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Masters 2018: Mark Allen se bautiza entre los grandes

En el Masters 2018 nada fue lo que parecía. Cohetes que despegaban a Mach 6 colisionaban a las pocas horas de vuelo. El dragón chino más que escupir fuego era de peluche. El torturador se rendía ante Willo. En el Alexandra Palace, los favoritos a dominar eran hechos polvo en cualquier momento. Un caos del que salió victorioso el pistolero. Mark Allen fue el mejor durante la semana, levantando su primer título de Triple Corona dejando en el camino a los favoritos Higgins y O´Sullivan.

La ronda de octavos nos dejó un par de bombas en el cuadro. El torturador Selby tuvo a tiro de negra la victoria pero falló. Un error que permitió a Mark Williams remontar una partida que llegó a ir perdiendo 3-5. Ver al de Leicester desperdiciar una renta así es algo francamente inusual. Pocos jugadores hay más sólidos que él en el circuito pero los fantasmas de esta temporada volvieron a aparecer. El campeonato del mundo ya no queda lejos y mucho tendrá que mejorar el vigente campeón y nº1 del mundo para ganar su tercer título consecutivo.

La otra sorpresa en primera ronda fue el flop de Ding Junhui. Un dragón cada vez menos fiero que pese a ponerse 0-3 arriba acabó sucumbiendo ante un actor secundario como Ryan Day. El galés enlazó un parcial de 6-1 para certificar su pase a cuartos. Todo un fracaso para decepciones Ding que quitando su título en el Wold Open, este año no ha pasado de tercera ronda en ningún torneo.

En el resto de partidas se dieron los resultados esperados. Liang Wenbo se marcó un 139 (break más alto del torneo) pero no pudo con Judd Trump. En el duelo de escoceses, John Higgins sufrió más de lo previsto ante el asesino silencioso Anthony McGill. La pistola Mark Allen pudo con la bala belga Luca Brecel. El mago Shaun Murphy hizo desaparecer al capitán Carter. Kyren Wilson empezó a cimentar su camino a la final ante Barry Hawkins. Todo estaba en el libreto inicial salvo la actuación inmisericorde de Ronnie O´Sullivan.

El cohete no tuvo ninguna piedad de Marco Fu. En los tres primeros frames enganchó dos centenas ejerciendo un dominio abrumador sobre la mesa. Tanto que muchos empezamos a busca partidas con uno de los oponentes quedándose a cero. En frames y en puntos. Una exhibición que recordó a la del Masters 2014 contra Ricky Walden. En total, Ronnie anotó 649 puntos por los 35 de Fu. Una paliza de la que se tuvieron que llevar los restos de Fu con escoba.

Sin embargo, en cuestión de días, muchas de las sensaciones emanadas en octavos desaparecieron. Ronnie pecó de bocas, alardeando que en su partida ante Fu se sintió “under the weather” y llegó a ver doble. Del partido de la gripe de Jordan pasamos a un petardazo. El de Essex se dejó todos los puntos contra Fu y probó su propia medicina contra Allen. The Pistol le metió un 6-1 que dejó temblando el Alexandra Palace y a todos los espectadores de Eurosport. El campeón del pueblo se quedaba fuera antes de lo esperado y de forma inapelable.

Otro de los que presentó su candidatura para abandonarla pocos días después fue Mark Williams. Willo llegaba a cuartos crecido tras su remontada ante Selby. Sin embargo, no pudo con un Kyren Wilson que también le arrasó por 6-1. Algo parecido le ocurrió a Day. Envuelto en una nube tras dejar fuera a Ding, se llevó un idéntico 6-1 ante John Higgins. En resumen, los tres que salieron con mejores sensaciones de octavos fueron asfaltados la ronda siguiente. La única partida nivelada de cuartos fue la disputada entre Judd Trump y Shaun Murphy con victoria final para el de Bristol.

En semifinales, volvió a ganar la banca pues los dos favoritos cayeron para dar paso a una final inédita. Higgins dejó su firma con la centena número 700 de su carrera pero Mark Allen llevaba munición de sobra. El mago de Wishaw ni veía venir las balas dejando vía libre para la segunda final en un grande de Allen. En la otra semi, Kyren volteó los pronósticos y cepilló a Trump. Muy cerca lo tuvo el de Bristol que ya se veía en otra final de la Triple Corona tras tres años de ausencia. Sin embargo, el aura de Paul Hunter llevó en volandas a Kyren. Su partida fue de las más bonitas del torneo, llegando hasta el decider para dirimir quién sería el finalista.

El Alexandra Palace reservaba finalmente sus galas para dos jugadores que nunca habían ganado un grande. Además, Kyren Wilson se convertía en el primer jugador de los años 90 en jugar por el título de un evento de la Triple Corona. Una final inesperada que tuvo emoción hasta el turno de noche. A partir del descanso, Allen se creció e hizo valer su mayor experiencia en finales y eventos como el Masters.

Una semana intensa de snooker que bautiza a Allen entre los grandes. Ahora queda esperar que el norirlandés siga su progresión y no se quede en Matthew Stevens. Por su parte, el Masters 2018 es el primer paso hacia el campeonato del mundo que un día ganará Kyren Wilson. Un talento como pocos que todavía tiene la juventud de su parte. Allen, Trump, Kyren… poco a poco nuevos nombres se van abriendo camino en el snooker. Las viejas glorias van dejando paso aunque sigan estando muy presente en el circuito. Hay relevo.

Imagen destacada vía: www.dailystar.co.uk

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