Entrevistas Hockey

Las Red Sticks de oro, recuerdo muy presente en el Olimpo del hockey (III/III)

Poco después del 30 aniversario del oro logrado por la Selección española de hockey en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, Mercedes Coghen repasa cómo ella y sus compañeras superaron todas las expectativas e hicieron historia

Parte III

Considerando vuestros rivales, casi uno por continente y todos ellos con mucha tradición de hockey, sumado al hecho de estar jugando en casa, ¿se puede decir que fue el torneo soñado? Parece que salió todo redondo.

Se puede decir que sí. En la preparación previa, gracias a muchos esfuerzos pudimos enfrentarnos a casi todos los rivales de gran nivel y ganamos al menos una vez a todos.

Salimos muy nerviosas contra Alemania en el primer partido, después de tanto tiempo esperándolo. Pudimos empatar por puro corazón y pensamos que, si jugando mal contra un equipo tan potente sacamos un 2-2, podríamos luchar por todo si poníamos la capacidad y la actitud para reaccionar, algo que después tuvimos con creces contra Canadá. Después, ante Australia, nuestra portera paró lo que no tiene nombre. Ya en semifinales, Corea puso muchísimas dificultades, pero llegamos muy finas a la prórroga y eso fue decisivo. Ahí nos vino genial habernos “matado” en Cuba durante la preparación y haber hecho entrenamientos muy eficaces, como los que tuvimos con la Selección masculina sub-21. Por último, en la final, no sé por qué, pero creo que todas sabíamos que iba a salir bien. No fue nada fácil, al contrario, pero llegamos con muchísima confianza después de todo lo que veníamos de superar.

Un equipo, una familia

¿Cuáles crees que fueron las claves dentro del equipo para lograr este éxito?

Fuera del campo, vivimos mucho tiempo juntas y siempre surgen roces lógicos a raíz de la convivencia y del trabajo duro que llevamos a cabo. Discutí mucho con nuestro entrenador. No obstante, toda la energía de cuando nos pegábamos al enfrentarse nuestros equipos, por así decirlo, la conseguimos trasladar hacia un objetivo común. La labor del staff fue importantísima en ese sentido. Más allá de que a veces pudiéramos no estar de acuerdo, consiguieron llevarnos por un camino que todas creímos que era el idóneo.

Dentro del campo, tuvimos muchas capitanas que en realidad lo eran en todo momento. Bastantes eran líderes en sus equipos. Se notaba durante los partidos que cuando alguna fallaba otra quería tirar para adelante. Teníamos un equipo con mucho carácter, muy compensado a nivel de mentalidad y en cuanto a perfiles de jugadoras.

La importancia de Barcelona 92

Visto con perspectiva, ¿qué significó Barcelona 92?

Yo, que he podido vivir momentos muy diferentes que constituyen los procesos olímpicos, te puedo decir que con esos Juegos conseguimos colocarnos en el mapa mundial del deporte como país. Por muy tópico que pueda sonar, no es menos cierto que fue el antes y después del deporte español. Lo fue por resultados (sextos en el medallero), por el cambio de mentalidad en las federaciones, donde por lo general aumentaron significativamente las licencias de jugadores, y por la confianza que en especial ganaron las mujeres a partir de entonces, estando un poco más cerca de los grandes momentos que merecían y hasta entonces habían tenido en muy menor medida.

Fueron unos Juegos que dieron beneficios, algo que ya no es lo habitual, y en los que la organización fue perfecta aun con un presupuesto ajustado. Suponían un salto organizativo para nuestro país y nos permitió creérnoslo y dejar atrás ciertos estereotipos. Nació el proyecto ADO, el público tuvo un papel fundamental, más que nunca, y Barcelona dio un paso como ciudad global. Se vio una España moderna, que nos mostró al mundo.

Todo eso se puso sobre la mesa y tenemos que estar agradecidos a un grupo de visionarios que apostaron por un proyecto que ni mucho menos nació con todas claras. Yo creo que tenemos que volver a esa mentalidad de trabajar en conjunto, de empujar por algo que nos una y nos permita crecer, adaptando el modelo. Las empresas y las televisiones han hecho un gran esfuerzo, pero tenemos que darles motivos para poder pedirles un poco más.

Para mí, Barcelona 92 está muy cerca, no sé por qué. Fue algo realmente especial de vivir y un orgullo haber participado, sentimientos que tengo muy presentes.

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[Viene de parte I y de parte II]

 

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