Carlos Alcaraz hizo saltar todas las alarmas este jueves en su primer partido en el ATP 500 de Tokio. En el quinto juego del primer set, el español sufrió una torcedura de tobillo tras una dejada de Sebastian Baez y todo parecía que iba a verse obligado a retirarse. Pero el número 1 del mundo sacó su garra y orgullo para mantenerse en pista y vencer en su debut en la capital nipona. Un día después, ha tomado la decisión de no entrenarse a la espera de conocer si podrá jugar su segundo compromiso este sábado ante Zizou Bergs.
“Siento que ha sido mala suerte. Me estaba sintiendo bien y fui a correr a por una dejada que me hice en el quinto juego, cuando todo ocurrió. Diría que lo que me ha salvado es que iba corriendo hacia adelante. Gracias a eso, la torcedura no ha sido grande. Me preocupé porque los primeros minutos no me sentía nada bien del tobillo”, comentó Carlos Alcaraz en rueda de prensa tras ganar a Sebastian Baez en dos sets.
Pese a encontrarse mejor en pista y poder acabar el encuentro, Alcaraz y su equipo liderado por Juan Carlos Ferrero y Samu López han tomado la decisión de no entrenar este viernes a un día de su segundo partido en Tokio ante Zizou Bergs.
Alcaraz se la juega ante un gran Bergs
Ni Carlos Alcaraz ni su equipo consideran necesario forzar la máquina si hay alguna molestia física. Con el número uno del mundo prácticamente en el bolsillo, arriesgar no entra en los planes del murciano. Además, tiene por delante un calendario muy atractivo, y unas ATP Finals que este año le hacen especial ilusión.
Mientras tanto, su próximo oponente, Zizou Bergs, ya le espera en la siguiente ronda de este ATP 500 de Tokio. El tenista belga dio una auténtica lección de carácter frente al chileno Alejandro Tabilo. Tras un arranque muy complicado, cediendo el primer set por 6-1 y con apenas un 17 % de efectividad con su segundo saque, supo resetear mentalmente y lanzarse a por la remontada. Desde ese momento, se metió de lleno en un duelo durísimo, que logró sacar adelante imponiéndose en los dos sets siguientes mediante sendos ‘tie breaks’. Una victoria que demuestra su fortaleza competitiva.
Duda hasta última hora
Pero Carlitos Alcaraz reconoció sentirse bien en pista, lo que le permitió poder acabar el partido y poder ganarlo al 41 del mundo. Pero la realidad es que el español sentía algo raro en su tobillo tras una inesperada torcedura en el primer set: “Después de un rato, comencé a sentirme mejor. El hecho de poder ir andando hacia el banquillo fue un alivio. Ahora mismo me siento igual, lo que diría que está genial, porque me siento de la misma manera que al final del partido, una vez que se ha enfriado la zona. Eso es una buena señal”.
Por último, Alcaraz reconoció en rueda de prensa que no va a tener problemas en renunciar a la cita si cree que no está en óptimas condiciones para salir a pista este sábado ante el belga Bergs: “Este día y medio será clave para poder recuperarme. Haré todo lo posible para estar en buenas condiciones y estar listo para jugar”.
Y es que Alcaraz tiene en el horizonte varios torneos que le motivan más que nunca: las ATP Finals de Turín (también conocida como Copa de Maestros antiguamente) y la Copa Davis con su país, con España. Por ello, el actual número 1 del mundo no va a poner en peligro su condición física ante los importantes retos que le vienen en este último tramo de la temporada.