Trabajada victoria (6-4, 3-6 y 6-1) de Andy Murray ante su compatriota Kyle Edmund. El número dos del mundo ha encontrado serias dificultades para imponer su juego debido al poco ritmo que permitía el inglés, sublime con su servicio y su potente derecha.
«Entreno con Kyle, sé lo bueno que es. Lo está haciendo muy bien, mejorando cada año y tiene a un buen equipo detrás. Hay que darle tiempo y espacio para avanzar a su propio ritmo y no ejercer demasiada presión sobre él. Puede llegar muy lejos, es el futuro de tenis en este país», aseguraba Murray.
Al escocés le resta un encuentro antes de meterse de nuevo en la final, donde cuenta sus participaciones por títulos. Será ante el croata Marin Cilic.
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