Ayer se confirmó el peor pronóstico de la Eurocopa de Holanda para la selección española.
Después de un partido que no se llegó a dominar, España se vio abocada a una prórroga que nada decidió. Esperaban los penaltis. La lotería quiso que Messeguer, pulmón y brújula de España, fallara el tercer penalti que la condenaba a una nueva eliminación. Mismo papel que hicieron hace 4 años en Suecia.
En aquella ocasión si tuvieron lo que ahora nos faltó, gol. Y tuvieron mas acierto porque contaron con jugadoras clave como Sonia Bermúdez o Vero Boquete que por poco que hagan, suelen garantizar el gol en sus equipos. Sonia ha sido pichichi del Atleti (campeón de liga esta temporada última), y Vero ha sido finalista de Champions.
Quizás la pequeña revolución que hubo en la convocatoria de Jorge Vilda fue decisiva, ya que el equipo se vio falto de una líder que se echara el equipo a las espaldas como hubiesen podido hacer las dos jugadoras que se quedaron fuera. También el hecho de no contar ni tan solo un minuto con algunas jugadoras convocadas como Paula Nicart o Lola Gallardo haya podido cargar de minutos a otras jugadoras que si hubiese habido mas minutos repartidos podría haber sido diferente.
Por otra parte cabe destacar el gran papel en la defensa de Irene Paredes o la capacidad y la movilidad de Amanda Sampedro en el medio campo, que quiso llevar el timón de la selección junto con Losada y Messeguer. Arriba se esperaba más acierto de cara a portería de jugadoras como Jenni Hermoso, Mari Paz o Alexia Putellas.
En general no se le puede reprochar a las jugadoras la idea de juego, el esfuerzo y ni el sacrificio que se vieron en todos los partidos, pero sí esa falta de gol y esa conexión con la parte ofensiva del equipo, clave para poder haber pasado a unas históricas semifinales.
Imagen vía: Marca
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