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Los Patriots a la Super Bowl LII de la mano de Brady

Los New England Patriots repetirán presencia en la Super Bowl LII tras imponerse 24-20 a los Jacksonville Jaguars en otra épica remontada  liderada por la maltrecha, pero siempre eficaz, mano de Tom Brady.

En ocasiones ser el eterno favorito no es tarea fácil. Algo que los Patriots se han ganado en el campo, ser el favorito jueguen contra quien jueguen. Los Jaguars venían de ganar en casa de los Steelers tras una exhibición de explosividad y sorprenderles de forma abrumadora.

Pero eso no era suficiente, los Patriots tenían que ganar casi sin dificultad y por obligación. Y en Foxborough, nada más que añadir, o ganan o fracasarán, se decía.

Como era de esperar, el partido fue pura emoción, y es que era la final de conferencia de la AFC, y los Jaguars un equipo que había pasado bajo el radar de muchos y resultó ser un gran equipo que perfectamente pudo haber ganado dicha final.

De hecho fueron ganando y controlando el partido durante gran parte del mismo, hasta que los Patriots volvieron a ser los Patriots.

Jacksonville comenzó sin dudas, presionando a Brady en defensa y con un inspirado Blake Bortles en ataque. New England se centró en frenar a Fournette y su poderosa carrera, como cabía esperar, y obligó a Bortles a lucirse, cosa que hizo durante buena parte del partido.

Encontrando soluciones a muchas de las jugadas y saliendo del pocket cuando le llegaba la presión.

Con este cuadro de situación, los Jaguars se pusieron 3-14 por delante y con la sensación de tener a los Patriots bajo control. Pero los Patriots nunca están bajo control, aunque pueda parecer que sí.

Un magnífico turno de ataque antes del descanso acercó a New England en el marcador y dejó las cosas 10-14 gracias a un touchdown de James White que se adentró en la end zone de Jacksonville.

Pero esto tuvo un caro precio a pagar, pues en una de las jugadas de ese drive, Rob Gronkowski fue objeto de una falta personal al ser impactado casco contra casco por un defensor de los Jaguars. Se quedaba fuera el resto del partido al pasar el protocolo por conmoción.

Otra gran piedra en el camino de los Patriots, Brady perdía a uno de sus socios favoritos cuando se encuentra en apuros.

Todo hacía indicar que tras el descanso los Patriots volverían al control, que esa última anotación habría sembrado la semilla de la reacción y tras ajustar en el descanso ciertos detalles se impondrían, al menos, en la batalla del control del partido.

Pero no fue así, al menos no de inmediato, lo que ocurrió es que Jacksonville amplió la ventaja con dos goles de campo y seguía frustrando ataques de los Patriots.

Y llegó el momento clave, últimos diez minutos de partido y los Patriots caían 10-20 en Foxborough y estaban fuera de la ansiada Super Bowl LII.

En esos momentos los Patriots sacaron a pasear el fondo de su playbook con un genial flea flicker que engañó a toda la zaga de los Jaguars…Excepto a Jack, que le arrancó el balón de las manos a Lewis y recuperó la posesión para los Jaguars.

Así las cosas todo hacía presagiar un mal desenlace para los de Boston, menos de diez minutos en el reloj, con el mazazo moral del turn over, sin Gronkowski y cayendo por dos anotaciones de distancia, de lo malo lo peor.

Esto que a cualquiera le puede meter debajo de la cama, a Tom Brady parece favorecerle, como esa prenda de vestir que a todas luces es horrible y solamente le queda genial a una persona.

Pues bien, Tom se vistió de gala con su prenda de vestir favorita que rezaba derrota por 10 puntos a falta de menos de diez minutos y lideró a su equipo hasta la end zone de Jacksonville.

Pases a Cooks, a Amendola, a derecha, a izquierda, por el centro, enhebrando la aguja, espectacular. Bajo toda la presión del mundo encontró a un jugador decisivo, su mejor socio, el elegido por Thomas, Danny Amendola, que recibió el pase y se metió en la zona de anotación dejando el marcador en un ya no tan tajante 17-20.

No obstante aún restaban seis minutos de partido, podía ocurrir cualquier cosa ya, con ese marcador tan ajustado y todo ese tiempo el encuentro volvía a estar muy abierto.

Jacksonville volvía a tener posesión y el control del reloj lo que les favorecía dada su ventaja, que aunque corta, podía ser bien administrada.

Pero New England no estaba por la labor y frenó su ataque hasta en dos turnos de ataque consecutivos. James Harrison y Trey Flowers empezaron a llegar con mucha facilidad a Bortles y este ya se deshacía del balón de forma mucho más imprecisa.

Esto propició que el balón volviera a la mano herida de Brady, lo que sin duda significaba alerta roja para los Jaguars. Tom y su ataque se volvieron a plantar a golpe de pase en la red zone de Jacksonville y una vez ahí, Brady volvió a recurrir a su elegido, Danny Amendola.

Extraordinaria y decisiva recepción de Amendola. Foto: diariobasta.com

El wide receiver protagonizó una de las recepciones de la temporada por su dificultad, su belleza y por significar la anotación de la victoria para New England, 24-20, y Brady y sus Patriots lo habían vuelto a hacer, si, otra remontada.

Y aún le habían sobrado más de dos minutos, casi tres de hecho.

Esto sin duda no era una buena noticia en ese momento para New England. Jacksonville conservaba sus tres tiempos muertos y aunque no le valía el gol de campo, tenía un mundo por delante.

Pero como resaltaba anteriormente, Bortles no estaba nada cómodo en el pocket y salir de él era jugarse el sack en cada ocasión porque iban a cazarlo.

En ese caso tenía que arriesgar, ser profundo y soltar rápidamente el ovoide a sus receptores.Es decir, era la hora de la secundaria de New England, y apareció, y de que manera, Stephon Gilmore. El cornerback justificó en una sola pero maravillosa jugada defensiva su millonario fichaje.

Precioso vuelo de Gilmore para acabar con las esperanzas de los Jags. Foto: www.si.com

Se lanzó en el aire para desviar un balón con la mano derecha que sin duda habría atrapado el atacante de los Jaguars, el pase de Bortles era buenísimo. Pero la mano de Gilmore fue brillante.

Era cuarto down y la posesión volvía a los Patriots que necesitaban un primer down para arrodillarse, finiquitar el encuentro y volver a la SuperBowl un año más tarde de ganarla.

Y así pasó, una carrera de Dion Lewis dió el primer down a los Patriots que significó el final del encuentro y el estallido de alegría en el banquillo y la grada patriota.

Lo volvieron a hacer, con todo en contra, incluida la opinión popular externa a sus fans. Los Patriots volvieron a levantarse, cuando parecía que no podía ser, que de esa no salían.

Quizás el mérito del tándem Brady-Belichick y su equipo radique en algo más, en lo que no se ve, en lo que forma el interior de las personas, en lo que marca la diferencia.

La fuerza de una mentalidad, de una filosofía, de una creencia, una voluntad para seguir peleando que personalmente no he visto antes.

Muchas opiniones habrá contrarias a esta, pero la verdad es única y es indiscutible, y es que New England Patriots se enfrentará a Philadelphia Eagles en su octava Super Bowl en dieciocho años, eso es algo que tiene que tener detrás mucho más de lo que podemos ver o comentar.

La fuerza y voluntad de las personas radica en la motivación de las mismas, posiblemente no seamos capaces de apreciar esa extraordinaria motivación por ganar una y otra vez.

Seguiremos disfrutando de todo ello al menos una vez más esta temporada, Super Bowl LII, en Minnesota, New England Patriots vs Philadelphia Eagles, se repite la final de 2005, en la que curiosamente brilló un joven Tom Brady.

(Fuente de la foto principal: aztecadeportes.com)


Adrián Gaspar

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