseta de Les Grenadiers en la justa mundialista, y contrario a eso, reconoció el logro del país.
¿Saint-Maximin podría jugar con Haití?
El vínculo entre Saint-Maximin y la región del Caribe es real. El jugador nació en Francia, pero posee ascendencia de Guadalupe y la Guayana Francesa. Además, investigaciones de medios británicos como The Sun revelaron que uno de sus abuelos le otorgaba raíces haitianas directas.
Esta conexión sanguínea abrió una ventana de oportunidad reglamentaria, pues Saint-Maximin nunca ha disputado un partido oficial con la selección mayor de Francia.
Según los estatutos de elegibilidad de la FIFA, el delantero estaba plenamente facultado para solicitar el cambio de federación.
Ni siquiera hubiera sido necesario un trámite complejo como el “One Time Switch” ante el máximo organismo del futbol. Dado que no existían bloqueos previos por participaciones oficiales.
¿Por qué Allan Saint-Maximin era el candidato ideal?
Futbolísticamente, la incorporación de un jugador de su jerarquía habría cambiado el estatus de Haití en el torneo, pues su capacidad de desborde y experiencia en la élite europea y mexicana representaban un salto de calidad inmediato.
Sin embargo, la realidad administrativa y deportiva no siempre coincide con los deseos personales del atleta, por lo que la última palabra la tendría el extremo francés.
El jugador ha dejado claro que su conexión cultural con el Caribe, aunque existente, no se traducirá en una representación deportiva con el equipo vecino de la República Dominicana.
La postura oficial de Maximin: Respeto al mérito deportivo
Su mensaje fue contundente, pero cargado de clase y respeto deportivo, pues Saint-Maximin no solo negó los contactos para jugar, sino que puso en valor el esfuerzo de los actuales integrantes del plantel haitiano.
“Quisiera felicitar al pueblo haitiano y a la selección nacional por esta histórica clasificación. Este es un momento importante y estoy sinceramente feliz por Haití”, publicó el jugador.
Además, fue enfático al desmentir cualquier proyecto en marcha: “Veo que algunas personas han establecido contactos, probablemente porque soy de Guadalupe y la Guayana Francesa. Pero, para que quede claro, no hay planes ni proyectos relacionados con la selección nacional de Haití”, sentenció.
¿Por qué el mensaje de Saint-Maximin?
El punto más destacado de su comunicado fue el reconocimiento al grupo que logró la hazaña en el campo:“Mi más sentido respeto a los jugadores haitianos que se ganaron su lugar en este Mundial.
Lucharon duro por esta clasificación, y es importante no asociarlos con rumores”.
Con estas palabras, Saint-Maximin, aunque diversos medios lo ven como negación, la realidad es que es un reconocimiento y da a conocer su plan actual, será a principios de 2026 cuando oficialmente se dé a conocer el proyecto del atacante.
Haití en el Mundial 2026: Un regreso histórico para Saint-Maximin
El equipo caribeño consiguió su boleto directo tras una eliminatoria ‘de locos’, dejando en el camino a potencias regionales como Honduras y Costa Rica.
Este logro marca el regreso de los haitianos a una Copa del Mundo por primera vez desde Alemania 1974. En aquella ocasión, su participación fue testimonial, pero dejó una huella imborrable en la historia del futbol caribeño.