Los Celtics se llevan el partidazo de la noche en el Garden

Anoche en el TD Garden vivimos uno de los mejores partidos que hoy en día se pueden ver en la NBA sobre el papel. Los vigentes campeones del Este contra el equipo que tuvo el segundo mejor récord de toda la liga el año pasado. Finalmente, los chicos de Boston se impusieron en un vibrante duelo que no dio tregua al espectador, puesto que cada segundo era o podía ser una muestra más del mejor baloncesto del planeta.

Este duelo de titanes se vio incluso más aderezado este verano si cabe, con las incorporaciones de estrellas como Rudy Gay o Kyrie Irving. A parte, este encuentro suponía un reto para Brad Stevens -entrenador de los Celtics- puesto que los Spurs eran el único conjunto al que no había derrotado. Los dos equipos llegaban al encuentro con el mismo balance, 4-2 favorable a ambos conjuntos. Pero con rachas diametralmente opuestas, los visitantes acumulaban dos derrotas seguidas, ante Orlando en la noche del viernes y ante los Pacers de Indiana el domingo; mientras que el equipo de Nueva Inglaterra sumaba cuatro victorias consecutivas.

El partido comenzó con un Aldrige muy enchufado, pese a que marró los dos primeros tiros libres de los que dispuso para poder abrir el marcador. Mientras tanto,  Irving dirigía a su equipo desde el base, anulando en defensa a la flamante sorpresa positiva de los tejanos este año, Dejounte Murray. El partido se disputaba con un ritmo alto, los dos equipos movían bien el balón y las canastas se sucedían con cierta asiduidad. Un arreón de los locales al final del primer cuarto los dejaba con una ventaja de cuatro puntos en el marcador, impulsados por un buen Jaylen Brown (9p y 3r). En el segundo cuarto se mantuvo la tónica del encuentro, aunque el partido se disputaba de forma más trabada. Vimos varios airballs, numerosos fueras de banda y jugadas con hasta tres y cuatro rebotes. Los Spurs consiguieron ponerse por delante pero serían los Celtics quienes se irían ganando al descanso. Ampliaban su ventaja a cinco en el ecuador del partido. Irving lideraba la anotación del encuentro con 16 puntos.

Al comienzo del segundo periodo se rompió el partido. En apenas unos minutos, el equipo de Boston ya había abierto brecha con los tejanos. Se notó la ausencia de Manu Ginobili -baja de última hora ‘por descanso’- en la rotación de los Spurs, que vieron como sus rivales se escapaban con cierta comodidad. Del 49-54 que lucía en el electrónico al descanso se había pasado a un 51-64, un parcial de 2-10 en apenas tres minutos que dejaba a los locales trece puntos por encima en el marcador. La franquicia negra y plateada no se dio por vencida. Comandados por un Rudy Gay imperial en el poste, lograron reducir la diferencia a la mitad, teniendo un par de posesiones para ponerse solo tres-cuatro puntos abajo, pero la intentona fue frenada por el banquillo céltico. Fueron Marcus Smart y Terry Rozier los que frustraron las esperanzas de los visitantes, activos desde el triple y ágiles conduciendo y finalizando contrataques. El partido se había ido definitivamente, los de Boston se llevaban el gato al agua. La segunda mitad del último cuarto fue dedicada a aquellos famosos ‘minutos de la basura’. Como curiosidad, aprovechando estos minutos Brandon Paul se convirtió en el máximo anotador de San Antonio en la noche en el Garden, con un destacado 75% en tiro.

En los Celtics destacamos a Al Horford con un doble-doble (14p-13r), y a un Jaylen Brown que crece cada día más y anoche anotó dieciocho puntos. Los Celtics han demostrado que aun sin Hayward son candidatos a quedar primeros, posición donde ahora mismo se encuentran empatados con los Pistons.

Fuente imagen principal: nba.com

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