Carlos Alcaraz comenzó su andadura en el US Open como ha venido haciendo en los 18 anteriores Grand Slams en su primer partido: ganando. El tenista español no sabe lo que es perder en su debut de un torneo grande en lo que va de trayectoria. En 2 horas y cinco minutos logró despachar con facilidad al gigante Opelka ganando por 6-4, 7-5 y 6-4.
Estrenando nuevo look al estilo marine y rapado totalmente al cero, Carlos Alcaraz cerraba el día en la Arthur Ashe Stadium, con capacidad para casi 24.000 espectadores. Y lo hacía nada más y nada menos que ante un rival realmente peligroso. Opelka, con 211 centímetros de estatura, no era un contendiente cualquiera en primera ronda. Pese a haber superado un tumor de cadera y una cirugía de muñeca, el estadounidense jugaba en casa y ante su público. Las condiciones no eran las idóneas para debutar en el último Grand Slam de la temporada.
Pero el número 2 del mundo, con ese nuevo peinado y una camiseta sin mangas color granate, se presentaba al encuentro con la misma seriedad que le caracteriza últimamente. El objetivo era claro. Mover esos más de dos metros de estatura de Opelka para cansarle y que en el servicio (su gran arma) no estuviera del todo cómodo.
El servicio de Opelka, la clave
Otra de las grandes claves, estaba en el servicio de Opelka. El estadounidense comenzaba el encuentro lanzando bombas como de costumbre. Pero Alcaraz debía meter el mayor número de restos en la pista. Y así fue. Con el 2-2 en el marcador y todavía sin rupturas en el servicio, el tenista de El Palmar encontró su oportunidad para hacer el primer break, que a la postre serviría para poner el 6-4 en el marcador. También ayudaron, y mucho, los 15 errores no forzados del gigantón americano.
La segunda manga se puso más complicada de lo normal y de lo esperado. Opelka aprendió la lección del primer set y se colocaba algo más atrás para poder responder los restos de su rival. De hecho, el marcador avanzaba 1-1,2-2,3-3,4-4, pero en el 5-5 Carlitos vio una nueva oportunidad para romperle el servicio en segunda ocasión y poner pocos minutos después del 7-5 en el luminoso.
Un Alcaraz a la espera del error
Con 2-0 en el marcador, era cuestión de tiempo que Alcaraz se acabara llevando el gato al agua y cerrara el encuentro. Agazapado en su guarida, el español esperaba con calma el momento en el que Opelka mostrara un mínimo de debilidad. Y así fue. En el 4-4, el número 2, que si no ocurre nada extraño, será el 1º al acabar el US Open, volvió a romper el servicio de Opelka para volver a poner el 6-4 final. Doble 6-4 y 7-5 para avanzar a la segunda ronda del último Grand Slam de la temporada.
Alcaraz se enfrentará en segunda ronda al italiano Mattia Bellucci, que venció al chino Shang en primera ronda, después de que éste se retirara con 2-1 en el marcador. El español se verá las caras con el número 65 del mundo en un partido donde tiene todas las papeletas para ganar. Pero el factor psicológico jugará un papel fundamental en el encuentro ya que hace exactamente un año cayó en segunda ronda, contra todo pronóstico ante Botic van De Zandschulp.
Esta tesitura le hace tener grandes papeletas para ser el número 1 del mundo ya que todo lo que sea superar la segunda ronda significará ganar puntos. “Estoy tratando de no pensar en ranking, en el puesto de número uno. Solo en tratar de llegar lo más lejos posible en este torneo, jugar mi mejor tenis y ver qué pasa al final. Quien juegue mejor, tendrá el primer puesto”, dijo Alcaraz tras su primera victoria en el US Open.