El German Masters se está especializando en resucitar carreras. En 2017 revitalizó la de un sheriff Hamilton por entonces sin placa. Este año propició el resurgir de dos fénix campeones del mundo: Mark Williams y Graeme Dott. Una final old school que acabó por la vía rápida devolviendo a Willo a la senda del campeón (9-1). El German Masters es el 20º título de ranking en su carrera convirtiéndose en el quinto jugador que alcanza esas cifras tras Stephen Hendry (36), Ronnie O’Sullivan (31), John Higgins (29) y Steve Davis (28).
El mejor Williams está de vuelta. Tras haber levantado el Northern Ireland Trophy en noviembre, el German Masters supone su segundo título de ranking esta temporada. Además, ganó el Mundial de las 6 Rojas en septiembre. Tres títulos de prestigio para conformar su mejor registro en 15 años y todo ello, tras meditar la retirada el verano pasado. Un regreso triunfal que recuerda al de Higgins en 2017 y que nos monta en el Delorean a décadas pasadas.
Su rival en la final fue el campeón mundial en 2006, Graeme Dott. Otro viejo rockero que llevaba tiempo perdido en las rondas previas. Desde el 2010, cuando disputara la final del Campeonato del Mundo, Dott no jugaba una final. Para ello, derrotó a jugadores de la categoría de Barry Hawkins y Shaun Murphy. Todo un despertar en el Tempodron que quedó chafado por su incomparecencia en la final. Willo no dio ninguna opción y a punto estuvo de no haber turno de tarde. Sin embargo, el siempre tristón Dott se fue alegre del torneo. El escocés afirmó estar contento con su juego y dispuesto a recuperar una carrera que llevaba años cuesta abajo.
Entre las decepciones del German Masters encontramos a Mark Selby. El de Leicester sigue sin levantar cabeza, cayendo eliminado en primera ronda ante el chino Xiao Guodong (3-5). Son ya varios toques de atención con el campeonato del mundo cada vez más cerca. El número 1 está perdiendo el respeto que le tenían sus rivales. Antes, jugar contra él era peor que ir al dentista mientras que ahora ya no parece tan complicado ganarle. Un cambio de mentalidad en el rival muy peligroso en un deporte con un gran componente mental como es el snooker.
El break más alto de torneo fue obra de Judd Trump con un 140. El de Bristol llegó a Berlin tras ser eliminado en ronda previa del China Open. Se esperaba una estancia corta de Trump en el Tempodrom pero, sin embargo, consiguió llegar a semifinales. Woollaston, Perry y Ding fueron sus víctimas hasta que se chocó con el muro de Willo. El futuro campeón le despachó con un 6-1 y le mandó de nuevo al rincón de pensar. Vuelta a la montaña rusa para un jugador mucho menos fiable de lo que aparenta su número 3 en el ranking.
El siguiente torneo comenzará este jueves en Watford. El Coral Shoot Out es una versión del ajedrez rápido adaptado al snooker. Todos los partidos duran un máximo de 10 minutos y se disputan a un único frame. Win or go home. Un formato atractivo y que tiene categoría de ranking desde el año pasado. Todo un desafío para cualquier jugador que no tenga el gatillo rápido y en el que defenderá título el asesino silencioso Anthony McGill.
Para ver los horarios provisionales del torneo podéis pinchar aquí. El Coral Shoot Out será retransmitido por la cadena inglesa ITV4 y por Eurosport Player.
Imagen destacada vía: www.snookerpro.de
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