Se podría decir que el Málaga es un club de viejas costumbres. Vive en un círculo vicioso en el que cada dos domingos se habla de lo mismo : “final“. Esta vez el Málaga se encuentra ante su enésima final con el añadido de que sí, realmente lo es. Existen finales y finales. Esta es la finalísima.
Resulta ventajista hablar de final en la jornada 12 del campeonato. La Liga Santander tiene el gran honor de ser una liga francamente disputada e igualada (cada uno en su guerra). En anteriores temporadas, si no conseguías dar la talla en primera sabías que había 4 o 5 equipos más en una pequeña franja de puntos. Esta temporada no. Málaga, Alavés, Las Palmas y Eibar son equipos descolgados en el abismo que te conduce a Segunda. El rival del domingo, el Deportivo, es el que los sigue. Está a 7 puntos del Málaga. Ganar o morir.
No sumar tres puntos dejaría muy tocado a los de Míchel. Málaga sabe que es en La Rosaleda dónde debe hacerse fuerte y sacar las garras. Si pierde y , por consiguiente, el Depor gana, el equipo gallego se pondría a 10 puntos. A más de 3 victorias de los boquerones, que en toda la liga solo han conseguido una. Málaga debe morder como en el partido ante el Celta. La afición prepara un recibimiento a los jugadores dentro del estadio a las 11:00, además de globos y un “bufandeo”.
Si el Málaga se agarra a la afición en las gradas, el equipo se agarra a Diego Rolan en el césped. El uruguayo ha demostrado en los dos ratos que ha jugado que tiene mucho fútbol en sus botas y la afición espera reencontrarse con el jugador que metió un doblete al Athletic. Es año de Mundial y Diego quiere ir. No parece importarle jugar contra el que será su equipo en la temporada 2018-2019. Y de Uruguay a La Coruña. No hay duda de que el referente en el Deportivo es el gallego Lucas Pérez que lleva cuatro goles esta temporada y ha experimentado un crecimiento desde la destitución de Pepe Mel y la llegada al cargo de Cristóbal Parralo. El cordobés ha cosechado una victoria contra Las Palmas en Gran Canaria y una derrota ante el Atlético por un gol del mediocentro Thomas, en el min 91. El club gallego hizo una apuesta arriesgada y le está saliendo bien. El club ha mejorado su juego y los jugadores han cambiado el “chip”.
En el apartado de dudas, la baja de Recio condiciona el mediocampo del Málaga. Míchel parece que apostará por Rolón-Adrián ya que no tiene mucho más donde elegir. Si parece seguro que Peñaranda, que no ha marcado aún pero está mostrando un gran nivel, sea de la partida el domingo por la mañana. Rolan es indiscutible en buen estado por lo que parece que el damnificado puede ser Juanpi. El venezolano ni está ni se le espera, y aun así ha mejorado con respecto a la campaña anterior. Unas dolencias de pubis le lastraron y mermaron su rendimiento.
En el Depor, el baile de porteros se cerrará aparentemente. Rubén Martínez empezó la liga de titular, pero una lesión le impidió seguir jugando en la jornada 3. Por la meta gallega desfilaron Tyton, Pantilimon y el canterano Francis; siendo este último el que más convenció. Pero, en buen estado, parece que será Rubén el guardián de la portería visitante el domingo. Una baja muy importante es la del capitán Juanfran. El zaguero no tiene un recambio natural en la posición de lateral derecho, por lo que parece que Fernando Navarro actuará de “parche”. El resto será el equipo de gala en ambos conjuntos.
Foto Destacada: @Pedraza91 para Sexto Anillo.
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