Análisis Balonmano

Ya está aquí el Mundial de Alemania

Alemania acoge desde hoy y hasta el próximo 17 de diciembre, el XXIII Campeonato del Mundo de balonmano femenino. Un país que rezuma pasión por este maravilloso deporte, que llena los recintos de aficionados y que, hoy por hoy, es la mejor liga del mundo a nivel masculino.

Sí, hoy se inicia en Leipzig a las 19 h. uno de los eventos que los aficionados al balonmano tienen marcado en rojo. Un campeonato que, seguro, nos va a deparar grandes momentos y también alguna que otra sorpresa agradable. Las diferencias entre los distintos combinados cada vez se hacen más cortas y, hoy por hoy, cualquiera te puede sorprender aunque, lógicamente, existen todavía ciertas selecciones prácticamente inaccesibles para otras, llamémosles, del furgón de cola, tales como Camerún, Paraguay, China o Japón, pero que siguen trabajando a las órdenes de técnicos empeñados en mejorar las prestaciones de jugadoras diferenciadas entre ellas por esa antropometría típica de cada país.

Sedes del Mundial – Fotografía: simplywunderbar

Como en todo campeonato que se precie, hemos de referirnos a aquellos países que cuentan para el podio final, selecciones con galones y renombre en el concierto internacional y, como no, a aquellas que pueden presentar batalla y convertirse en sorpresa.

Cierto es que hay una selección que en las últimas citas —salvo los JJOO de Río de Janeiro— se ha convertido en referente del balonmano femenino, y no es otra que Noruega. Las valquirias de Thorir Hergeirsson son hoy por hoy quienes mejor desarrollan los conceptos de nuestro deporte. Han dado casi siempre una lección a aquellos que fundamentan que para jugar a este deporte es necesaria una complexión física basada en centímetros, desarrollando otras facetas como son una técnica individual impresionante, unos conceptos tácticos superlativos y una interpretación del contraataque como nadie. Jugadoras, que ninguna llega a los 170 cm., como Nora Mørk, Camilla Herrem o Stine Oftedal resultan todo un compendio del arte del balonmano, cómo lo expresan y, lo que es más complicado, cómo lo transforman. Favorito a priori para levarse el oro, pero tendrán que combatir como en sus leyendas nórdicas lo hacían las valquirias de Freyja, y partir desde Vingólf con las espadas bien afiladas.

Holanda, actual subcampeona del mundo, llega con ansias de revancha tras perder también contra Noruega en el último Europeo. Las de Helle Thomsen han dado en los últimos años un paso al frente, superando, incluso, a la siempre poderosa Francia, con excepción de los JJOO de Río. La entrenadora danesa ha destacado en las últimas fechas que su equipo no llega a Alemania como a ella le hubiera gustado. Sí que es cierto que la baja maternal de Estavana Polman y la lesión de su estrella Nycke Groot, que las has mantenido fuera de las pistas (ambas estarán en Alemania), pueden lastrar las posibilidades de las orange, pero igual sus manifestaciones pueden sonar más a quitarse presión, que a otra cosa. Volveremos a ver las luchas en la línea de 6 metros de Yvette Broch o Danick Snelder, y las paradas antológicas de la rubia Tess Wester. Sin duda, Holanda será una de las selecciones a seguir.

Holanda – Fotografía: simplywunderbar

Nuestras vecinas francesas siempre cuentan en la porra final, y llevan ya varios años en lo más alto del balonmano mundial. No cabe duda que la medalla de plata en Río les ha dotado de un caché especial, y la bestia negra de nuestras Guerreras seguro que va a dar mucho que hablar. Olivier Krumbholtz maneja a la perfección todos los resortes de un grupo en el que destacan jugadoras como Allison Pineau, Amandine Leynaud, Alexandra Lacrabère o Grace ZaadiDeuna. En el último mundial de Dinamarca, las galas quedaron relegadas a la séptima posición, pero en este van a por todas.

Evgeni Trefilov, el mariscal ruso, el entrenador más veterano de los que llegan a Alemania, puede presumir de ser el actual campeón olímpico tras su triunfo ante Francia en Río de Janeiro. Las rusas parece que van encontrando su espacio tras unos años de verdadera sequía y flojos resultados. Los cambios tácticos y la entrada de jugadoras con mucha calidad han hecho emerger a una selección de las de siempre y que quiere ratificar su triunfo en Río. La luz de Daria Dmitrieva y la calidad de la zurda Anna Vyakhireva son los bastiones en los que debe apoyarse Trefilov para conseguir llegar lo más lejos posible. La nacionalización de la ucraniana Iuliia Managarova le ha venido muy bien a Rusia que apuntala de esta forma el flanco derecho y dará más posibilidades a Vyakhireva para jugar en su demarcación habitual —lateral derecho— a pesar de su baja estatura. Anna Punko, Ekaterina Ilina —siempre que encuentre ese punto de calidad que tiene—, Ksenia Makeyeva son jugadoras con una calidad contrastada y que darán toda la guerra del mundo con tal de llegar a lo más alto.

Estas son, según los expertos, las selecciones que tienen todos los boletos para llegar a unas semifinales, siempre y cuando se cumpla esa lógica, muchas veces ilógica, que predomina en el mundo de las apuestas. Lo que está meridianamente claro es que, como antes comentaba, las sorpresas pueden llegar y hay algunos combinados que presentarán sus credenciales como son Polonia, Hungría, Dinamarca y la misma Alemania que, por el hecho de jugar en su país, la hace peligrosa, además de poseer un grupo con calidad, lanzamiento exterior y una dura defensa. No hay que olvidarse de Rumanía. Las entrenadas por Ambros Martín llevan unos años en el grupo de favoritas por méritos propios. Mentar a Cristina Neagu, es hacerlo sobre la mejor lateral izquierdo, posiblemente, de todos los tiempos. Una jugadora que ha conseguido todo, ser MVP, mejor jugadora del mundo, etc., y que en este mundial seguirá campeando en su faceta goleadora. Ojo a Rumanía que puede ser arte y parte en este campeonato.

Selección de Alemania – Fotografía: simplywunderbar

Por lo demás, Suecia queda un poco por detrás de éstas, al igual que Brasil y la propia España, en proceso de renovación y con pocas probabilidades de llegar más allá de los cuartos de final, por lo menos sobre el papel.

Para las de Carlos Viver no va a ser fácil reverdecer laureles, y no por falta de calidad, que la hay, sino por una evidente inexperiencia que es parte básica y fundamental en este tipo de competiciones. La base de las Guerreras sigue estando prácticamente intacta, con Silvia Navarro, Carmen Martín, Sandy Barbosa y Nerea Pena, a las que habría que añadir figuras emergentes, y otras no tanto, como Amaia González de Garibay, Almudena Rodríguez y Mireia González —por fin jugamos con zurdas—. Personalmente, echo en falta a Judith Sans que, precisamente hoy mismo acaba de comunicar que deja Super Amara Bera Bera para enrolarse en el FC Midtjylland danés. Si las Guerreras pasan de octavos puede que se abra alguna esperanza de llegar lejos, ya que a un partido todo puede pasar.

Mireya González – Fotografía: RFEBM

En definitiva, nos espera un Mundial “sabroso”, en el que, personalmente, espero novedades e incluso alguna que otra sorpresa que no entra en las quinielas.

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