En la tarde de hoy se ha presentado la edición de 2018 del Giro de Italia, una de las carreras mas importantes que existen en el calendario ciclista internacional y una de las únicas vueltas de 3 semanas, junto con el Tour y La Vuelta. Hasta aquí nada nuevo e importante, pero lo que este año ha hecho mas especial la presentación del Giro ha sido todo lo que le ha rodeado en los días previos y en el momento de acabar la presentación de la carrera.
Desde el final de la temporada pasada todo el mundo ciclista venia especulando con la posibilidad de que el mejor ciclista del mundo, al menos al nivel de grandes rondas, Christopher Froome, pudiese participar en la gran ronda italiana, pero no eran mas que especulaciones debido a que en la temporada 2018 el británico tenia en mente, como gran objetivo tras haber conseguido el doblete Tour-Vuelta en una misma temporada, el conseguir ganar su quinto Tour para entrar en la historia de la carrera junto con los otros quíntuples ganadores en París, Jaques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault y nuestro Miguel Induráin.
Pero las especulaciones empezaron a tomar forma en los últimos días debido a que este año el Giro es especial ya que arranca en Tierra Santa, Jerusalén, por lo que el director de la carrera, Mauro Vegni quería tener a los mejores compitiendo en su carrera y puso toda la carne en el asador para tener al líder del Sky. Mientras todos los mentideros ciclistas se encargaban de afirmar que Froome estaría en la salida, los mas escépticos lo veían un tanto imposible ya que el doblete Giro-Tour no es viable en los últimos años, que se lo pregunten a Contador en 2016 y a Quintana en 2017, y afirmaban que Froome no se desviaría de su ruta ya pensada para entrar en el olimpo francés.
Pese a que Froome llego a afirmar en los días previos con tanto revuelo que “Aun no he confirmado mi programa de carreras, así que no se como otras personas pueden saberlo antes que yo” finalmente tras la presentación confirmo su presencia en la próxima edición del Giro tras hacerlo su equipo con una noticia en su web, publicando un tweet en el que decía que correría la corsa rosa.
Lo primero que tendrá que afrontar el británico al presentarse al Giro es a su recorrido, que tiene grandes puertos como el Zoncolan, o el Etna, pero también tiene a su favor los 45 kilómetros contrarreloj, especialidad en la que ya ha demostrado que es superior a todos sus rivales, excepto a uno, Tom Dumoulin. Duelo que todos esperábamos para el Tour pero que finalmente veremos en el Giro de Italia si nada se tuerce. Cabe destacar que la participación del británico no será la primera en Italia, ya que corrió el giro en 2 ocasiones siendo 36º en 2009 y expulsado de la carrera en 2010 tras remolcarse en la subida al Mortirolo.
Conseguirá Froome ganar el Giro y entrar en la historia del ciclismo como ganador de las tres grandes y ser el primero que consigue tener en posesión Tour-Vuelta-Giro junto con Merckx (1972-1973) e Hinault (1982-1983)? Conseguirá un doblete Giro-Tour que nadie consigue desde que lo alcanzase el malogrado Marco Pantani en 1998? y sobre todo, será capaz de entrar en el olimpo ciclista con su quinta victoria en el Tour de Francia? Todo son preguntas que serán respondidas al final del mes de julio, hasta entonces solo queda esperar y disfrutar del reto que presenta Froome.
Imagen destacada: www.todaycycling.com
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