Análisis NFC NFC Este NFL

Washington Redskins: Nadando en la mediocridad

Washington Redskins despiden una temporada anodina a la espera de resolver el enigma de su puesto de quarterback.

Y es que si algo ha marcado el año en Washington es el hecho de endosarle el franchise tag a su QB titular, sin opción de negociación, para tener un año de margen a la espera de poder resolverlo de cara al siguiente.

La reacción de Kirk Cousins no ha extrañado a nadie, se declaró en una especie de “rebeldía silenciosa”. No se negó a jugar sabiendo lo complicado que puede llegar a ser buscar equipo tras un año de parón, pero simplemente cumplió. No se le ha visto ese “hambre” que el año anterior hizo llevar a los Redskins a playoffs, ni siquiera esa energía tan habitual que desprendía en los túneles de vestuario.

Aun siendo simplemente “cumplidor”, sus números no han estado mal del todo. Ha conseguido más de 4000 yardas y 27 TD, si los comparamos con Tom Brady no anda tan alejado (4577 y 32 TD). Lo que augura que no tardaran en salirle novias deseosas de un QB decente. Se rumorea que seguramente sean los Denver Broncos, quienes no han solventado ese puesto desde la marcha de Peyton Manning.

Los Redskins por su parte ya han encontrado reemplazo en Alex Smith, quien ha conseguido un año magnifico comandando a los Chiefs, el mejor de su carrera seguramente. Su perfil es muy parecido al de Cousins y no tardara en amoldarse al sistema.

Tiene dos claros puntos a favor del jugador que va sustituir, uno es que evidentemente cobrará menos, el otro es que es un jugador más calmado. No es lo que vulgarmente se llama un “pistolero”, Smith no suelta el brazo tan a la ligera, lo que provoca menos intercepciones, solo hay que ver las 5 que sufrió este año por las 13 que sufrió Cousins. Por el contrario, lo que no tiene es un RB que le respalde como lo ha tenido en Kansas, que junto a su avanzada edad, pretender que mantenga este nivel es un salto de fe por parte de los Redskins.

Tampoco se puede decir que el equipo haya tenido un año para la basura, prácticamente ha sido una de cal y otra de arena semana tras semana. Les ha lastrado el hecho de perder 5 de sus 6 cruces divisionales, vale que contra Philadelphia era algo que se podía asumir viendo el potencial de los Eagles este año, incluso perder uno contra Cowboys hubiera estado en lo esperado pero no los dos.

Lo realmente bochornoso es conceder una victoria a Giants, quienes han tenido un año para el olvido. Eso les hundió a la tercera posición de la tabla divisional y sin posibilidades de entrar en Wild Card, mas viendo lo reñida que ha estado la NFC este año.

Empezaron muy peleones, colocándose un 2-2 en la semana 4, venciendo a Rams y Raiders que se anunciaban como contenders, y perdiendo contra Eagles y Chiefs, claros dominantes indiscutibles en la primera mitad de temporada.

Pero en la segunda mitad el calendario se complicaba y sus cruces con Vikings, Saints o Chargers, además de los ya mencionados cruces divisionales, hundieron una buena marca de 4-4 al ecuador de temporada. Ni siquiera sus victorias ante Cardinals y Broncos en la recta final salvaron al equipo del desastre.

(Fotos: Redskins.com)

David Armero.

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