Rafa Nadal fue el verdugo de todos y cada uno de sus rivales a los que se enfrentó en Roland Garros durante dos décadas. El tenista español, que ganó 14 veces en París, hizo de la Philippe Chatrier su propio jardín a costa de todos sus rivales, que veían imposible vencerle en la tierra batida parisina. Uno de ellos fue Dominc Thiem, ex número 3 del mundo, ganador del US Open en 2020 y finalista en la capital francesa en 2018 y 2019.
El austriaco ganó en 2020 su primer y único Grand Slam: el US Open de Estados Unidos, aunque no pudo celebrarlo como le habría gustado por el COVID-19: “En un año normal, al día siguiente de ganar te recogen a las seis de la mañana para ir a los programas más importantes de televisión. Yo lo hice todo por Zoom, en un aeropuerto vacío y regresando a casa en pleno confinamiento. Fue muy diferente a lo que esperaba. No pude disfrutarlo como otros campeones”.
Por otro lado, manda un serio aviso a los jóvenes tenistas que quieren dedicarse a este deporte en el futuro como sus grandes ídolos. Preguntado sobre si el tenis es para ricos, el austriaco lo tiene claro: “Sí, porque la formación es muy cara. Desde los 13 hasta los 18 años, o hasta el punto en el que el chico o la chica empieza a ganar dinero, hay que pagar casi un millón en total, que es una cantidad increíble de dinero y que prácticamente nadie puede permitirse”.
La tortura de enfrentarse a Nadal en París
“Si eres rival de Rafa en la final de París, no te lo pone fácil. El presentador empieza a presentar sus títulos: 2005, 2006, 2007… y el público enloquece. Tú estás allí escuchando y ya sientes que has perdido el partido. Es una de las peores experiencias que he tenido en mi carrera. Si dominaba no había forma de volver”, reconoce el ex tenista austriaco en una entrevista en el pódcast Business of Sport sobre su experiencia de enfrentarse a Rafa Nadal.
Dominic Thiem explica lo que supone enfrentarse a Rafa Nadal en su pista favorita, donde llegó a ganar en 14 ocasiones durante su exitosa carrera deportiva: “En 2018 sabía que no estaba al cien por cien físicamente y él tenía ya diez títulos. Ese día entendí que no era mi momento. Al año siguiente, lo vi como un 50-50, estaba convencido de que podía ganar. Jugué muy bien, pero él elevó el nivel de forma impresionante. Fue increíble”.
La retirada
Pero si de algo no está preparado casi ningún deportista es a la retirada. Después de muchos años compitiendo al más alto nivel, llega la retirada y un vacío enorme al que se tienen que enfrentar de repente. Dominic Thiem habla de los consejos que recibió: “Lo que más me repetían era: ‘mantente ocupado’. Ese fue el consejo número uno. Y fue exactamente lo que hice. Mi último partido fue un martes, y el miércoles ya tenía un plan distinto al tenis. Si pasas cuatro, cinco o seis meses sin hacer nada, los días se hacen larguísimos y te hundes. Si no tienes un objetivo dentro de ti, es realmente duro”.
“Por eso empecé a fijarme metas fuera de la pista, algo que nunca había hecho. Hasta entonces todo giraba alrededor del tenis. Fue crucial haberme puesto enseguida a trabajar en proyectos nuevos. Descubrí que también puedes plantearte objetivos en otros campos, y eso me ayudó a no caer en el bajón después de la retirada”, zanja el ex tenista austriaco en esta entrevista donde reconoce todos sus miedos e inseguridades del presente, pero también del pasado como lo fue enfrentarse a Rafa Nadal en Roland Garros.