Ya lo dijo Fernando Alonso este sábado antes de la carrera en zona mixta ante los periodistas: “Alguno se lo toma a broma, pero es verdad cuando digo que habrá circuitos donde somos los últimos; pero hay otros que nos vienen bien. Y cuando nos vienen bien estamos para ser 9º o 10º”. Y este fin de semana en Singapur era uno de esas citas en los que Aston Martin y el piloto español podía sacar petróleo de ello. Pero ni con esas pudo arañar más que un séptimo puesto. Lo mejor que podría haber ocurrido, ocurrió. Pero también sufrió una de las paradas más lentas del año (nueve segundos) que le hizo tirar a la basura su gran trabajo en 29 vueltas.
Porque Fernando Alonso salía por detrás de todos los favoritos. Detrás de los Mercedes, de los McLaren, los Ferrari y los Red Bull. Un objetivo realista era entrar en los puntos el domingo. Y lo consiguió. Lo consiguió demostrando que es el mejor piloto de la parrilla con uno de los coches más lentos del campeonato. De hecho fue nombrado el Piloto del Día. Y con un merecimiento de aquí a la luna. Porque el bicampeón del mundo se sobrepuso a todos y cada uno de los problemas que se le vinieron encima en la carrera.
Primero, y más importante, la de lidiar con un monoplaza que da para lo que da. Es decir, para estar ahí al tanto cuando alguno de los favoritos falle (que no son pocos). Muy lejos de Verstappen, Norris, Piastri y compañía, Fernando Alonso le tocaba partirse el cobra con la mitad de tabla. Y mantuvo una batalla encarnizada con Isack Hadjar. El joven piloto franco-argelino sufrió en sus propias carnes lo que es luchar de tú a tú con uno de los mejores pilotos de la historia de la Fórmula 1.
Fernando Alonso se merece otro Mundial
Porque el español era octavo en Singapur después de 28 vueltas. Una gestión magnífica de los neumáticos para estar ahí, esperando por si alguno de los arriba fallaba. Pero ya le tocaba parar en boxes para cambiar los neumáticos. Y le tocó sufrir el error de un mecánico que no pudo poner la rueda en el tiempo mínimo. Al revés, lo hizo en un récord de máximos. Nueve segundos de parada que le metían de nuevo en tráfico y fuera de los puntos.
Pero ya sabemos que el piloto de Aston Martin, con un coche semi decente, va a sacar la magia de su chistera. Y eso hizo. Aunque la realización tomara la decisión de no sacar ninguno de sus adelantamientos a Hadjar y Bearman, Fernando Alonso mostró nuevamente su mejor versión sobre una pista de Fórmula 1.
Seis carreras para el fin de la tortura
Gran Premio de Estados Unidos, Gran Premio de México, Gran Premio de Brasil, Gran Premio de Las Vegas, Gran Premio de Qatar y Gran Premio de Abu Dhabi. Esas son las seis citas que quedan para que acabe el Mundial, para que acabe esta tortura interminable que está viviendo Fernando Alonso esta temporada. Porque está demostrando estar a uno de los niveles más altos que se le recuerdan, pero el monoplaza no acompaña. El AMR25 no está a la altura del bicampeón del mundo. La escudería británica en sí no está al nivel de su piloto estrella.
“La carrera ha sido difícil, como esperábamos, y como todos los pequeños puntos que vamos cogiendo este año hay que sufrirlos, hay que lucharlos, hay que pelearlos, hay que meterse en el barro por ellos e intentar pescar lo que se pueda”, dijo Fernando Alonso tras acabar la carrera.