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Revancha para Medvedev y final en Barcelona.

En la primera semifinal de la edición 67° del ATP 500 de Conde de Godó, el ruso Daniil Medvedev, número 14 del mundo, derrotó al japonés Kei Nishikori y accedió a su primera final en el torneo de la ciudad condal, la tercera que disputa en este 2019 en el que sin dudas es el mejor año de su carrera. Se enfrentará este domingo al austriaco Dominic Thiem en lo que será un partido en el que predominará el tenis de potencia y velocidad.

Triunfo que le deja un pequeño sabor a revancha a Daniil Medvedev, quien demostró que está en un año de gracia y que su tenis está en un momento pletórico, pues logró imponer sus condiciones en la ‘pista Rafa Nadal’ en el primer turno de las semifinales del primer torneo ATP de la temporada de polvo de ladrillo en suelo español.

El ruso dio cuenta del nipón, número 7 del mundo y siempre complicado Kei Nishikori con parciales 6-4, 3-6 y 7-5 en un apretado duelo que duró 2 horas y 24 minutos, reclamando el pase a su primera final en el torneo de la ciudad condal y saldando en parte las cuentas del historial entre ambos (2 a 2 con el partido de hoy), tras haber caído en la final de Brisbane del presente año ante el mismo rival.

Con esto, se enfrentará al austriaco Dominic Thiem, quien dio el golpe del torneo al vencer al 11 veces campeón, Rafa Nadal. Será una final muy prometedora.

Primer set, Medvedev arranca imponiendo condiciones.

Tras haberse alzado con el título en el ATP 250 de Sofía, la temporada de tierra batida marcha sobre ruedas para Medvedev, pues tras haber alcanzado las semifinales de Montecarlo, llega al encuentro decisivo en Barcelona gracias a un despliegue bastante sólido de su tenis, en el que se destacan sus golpes pesados y profundos de revés, para quebrantar la resistencia de Kei Nishikori, que pese a que plantó cara en todo el encuentro, no pudo ante los insistentes y contundentes golpes del ruso.

El partido arrancó con unos intercambios de golpes como los que caracterizan a estos dos contendientes del día de hoy, bastante profundos y pesados, con un winner de derecha para Medvedev y una respuesta inmediata de Nishikori con un winner de revés paralelo apenas en el segundo game del encuentro; además, los tiros cruzados profundos generaron largos desplazamientos y recursos como derechas a contrapierna y reveces llenos de velocidad.

La apertura de ángulos fue fundamental para que tanto el ruso como el japonés defendieran sus juegos de servicio y no dieran su brazo a torcer, hasta que en el 2-2 y 15-40, fue Kei quien entregó primero su saque con un error no forzado de revés. Así, Medvedev comenzaba tomando el liderazgo del encuentro con un ace y un sutil dropshot para confirmar el quiebre.

Daniil seguía con consistencia recurriendo a derechas cruzadas y profundas que obligaban a su rival a exigirse y dejarle los puntos a merced para que definiera con certeza mediante derechas de volea a lo Rafa Nadal.

Ninguno de los dos volvería a ceder su servicio en el resto del set, pues Nishikori comenzó a apelar a los puntos cortos con derechas abiertas y subidas constantes a la red; solamente Medvedev afrontó una posibilidad de quiebre con su servicio en el 5-4 Y 30-40, situación que sorteó rápidamente con un winner de revés paralelo, y que terminaría por concluir con dos servicios, uno liftado y bastante abierto, y un ace, para cerrar así el primer set con un 6-4 a su favor. Primer round para el tenista ruso.

 

Con la victoria de hoy, Medvedev iguala el “Head to head” ante Kei Nishikori; son dos los partidos ganados para cada uno.

Segundo set, Nishikori nivela.

La segunda manga tuvo de arranque la primera situación de quiebre para Medvedev, con un 30-40 que inmediatamente Nishikori solventó con un winner de derecha paralela donde dominó con aperturas.

A partir de allí el set transcurría sin mayores sobresaltos, con una táctica de partido muy similar para ambos contendientes, que acudían a un arsenal de disparos profundos y ganadores, donde se le dio prioridad al dinamismo y a los amplios recorridos. Y cuando alguno de los dos quería acortar los puntos con subidas a la red, inmediatamente aparecían los passings cruzados.

Llegó el octavo juego del game, 4-3 para Nishikori y servicio para Medvedev; aquí, llegaría el momento clave del set, pues precisamente por intentar cambiar el repertorio de sus golpes, fue el tenista ruso quien arriesgó de más jugando a intentar subir a la red, siendo contrarrestado con otro passing cruzado, y luego, intentando romper el esquema de los puntos largos, quiso ejecutar un dropshot que terminó con un tiro de contragolpe por parte del nipón, lo que obligó al ruso a ejecutar un estéril globo que no dejó lugar a nada más que a un smash de Kei, para quebrarle por primera vez y ponerse 5-3. El número 7 del mundo no traicionó su táctica que estaba rindiendo frutos, y ratificó su saque y de paso el set con puntos definidos por derechas profundas con apertura de ángulos, finiquitando las acciones con un contradrop cruzado ante un nuevo intento infructuoso de su rival por llevarlo a la red. Segundo round para el japonés.

Nishikori intentó con variedad de recursos y golpes llevarse el partido a su favor, pero encontró en Medvedev un rival más determinante en los momentos clave.

Tercer set. Medvedev se sobrepone y se lleva el match.

Medvedev quería refrescar su tenis y sus ideas, y para ello, empezaría con un cambio de indumentaria para el tercer y definitivo parcial; sin embargo, su juego no respondió de la mejor forma a sus intenciones y tropezó de entrada el parcial definitivo cediendo su saque en el primer juego.

Esta situación, generaría el primer warning del partido para el ruso, pues producto de la intensidad con la que quería conducir los hilos del encuentro, terminó por impactar de la misma manera su raqueta contra el suelo, acabando con una de sus Tecnifibre a disposición. 1-0 para Nishikori. Y como si fuera poco, el japonés acentuaba la solvencia en su juego, con reveces paralelos a profundidad para terminar confirmando, 2-0 y el partido ya se ponía cuesta arriba para Medvedev, haciendo de la final una misión que se le escapaba.

Pero como el tenis es un deporte en el que la mente predomina y lo hace un juego impredecible, apenas en el 2-1 a favor del nipón, sería él quien, con sendos errores no forzados, le devolvía favores a Daniil, que veía cómo volvían a equipararse las cargas.

Pese a algún asomo de peligro con un 15-40 en el sexto juego (2-3, Nishikori al servicio), el asiático sacaba adelante su juego de servicio y ambos continuarían defendiendo su saque; para rescatar, un gran punto cuando transcurría el séptimo game, 3-3 y 15 iguales, en el que Nishikori de manera inusual obligaba a Medvedev a acercarse a la red con un drop cruzado, que sería contestado con un golpe de recurso que inmediatamente finalizaría de forma virtuosa el nipón con un globo de volea que bañaría al ruso, sin dudas un punto que daba crédito a la variedad de golpes que estábamos presenciando.

El set seguía con total normalidad, y parecía que nos encaminábamos a la definición más justa que podía ofrecer un partido tan parejo: el dramático tie-break, pero llegaba el decimosegundo juego del set, y con él el golpe de autoridad final, con un 6-5 a favor del tenista europeo, y con Nishikori al servicio, el juego iniciaba de manera normal para el oriental, que seguía con golpes profundos, llegando al 40 iguales.

Sería el último desempate de game que vería el partido, pues con un potente revés paralelo, fue el europeo el que dejaba sin opciones de respuesta alguna, y a su vez, se abría paso al punto definitivo del partido; Kei terminaría su partido de la peor forma para él teniendo en cuenta la forma en la que llegó hasta ese punto: con un error no forzado de derecha que dejaría en la red, cedería por última vez su servicio, pues con un 7-5, le entregaba en sus manos a Daniil Medvedev las llaves de la final de Conde de Godó.

Así reaccionaba Daniil Medvedev al llevarse la victoria en la semifinal de Conde de Godó ante Kei Nishikori.

A Medvedev, las estadísticas del partido lo respaldaron con un 59% de efectividad en el primer servicio, con 3 de 7 puntos de quiebre convertidos, aprovechando el 43% de las oportunidades frente a 40% del japonés, y 3 de 5 salvados; además, tuvo en la devolución tanto del primero como el segundo servicio un recurso importante, pues fue con el 35% de efectividad en devoluciones del primer servicio, y 41% de efectividad en las devoluciones del segundo servicio, frente a 31% y 38% en el caso del tenista oriental, que el europeo obligó constantemente a la exigencia a Nishikori, presionándolo a tomar mayores riesgos con sus servicios. Y con el 51% de los puntos del partido ganados (99/193), dato que muestra lo parejo del encuentro, se firmaría sentencia a esta cita.

Brazos en alto, un grito de desahogo, emoción, y un “juego, set y partido” para él, uno más en este 2019 que hace de la tierra batida su mejor aliada y la superficie en la que mejores sensaciones ha experimentado su tenis en la temporada. Ya veremos si confirma este momento fulgurante cuando enfrente a otro jugador que hace de la arcilla un habitual fortín. Dominic Thiem será el último obstáculo que se interpondrá entre él y su segundo título del año, quinto en su carrera.

Imágenes tomadas de: www.atptour.com; www.mundodeportivo.com; www.espanol.eurosport.com; www.as.com/tenis.

 

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2 Responses

  1. Un buen ejercicio, análisis potente y certero sobre un torneo que cada vez cobra más relevancia, sorprende lo de Nishikori, esperaba más del nipon.

    1. Gracias por su comentario estimado Jorge Eliecer, un honor recibir estas palabras de su parte.

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