Tras los tropiezos sufridos en los primeros momentos de la temporada por el club quesero, existe un buen número de personas que piensan que se está produciendo un cambio de ciclo en el rugby español, y que el VRAC Quesos Entrepinares ha cambiado demasiado en comparación con el equipo que deslumbró a todo el mundo la campaña anterior con los cuatro títulos conseguidos en todas las competiciones disputadas.
Según mi opinión, nada más lejos de la realidad. Simplemente los considero tropiezos de los que hay que levantarse. Lo que sí que noto es un nerviosismo descomunal en el bloque dirigido por Diego Merino. Pero la plantilla que tiene el club sigue siendo de las mejores del rugby nacional, y son ellos quienes deben confiar plenamente en sí mismos.
Supongo que también habrá aficionados que echen de menos a algún jugador en concreto perteneciente al club durante la pasada temporada, pero mi opinión es que el plantel actual es uno de los mejores del panorama nacional.
Si analizamos detenidamente las derrotas cosechadas; en la primera jornada de La Liga Heineken, en el derbi disputado ante sus vecinos vallisoletanos del SilverStorm El Salvador, aunque los duelos entre los dos clubes suelen ser de una igualdad tremenda, de vez en cuando hay encuentros en los que uno y otro equipo a veces se muestran muy superiores a su rival vallisoletano. En este caso, los hombres de Juán Carlos Pérez estuvieron muy por encima en todos los aspectos del juego, y como se dice en el ámbito deportivo, el equipo chamizo “dio un baño” a sus vecinos de Valladolid.
En la segunda jornada, el VRAC recibía en su casa al Barça Rugbi sin saber aún que el equipo catalán sería hasta ahora la revelación del campeonato. En un principio, el dominio fue casero, pero el club de Barcelona poco a poco igualó el dominio inicial, y llegó el momento clave que en muchas ocasiones hasta pasa desapercibido para bastantes espectadores; el equipo local sufrió una doble inferioridad. En partidos como aquel en que las fuerzas están tremendamente igualadas, contar con dos jugadores menos que tu rival es determinante, y el Barça Rugbi aprovechó esos instantes de superioridad para anotar dos ensayos que a falta de aproximadamente un cuarto de hora convertía el marcador favorable a los catalanes casi en definitivo. Los hombres de Diego Merino acabaron el partido desquiciados, y el VRAC Quesos Entrepinares sorprendentemente se colocaba colista en la clasificación.
Otra causa que manejan quienes defienden la idea de que existe un cambio de ciclo es la pérdida en la final de la Supercopa de España, de nuevo contra su eterno rival deportivo. Yo, como ya expuse anteriormente, estoy completamente en contra de hablar de cambios cíclicos.
Independientemente de que el resultado final del encuentro fuese muy ajustado, para disputar esta competición (de la misma manera que ocurre en otras), primero hay que ganarse el derecho a disputar la final, luego realizar ese día clave un buen juego, y por último, tener una pizca de suerte.
Unos datos estadísticos que creo que confirman el nivel que ha mantenido el VRAC Quesos Entrepinares. Este club, en los últimos diez años ha disputado veintisiete finales (incluyendo la Supercopa de hace pocas semanas), habiendo ganado diecinueve de ellas, lo cual constituye un porcentaje altísimo.
Los jugadores que están a las órdenes de Diego Merino deben de tener claro que los tropiezos iniciales son tan solo situaciones que se dan, y de los que hay que levantarse mientras antes mejor. También deben de asumir que debido a esos malos resultados iniciales deben de remar para colocarse en los primeros puestos en La Liga Heineken, y también disputar la mayor cantidad de títulos posibles, quepara una gran mayoría de socios no serán ni muchos ni pocos, y sobre todo autoconvencerse de que ellos son capaces de hacerlo.
Si para algo sirve esta situación es para que los aficionados de cualquier club de rugby, en cualquier categoría, den su correspondiente importancia a los logros de su equipo, y que en situaciones adversas es cuando su equipo más necesita de su apoyo.
Y sin ningún tipo de duda, ¡¡¡¡los jugadores se dejan todo en el terreno de juego!!!!!
Fuente de la imagen destacada: Fernando J. Vera
