Boxeo Crónica

Wilder – Fury, duelo de invictos

Un abarrotado Staples Center en Los Ángeles, California, cobijó la pelea más importante de pesos pesados de los últimos años en suelo estadounidense, la noche de este sábado. El oriundo de Alabama, Deontay Wilder, exponía su cinturón del Consejo Mundial de Boxeo, CMB, en lo que se anticipaba sería la prueba más dura de su carrera, ante el británico Tyson Fury.

Wilder, quien ha evidenciado un cierto desorden en su ataque y descuidos en su defensa, no podía darse el lujo de cometer ese tipo de errores ante un boxeador con un estilo incómodo y elusivo como Fury, quien en 2015 logró frustrar los embates de Wladimir Klitschko, a quien le arrebató sus 3 cinturones mundiales. Así las cosas, ambos invictos se jugaban su futuro en la división y decidían quién sería el contendiente que amenace el reinado de Anthony Joshua, el otro campeón invicto de la división.

Un inicio sin titubeos

La pelea arrancó fuerte desde el primer round, con un Wilder enfocado, sin precipitarse y un Fury que agitaba sus manos y hacía fintas. No hubo mayor estudio, comenzaron a soltar golpes en cuanto veían la oportunidad. Los primeros tres round fueron cerrados, con, tal vez, una pequeña ventaja para Fury, que hacía muecas y ademanes para provocar a su rival, quien, contrariamente a lo que todos esperaban, no mordía el anzuelo.

Wilder toma la delantera

En el cuarto, una derecha recta de Wilder hizo sangrar la nariz de Fury, quien acusaría molestia por esta causa el resto de la pelea. Los dos se demostraban mutuo respeto sobre el ring y por esta razón eran cautos al momento de atacar, pero de vez en cuando se enfrascaban en intercambios violentos que hacían vibrar a la multitud. En el noveno, Wilder llevó hacia las cuerdas a Fury, conectándole un fuerte gancho de derecha en la sien que lo mandó a la lona. Fury superó el conteo y logró culminar el asalto.

Fury contraataca

Al décimo round Fury salió decidido a emparejar las cosas, haciendo retroceder a su rival con un par de combinaciones. Para los dos últimos rounds, ambos luchadores evidenciaban el trajín de la pelea, se veían muy cansados por la actividad incesante del combate. En el último, Wilder conecta un cruzado derecha y remata con un gancho de izquierda directo a la cabeza de Fury que cayó por segunda vez a la lona. Fueron dos golpes terribles, pero de alguna manera se logra levantar antes de la cuenta de diez y continuar, Wilder estaba demasiado cansado como para ir a rematarlo, Fury ponía distancia entre ambos, luego se ve obligado a amarrar para no caer de nuevo, a segundos del término fue Wilder quien debió amarrar. La campana final llegó con la multitud gritando y aplaudiendo. La pelea había cumplido las expectativas, los boxeadores no defraudaron. Le tocaba el turno a los jueces.

Todo igualado a la espera de un desempate

Cuando el presentador, Jimmy Lennon Jr., anunció “decisión dividida”, la expectación fue total. La pelea fue pareja, Fury logró imponer su boxeo, pero con las dos caídas, quizás no le alcanzaría para llevarse la victoria. Al final con tarjetas de 115-111 para Wilder, 115-110 para Fury y 113-113 la tercera, el veredicto fue un empate, con lo cual Wilder retiene su título y Fury si bien no gana, tampoco pierde su invicto.

Y mientras en el aire quedó un posible combate de desempate, cualquiera de los dos sería un digno oponente del británico Anthony Joshua, quien se presentará el 13 de abril del próximo año, en el estadio de Wembley, Inglaterra, frente a un rival por definir.

Foto destacada: Harry How – Getty Images.

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