Análisis Balonmano

Rusia domina, Brasil no convence y Montenegro sueña

El grupo C conformado por Rusia, Dinamarca, Montenegro, Brasil y Túnez iniciaba su recorrido en el Campeonato del Mundo de Alemania con la victoria previsible de Rusia, que camina con paso firme; la victoria contundente de Montenegro, que ya da muestras de su poderío; y el empate logrado por Brasil ante Japón en el último minuto sin convencer demasiado al espectador.

Rusia 36 16 Túnez

La primera jornada en el grupo C la abría a las 14.00h el duelo disputado entre Rusia y Túnez. Un partido sin complicaciones para las de Trefilov que dominaron en el luminoso desde los primeros compases. Vedekhina (1) fue la encargada de estrenar al conjunto ruso, que con una acertada Vyakhireva (5) conseguía ampliar la diferencia poco a poco. En el minuto 15 de la primera parte el gol de Punko (1) desde nueve metros ponía el +6 —máxima renta hasta el momento— y a pesar de las continuas ofensivas del equipo tunecino, liderado una vez más por su referente Chebbah (6), que desde el central ejercía de brújula para las suyas. Pero las pérdidas y la falta de intensidad impedían a las tunecinas recortar distancias, lo que finalmente condujo al 14-9 previo paso por vestuarios.

La segunda mitad sería un calco de la primera. Las rusas no bajaban los brazos e incluso ganaban el primer parcial aun estando en inferioridad tras la expulsión de Punko. Una buena defensa frustraba el ataque del equipo africano, al que progresivamente le iba pesando el cansancio. Rusia corría y Trefilov aprovechaba para probar cosas de juego y hacer reparto de minutos entre las suyas. Todas jugarían y todas terminarían contribuyendo en el definitivo 36-16, un resultado que les otorgó sus dos primeros puntos y el liderato provisional.

Managarova (Rusia) – Fotografía: IHF
Brasil 28 28 Japón

El segundo partido enfrentaba a Brasil y Japón, equipo americano versus equipo asiático. Sobre los papeles el conjunto del técnico español Jorge Dueñas partía como favorito en las apuestas pero, lejos de dar su mejor versión, en la pista aconteció algo bien distinto. Empezaría dominando el marcador Japón, con un buen juego de su primera línea con Yui Sunami (6) a la cabeza. Gol y tiempo muerto obligado en el minuto 7 con un 1-5 favorable a las de Kirkely. Dueñas daría instrucciones a las suyas, pero la falta de acierto de cara a portería y un ataque un tanto espeso frenarían las posibilidades de Brasil, que llegó a estar hasta siete tantos por debajo en la primera mitad. Amorim Taleska lo intentaba (8) y, con la ayuda de Ana Paula Rodrigues Belo (11), conseguiría que las suyas entraran de nuevo en el partido tras unos buenos últimos cinco minutos antes del descanso (12-15).

Atacando con portería vacía tras sufrir una exclusión, Brasil lograba ponerse a uno. Pero poco a poco las japonesas irían anotando para mantener una renta constante de 2-3 goles arriba, sin terminar de sentenciar el encuentro al toparse con la guardameta Arenhart (11 paradas), de dulce en esta segunda parte ante la desesperación del técnico rival. Las exclusiones se sucederían en ambas áreas y se entraría en los últimos diez minutos del encuentro con mucha igualdad. Finalmente, los nervios y las pérdidas terminaron por decantar el marcador en tablas, 28-28, que deja a Japón con una sensación agridulce tras haber ido por delante en el marcador durante casi todo el partido.

Machado (Brasil) – Fotografía: IHF
Dinamarca 24 31 Montenegro

El duelo a priori más potente sería el que disputarían dos potencias europeas como son Dinamarca y Montenegro, que con la vuelta de Bulatovic y Radicevic a la selección ha subido de peldaño y vuelve a soñar con estar en lo más alto. El encuentro comenzaría mal para las danesas, que no terminaban de encontrar su juego. Movía bien el conjunto de Johansson, que con fijaciones sucesivas y una buena conexión entrelíneas disfrutaba en el 40×20. Radicevic (12) anotaba una y otra vez dejando entrever su buen estado de forma actual, lo que permitía a las balcánicas abrir brecha en el luminoso.  En el minuto 15 de la primera mitad gozaba ya de un +7 ante la impotencia danesa, que apenas conseguía recortar distancias. No obstante, los dos goles de contraataque de Grigel (5) en el último minuto de la primera mitad seguía manteniendo la esperanza en el conjunto danés.

El paso por vestuarios y la charla técnica no otorgaron una mejoría en la ofensiva de las de Jorgensen, que mostraba su desesperación por la falta de acierto. Montenegro seguía muy metido en el partido y aumentaba progresivamente la diferencia de goles por medio de Bulatovic (4), Grbic (4), Jaukovic (4) y Raicevic (4). Dinamarca lo intentaría hasta el pitido final ante la atenta mirada de Kristina Kristiensen desde el banquillo —no saltó ni al terreno de juego—, pero terminaría sucumbiendo por un claro 24-31 en un primer encuentro para olvidar.

Grigel (Dinamarca) – Fotografía: IHF

Imagen destacada: IHF

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