Un día como hoy pero de hace 1 año, 2 ciudades vivían la pasión de la NFL de manera muy distinta. Por un lado, la ciudad de Minnesota atestiguaba con desilusión como su equipo (poseedor de una defensiva dominante) caía ante los virtuales campeones Águilas de Philadelphia en la antesala del Super Bowl. Por otro lado, en Chicago seguían sumidos en la mediocridad que por 8vo. año consecutivo los mantenía alejados de la postemporada.
De cara a la nueva temporada, ambos equipos pusieron manos a la obra y se mantuvieron activos reforzando sus líneas:
- Los Osos, (en plena reconstrucción) contrataron nuevo entrenador y sumaron a sus filas a uno de los defensivos más talentosos de su generación: Khalil Mack.
- Los Vikingos, convencidos que estaban cerca de ser campeones contrataron al mejor mariscal de campo disponible en agencia libre: Kirk Cousins.
Después de estos movimientos, las expectativas para ambos equipos no podían ser más diferentes, ya que todos los expertos situaban a los Vikingos como uno de los favoritos para llevarse el Super Bowl y aunque concedían que Chicago iba por el camino correcto no se esperaba que fueran contendientes aún.
LA HISTORIA NOS MOSTRÓ ALGO DISTINTO y la NFL volvió a recordarnos que a veces la opinión de los expertos le tiene sin cuidado.
EL PARTIDO
Un año después y tras una temporada de altibajos e irregularidades, los Vikingos aún con esperanzas de calificar a postemporada recibían en su casa a los sorpresivos Osos de Chicago (para sorpresa de muchos, campeones de su división) en un partido de ganar o morir.
Por su parte Chicago, aunque ya calificado, requería de la victoria para asegurar uno de los primeros sembrados de la conferencia en caso de que los Rams perdieran su partido (al final eso no sucedió).
No entraremos en detalles del partido, simplemente diremos que el marcador final de 24-10 a favor del visitante no refleja la dominación total de la que fueron víctimas los Vikingos, que en ningún momento estuvieron cerca de llevarse la victoria aun cuando esta significaba su acceso a postemporada.
Ofensivamente el antes mencionado Cousins se mostró incapaz de mover el balón ante una de las mejores defensivas de la liga, comandadas por un Mack inspirado que aunque en este partido no fue factor, ha demostrado ser el alma y corazón de esta defensa.
Del lado defensivo, el poderoso frontal 7 Vikingo (líder de capturas de la liga) se mostró neutralizado por la ofensiva de Chicago, quien dominó las trincheras de la mano de su corredor estrella Jordan Howard quien corrió para más de 100 yardas y 2 TD.
Hoy, Minnesota esta eliminado y aunque no todo son malas noticias para ellos (continúan teniendo una defensiva más que respetable) su ciudad no puede dejar de pensar que se suponía que este equipo tenía madera de campeón.
Por otro lado la ciudad de Chicago se prepara para disfrutar de las delicias de la postemporada por primera vez en 8 años y sueñan con más.
Esta es la historia de dos ciudades que al tener a sus equipos en la misma división están destinadas a ser opuestas para siempre.
Matos
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