Fútbol Sala LNFS

Exaltación del fútbol sala

Volvía una jornada matinal al Ciudad de Tudela, a la casa de Ribera Navarra, y como en las ocasiones anteriores, el público no defraudó. La caldera tudelana presentaba un aspecto increíble, la afición respondió y volvió a llenar el coliseo tudelano.

Intermovistar se presentaba tras una semana llena de renovaciones y con la vuelta de su estrella Ricardinho tras semanas lesionado, circunstancias que a priori parecían propicias para levantar el ánimo y juego de los visitantes el cual dista mucho de lo esperado de una plantilla diseñada para ganarlo absolutamente todo.

ASPIL VIDAL RIBERA NAVARRA 7 2 INTERMOVISTAR

 

El partido comenzaba con mucho respeto por ambos conjuntos, no había muchas ocasiones de gol y el despliegue táctico de ambas escuadras priorizaba y absorbía las posibles individualidades. Un primer acto oscuro, muy opaco, en el que los visitantes golpearon primero y fue Daniel en el minuto 6 quien adelantaba a Intermovistar  (0-1) de disparo lejano con ayuda de Gus que no pudo atajar de forma correcta el balón.

El intercambio de sensaciones de uno y otro conjunto hacía que la grada no cayera en la desolación. Los de “Pato” seguían mostrando una actitud en la pista envidiable, una garra y tesón que impregnaba de esperanza a todos los aficionados. Llegó el empate, llegó la ilusión, llegó la esperanza, llegó la justicia.., bastaron menos de 60 segundos para que Javier Mínguez, de falta ensayada ,estableciera las tablas en el marcador (1-1). El Ciudad de Tudela comenzaba a vibrar  y a creer, la confianza,  el convencimiento y la convicción de que un estilo de juego y una forma de entender el fútbol sala como solamente lo saben hacer los riberos podía doblegar el trasantlántico interista.

A falta de cuatro minutos para el descanso, sería Ferran Planas  (2-1) quien culminaría una jugada individual de Lemine y con la que levantaba a un pabellón ya de por sí entregado. Con este resultado se llegaba al descanso.

La segunda parte comenzó con dominio local, aunque las primeras ocasiones fueron interistas y todas ellas desbaratadas por Gus, muy acertado durante todo el partido. El balón comenzaba a ser naranja, la máquina de “Pato” comenzaba a funcionar;  David contra Goliat comenzaba a personificarse en la pista. Lemine de nuevo, en una gran jugada tras robo de L. Tripodi, subía el 3-1 al marcador. El vendaval naranja comenzaba a fraguarse, y un minutos después sería Sergio González quien anotaba el 4-1 para delirio de la grada. El éxtasis de la hinchada local enmudecía y absorbía todo intento de los de J. Velasco de reaccionar. El ímpetu y las ganas de Daniel o Pola no eran suficientes para mantener vivo al mejor equipo del mundo.  Ricardinho muy gris, Ortiz desaparecido durante todo el partido, y J. Velasco sin armas para contrarestar el asedio ribero.

En el minuto 27 L. Tripodi establecía el 5-1, y la herida interista comenzaba a sangrar de manera importante. J. Velasco solicitó tiempo muerto con la intención de, cuando menos, mejorar la pobre y lamentable imagen dada hasta ese momento.

La herida iba agravándose y llegó el sexto gol ribero a cargo de David Pazos a segundo palo como marca el manual básico de futbol sala y tras gran jugada de L. Tripodi. Javier Minguez en el minuto 33 cerraba el marcador para los locales con el 7-1 desde el doble penalti. El pabellón para estos momentos ya estaba haciendo la “ola” y la afición se frotaba los ojos  una y otra vez en lo que se presumía una goleada histórica. Sería Ricardinho quien a falta de cuatro minutos para el final del partido reduciría distancias estableciendo el definitivo 7-2.

Histórica victoria ribera, ya no solo por el resultado en sí, sino por la exhibición de juego, de concentración, física y tácticamente muy superiores a los de Torrejón. Los de “Pato” imponen un estilo de juego, una manera de entender este deporte que ensombrece las individualidades que un equipo como el madrileño puede tener.

Ribera se erige como el estilete del fútbol sala del siglo XXI y demuestra que el buen hacer, la constancia, la humildad y la fe en un estilo, en una filosofía de juego, no solo hace ganar partidos sino que enamora al aficionado ávido de buen espectáculo; como ya adelantamos en ateriores crónicas, “Ribera hace de un deporte un arte”. Intermovistar por su parte, un equipo sin alma, sin espíritu, sin esencia, sin recursos, mostrando una mala, malísima imagen, que deberá recomponer rápidamente para poder afrontar con un mínimo de garantías los próximos e importantes encuentros.

– Ficha técnica:

  • ASPIL VIDAL: Gus, David, Sepe, Sergio González y Javivi (quinteto inicial). También jugaron Ferran Plana, Lemine, Lucas, Tripodi, David Pazos y Uge.
  • INTERMOVISTAR: Jesús Herrero, Ortiz, Bebe, Ricardinho y Humberto (quinteto inicial). También jugaron Borja, Daniel, Marcel, Pola y Rafa.

Goles: 0-1 Daniel (6′); 1-1 Javivi (6′); 2-1 Ferran (16′); 3-1 Lemine (25′); 4-1 Sergio (26′); 5-1 Tripodi (27′); 6-1 Pazos (31′); 7-1 Javivi (33′); 7-2 Ricardinho (36′)

Arbitros: González Moreta y Sánchez Chamorro. Amonestaron a los locales Tripodi y David; y a los visitantes Borja y Ortiz.

Incidencias: Polideportivo Ciudad de Tudela (1.000 personas).

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