Minuto 60 del encuentro que enfrentó al CD Tenerife y la Cultural y Deportiva Leonesa en el Heliodoro Rodríguez López y se escuchan los primeros pitos dirigidos hacia José Luis Martí desde que se hiciera con las riendas del equipo.
La ambición y exigencia desmedida que caracteriza al aficionado tinerfeñista parece haber alcanzado esta temporada un grado más fruto del resultado de la temporada pasada. El equipo, tras quedarse a un paso de lograr el ascenso, se marcó como gran objetivo para esta campaña volver a intentarlo y para ello se configuró una plantilla que prácticamente recogía el beneplácito de todo el entorno, salvo contadas excepciones.
Se seguía dejando a José Luis Martí la responsabilidad en la dirección técnica, un entrenador que llegó al banquillo tinerfeño hace dos temporadas y que a punto estuvo de meter al equipo en Play Off, objetivo que si logró en la siguiente.
En esta, el cartel de favorito que se le adjudicó desde el comienzo de la campaña, la ansiedad por retornar cuanto antes a la Primera División, y cierta inquina que quedó en un sector del aficionado por dejar escapar la opción de ascender la pasada campaña, parecen estar haciendo mella en el devenir de Martí en esta primer cuarto de campaña.
El mejor aval del balear son los números que mejora en todos los aspectos a los que marcaba en la 2016/2017 a estas alturas – goles a favor, en contra, puntos, mejor posición en la tabla, etc. – , pero a pesar de esto, el equipo se ha topado de bruces con una realidad que a nadie se le escapaba al comienzo de la campaña viendo el ingente grupo de candidatos que partían con opciones al principio de campaña.
La extrema igualdad
Está siendo la nota común esta temporada y repite la de las últimas campañas. Solo se rompió esa tónica con el Levante UD el pasado año, pero si repite la que se marcó en las cinco temporadas anteriores, con la excepción de la 2014/2015.
Como se puede observar, a estas alturas de campeonato la diferencia de puntos entre el segundo clasificado y el undécimo suele ser de 5 puntos, similar a lo que ocurre en ésta.
Con estos datos, ¿están justificadas las críticas al balear?
El sector crítico, cada vez mayor, ve en el técnico mallorquín una incapacidad manifiesta para saber leer los partidos y dar un giro a los mismos con decisiones técnicas que cambien el devenir de éstos. También le achacan unos planteamientos de los partidos muy conservadores que para nada aprovechan el potencial de una plantilla que si parece haber alcanzado con el transcurso de las jornadas el beneplácito del conjunto de los aficionados.
Otro latiguillo que está acompañando al balear en los últimos tiempos es su “preferencia” por un tipo de jugador que parece que haga lo que haga, tiene garantizado su plaza en el equipo titular, cuando lo habitual en cualquier organización, y por ende, la futbolística lo es, el máximo responsable tratará de rodearse de una grupo de fieles que sean su prolongación en el campo.
Ante todas estas críticas debe prevalecer el respeto a la trayectoria de un entrenador que se ha ganado con creces que se confíe en su capacidad para conducir al equipo en lo que resta de campaña.
Si puede ser cierto que Martí pagó su inexperiencia como técnico en su arranque en el banquillo canario, cuestión que nunca ha escondido el balear. También puede ser cierto que el equipo haya mostrado en ocasiones un nivel de juego que se aleja mucho de las apetencias de cualquier aficionado, pero en su debe se encuentran los resultados obtenidos, aval mas que suficiente para seguir confiando en su labor.
Esta campaña está salpicada de sorpresas en el arranque, con una dificultad común para arañar puntos fuera de casa por parte de todos los integrantes de la competición. Así, el mejor equipo como visitante en lo que va de campaña es el Atlético Osasuna con tan solo 12 puntos de 21 posibles, por los 6 que llevan en este capítulo acumulados los canarios.
Debemos detenernos en este aspecto ya que está siendo uno de los mayores caballos de batalla del balear en lo que va de temporada.
La dualidad que esta mostrando el equipo como local y como visitante, faceta esta última que no se acerca en nada a lo esperado hasta ahora es quizás el aspecto que más está exasperado al respetable.
Pero, ¿se trata de un problema del equipo, o por contra es una situación general que están viviendo el conjunto de plantillas que configuran la Segunda División este año?
El equipo afronta está Jornada 15 uno de esos encuentros que, aunque pueda ser pronto para decirlo, puede marcar el devenir de lo que resta de campaña.
Rendirá visita a la SD Huesca, conjunto que recibirá a los canarios estrenando liderato y que de decantarse el duelo del lado oscense puede profundizar en una herida que parece crecer jornada a jornada.
Los valedores del balear confían en que su equipo muestre ese grado de competitividad en Huesca que le permitió sortear partidos de igual o superior dificultad en temporadas pasadas y que Martí supo imprimir en su plantel temporada tras temporada.
El equipo afrontará el choque encadenando una racha sin conocer la derrota de 8 encuentros – incluido el de Copa ante el RDC Español – buscando repetir por segunda vez en el campeonato dos victorias consecutivas.
Para ello, deberá vencer en uno de los pocos campos que se muestran inmaculados este campeonato – al igual que el Molinón y el propio Rodríguez López – y que no ve perder a su equipo en casa desde febrero del 2017.
Prueba complicadísima la que tocará afrontar pero se debe confiar en un plantel que por recursos y alternativas mejora obstensiblemente al de la pasada campaña, y que más que cualquier aficionado birria desea ver cumplido en junio el sueño del ascenso.
Para ello queda seguir sumando puntos y terminar la primera vuelta del campeonato lo mas arriba posible con una cifra de puntos que logre posicionar al equipo de la mejor manera para afrontar la siempre exigente segunda vuelta.
Imagen Destacada: www.eldia.es
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