¿Sabe dulce o amarga la medalla de plata lograda por el equipo de waterpolo masculino español?
Según se mire. Una final perdida no es grata pero, ¿Qué expectativas había al inicio del campeonato?.
Si al inicio dicen de llegar a semifinales se veía ya un logro. Se confiaba en el equipo español pero se sabía la solvencia de otros rivales. Si dicen que había pase a los juegos olímpicos era ya el premio “gordo”. Aunque fuese quedando cuartos porque Serbia y Japón se habían clasificado.
Al final, se ha quedado segundo. Se ha eliminado precisamente a los clasificados, a los campeones olímpicos, mundiales, europeos, de liga mundial… y se ha llegado a la final logrando pase olímpico.
David Martín dando indicaciones a los suyos en la final. Fuente: MARCA
España 5-10 Italia
Empezó la final muy “de tú a tú”. Italia marcaba, empataba España, nuevo gol italiano para ser contrarrestado y lástima fallar un penalty en los últimos segundos del primer cuarto. Hubieran hecho que España se fuese en el marcador. Se llegaba al primer descanso con un 2-2 y todo bastante igualado. Se miraba de reojo al rival. Ninguno era de fiar. El partido estaba siendo duro.
El inicio del segundo cuarto fue demoledor. Italia, de hecho, ganó los cuatro sprints. La portería italiana parecía un fortín y, lejos de lo que se ha jugado en este mundial debido a las nuevas reglas, los italianos llevaron el juego a su estilo, al “estilo italiano”. En ambas porterías se atacaba y defendía mucho más cerca pese a las nuevas formas. Un estilo de juego al que están acostumbrados.
Un parcial de 3-0 ponía las cosas feas y solo un penalty, esta vez marcado, al final del segundo cuarto dejaba un 5-3 en el marcador. Ahora bien, dejarle un parcial de 3-1 a Italia es mucho dejar.
El parcial se volvió a repetir en el tercer cuarto con una lectura muy similar. Otro 3-1 que lo dejaba 8-4. Dificultad en marcar, pérdidas de balón por parte de ambos. No obstante, las estadísticas indican que fue el acierto de cada equipo el que mantuvo la ventaja italiana. Los porteros hicieron lo que pudieron y ya fue cuestión de puntería al lanzar. Y pese a lo inimaginable, los postes de las porterías jugaron a favor de ambos equipos.
Un detalle feo
Aún así, un detalle feo, muy feo, por parte del seleccionador italiano. A falta de medio minuto, y con un 10-5 a favor, pidió tiempo muerto. No hubo instrucciones a los jugadores (o estos no las atendieron). Estaban más preocupados en celebrar la inminente victoria y saludar a la cámara que en otra cosa.
¿Era necesario ese tiempo muerto?. ¿Favorece el deporte?. ¿Y si se da el lado contrario?.
Arrieros somos…
El balance del mundial de waterpolo
Satisfactorio, muy satisfactorio. España estaba encuadrada con dos equipos asequibles y con Hungría en la fase de grupos. Hungría fue claramente superior en ese partido. Era el partido que SI se podía perder dado que lo único que implicaba era una fase de clasificación mayor.
Posteriormente, decir que se ha ganado a Japón (ya clasificada) puede no parecer mucho, pero es un país que está creciendo. Decir que se ganaba a Serbia puede parecer un hito (campeón olímpico, liga mundial y europeo), pese a que se sabía que iba con el “equipo B” (al estar ya clasificados a los juegos olímpicos, enviaron bastantes jugadores no habituales)
Decir que se ganaba a Croacia, y además con solvencia (anteriores campeones mundiales, y además en una final contra el anfitrión), ya son palabras mayores.
Faltó Italia. Faltó un país para decir que se era campeón del mundo. Se vuelve a casa con una final jugada diez años después (tres jugadores repetían final, ya la jugaron hace 10 años). Se vuelve a casa diciendo que ese equipo forjado en 2017 empieza a “rivalizar” con el equipo femenino de waterpolo español. Ambos empiezan a acaparar la atención, ambos logran triunfos. Se vuelve a casa habiendo eliminado a grandes del waterpolo.
Y lo más importante, se vuelve a casa con la clasificación a los juegos olímpicos.
Detalles coreanos
No, esta vez no hubo una lluvia torrencial en la final. Hacía buen tiempo. Se evitó esa final tan intrigante como en el caso femenino bajo una lluvia intensa. Y de paso, se evitó tener a los deportistas en el podio esperando recibir las medallas lloviendo a cántaros mientras las autoridades pasaban protegidos por paraguas. Sí, las jugadoras de los tres equipos están acostumbradisimas a competir mojadas… pero si se van a mojar en el podio, pide que suban en bañador y punto, que ya lo lucen todo el partido. No les hagas subir en chándal que acaban como una sopa.
Ha habido una tecnología que ha innovado Corea y ha sido muy curiosa. Han utilizado drones para algunas tomas aéreas. Para seguir el juego no es lo mejor, pero sí ofrecen una estampa que le sería muy útil a los entrenadores. En caso de sprint, de contraataque e incluso estático, se ve de maravilla cómo se van posicionando, las estrategia que tienen.
Jugar, no jugarán de maravilla al waterpolo, pero la tecnología y los coreanos… es algo que va de la mano
¿Y ahora?
De momento vacaciones y bien merecidas. En agosto y septiembre tendremos más competiciones de categorías inferiores (de momento recordemos que las Cadete femeninas son campeonas de Europa).
En septiembre empezará la liga y, tanto la masculina como la femenina, tendrán un parón a mitad de diciembre, hasta febrero debido al campeonato de Europa de waterpolo.
El campeonato de Europa se juega en los años pares. Si coincide con olimpiadas (caso de 2020), se hace en piscina cubierta en invierno. Si no coincide con olimpiadas (caso de Barcelona 18) se disputa en julio.
Ambas selecciones lo competirán. En ambos casos otorga otra plaza olímpica y las espadas estarán por todo lo alto dado que solo se clasifica uno y el resto van al preolímpico. En el caso femenino se da la circunstancia de que España es el único país europeo clasificado. Por ello, si queda primero, el segundo se clasificará, y si no, quien primero quede.
En el caso masculino tenemos ya cuatro equipos clasificados: Japón, Serbia, Italia y España. Tres de ellos europeos. Esto es, se clasificará el siguiente mejor de estos tres y la posición de las eliminatorias puede ser clave. Todos querrán que Serbia, Italia y España no coincidan (si llegan arriba, se clasifica el siguiente aunque haya perdido).
¿Hungría o Croacia?. Serían los máximos candidatos, aunque miremos de reojo a Montenegro y Alemania también.
El campeonato tendrá lugar en enero de 2020 en Split, Croacia.
