Ningún récord, ninguna marca establecida por un ser humano, está a salvo. Quizás puedan durar mucho o muy poco, pero al final caen porque los récords se hacen para ser batidos. El muro o la milla en menos de 4 minutos era solo un mito, una meta con la que muy pocos soñaban cumplir. Eso mismo ocurre con todas las pruebas del atletismo. Los 400 metros vallas, y con Abderrahman Samba menos, no son la excepción. Por eso comenzaremos nuestra historia de hoy con la carrera de vallas y la barrera de los 50 segundos.
El primero en lograrlo fue el atleta norteamericano Glen Davis, doble campeón Olímpico: primero en Melbourne 1956 y luego en Roma 1960. Glenn Davis, además de romper la barrera de los 50 segundos en varias ocasiones, en el año 1958 hizo el recorrido de la vuelta al ovalo con vallas en 49,2 segundos. El tiempo siguió bajando hasta que otro gran atleta, el Ugandés John Akii-Bua en Munich 1972, establece otra marca impresionante al quebrar la barrera de los 48 segundos con una marca de 47,82. Al mismo tiempo estableció un nuevo récord Olímpico y Mundial, este fue el primer registro asentado electrónicamente… con la suerte y la dicha para nosotros, de haber disfrutado en vivo la hazaña de John Akii-Bua. El coraje y la determinación de este gran atleta lo ayudaron a conseguir la Medalla de Oro en la final Olímpica de Munich.
Un poco más tarde aparece en el tapete de la especialidad nada más y nada menos que Edwin Moses; para muchos el mejor de todos los tiempos. Esta leyenda del atletismo mundial, doble Campeón Olímpico en Montreal 76 y en Los Ángeles 1984, llegó a ser imbatible en más de 100 competencias: un récord impresionante en cuanto a victorias se refiere, con marcas en su mayoría, por debajo de los 48 segundos.
Después de ese interesante preámbulo (Glenn, Akii-Bua y Moses) ¿Qué ocurrió entonces? pues se inicia la historia de otro grande entre los grandes, Samuel Matete de Zambia, otra leyenda que lograría plasmar su nombre como campeón del mundo en 1991 precisamente el la Ciudad de Tokio, Japón, con un fabuloso 47,10 segundos; hasta que, en Agosto de 1992, en los Juegos Olímpicos de Barcelona, el estadounidense Kevin Young paró los cronómetros en un increíble 46,78 coronando así otra vez la triple hazaña: la medalla de oro, el récord olímpico y récord del mundo.
En la actualidad el trono le pertenece a Abderrahman Samba – mas no así el récord mundial. El joven catarí, de 23 años de edad, lo acaba de reclamar el sábado pasado en La Liga de Diamantes en Shanghai con un impresionante 47.27 – registro este que se convirtió en un nuevo récord del meeting, Samba pulverizó el registro anterior, en poder del norteamericano Bershawn Jackson desde el año 2017, además logró este año la medalla de oro en los Campeonatos Asiáticos de Atletismo con otro excelente registro de 47,51 segundos, asegurándose desde ya un puesto en el equipo olímpico que representara a su País en Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.