El Real Madrid cosechó su primer empate de la temporada viviendo su segundo partido consecutivo sin ver puerta. Lo que parecía un problema puntual en el duelo de Anfield ha pasado a ser una realidad que genera preocupación ya que el conjunto blanco venía con una gran dinámica goleadora que parece haberse frenado. Se está generando poco en ataque en los últimos duelos y la conexión con el centro del campo parece haberse esfumado.
Todo empezó en Anfield
El pasado martes en Champions League el Real Madrid cosechó su primera derrota del curso en la competición europea y lo hizo con un dato inédito hasta ese momento como es haber dejado la portería a cero. Hasta ese momento, incluyendo la única derrota de la temporada goleaos ante el Atlético de Madrid, el conjunto blanco había visto puerta en buena medida gracias a un fulgurante inicio de curso de Kylian Mbappé demostrando estar al mejor nivel desde su llegada al Bernabéu.
El Liverpool pudo golear al conjunto blanco de no ser por un santo llamada Thibaut Courtois, pero en el área contraria hubo poco movimiento. El equipo de Arne Slot lo logró con una fórmula que él mismo explicó en la rueda de prensa posterior y que anuló las ideas en ataque de los de Xabi Alonso que tuvieron muchos problemas para generar.
“Hoy les dije a los jugadores que quería que no presionaran demasiado alto porque con Vinicius y Mbappé la delantera tiene un nivel extra. Les dije que no podíamos dejarles espacios detrás. Eso lo hicimos muy bien esta noche. Y así no tuvimos que correr más hoy y no nos metimos en problemas”, apuntaba Slot.
Primera vez que sucede en Liga
Lo que podía haber quedado en un mal partido, volvió a suceder, y por primera vez, el Liga este domingo ante el Rayo Vallecano. El equipo blanco generó poco en ataque, pero las ocasiones que tuvo las desbarató todas Batalla. El guardameta estuvo sobresaliente durante todo el partido mostrando grandes reflejo ante los disparos lejanos de Güler y Valverde y en un remate a bocajarro de Vinicius. Segundo partido consecutivo sin ver puerta lo que genera dudas en esta llegada al tercer parón del curso. El potencial ofensivo mantenía a flote al Real Madrid en momentos de flaqueza, pero si ahora falta eso… ¿qué queda?
Mbappé en sequía
El mayor reflejo de este momento de sequía es Kylian Mbappé que estaba en modo killer desde que comenzó el curso y ahora ve su chispa apagada. En Vallecas tocó solo 27 balones en 90 minutos. Llevaba 13 tantos en 12 jornadas y ahora parece haberse apagado. La Mbappédependencia que se palpalaba en un equipo donde más de la mitad de sus goles eran obra del francés queda ahora en evidencia. Dos partidos que no ve puerta, y dos pinchazos del conjunto blanco. Si él no aparece da la sensación de que no hay nadie más que salga al rescate.
No toda la carga puede caer sobre el francés en un problema que clara mente es colectivo ya que ante el Rayo apenas realizó el conjunto blanco cinco tiros a puerta. Sin goles no hay paraíso y el Real Madrid llega al parón con más dudas que certezas incluido en algo que parecía ser su único punto estable y fiable.