Un muy buen Girona sorprende, en Montilivi, a un Real Madrid impreciso y sin intensidad que deja a los blancos a 8 puntos del Barcelona, el líder de la competición, mientras que los locales se ubican en el puesto 12 de la tabla.
Tras el revuelo formado estos últimos días acerca de la disputa del partido de hoy, se pudo jugar finalmente y sin ningún tipo de altercado en Girona. El encuentro se reforzó con mucha más seguridad de lo habitual, y afortunadamente sólo se hablará de lo deportivo en lo que respecta a este encuentro.
El Girona recibía al Real Madrid por primera vez en su historia en Montilivi. Era el primer enfrentamiento entre ambos clubes tras el ascenso del equipo catalán a Primera División, que recordamos que hace 12 años estaba en Tercera División. El club blanco salió con toda su artillería exceptuando los lesionados. No querían confiarse y era obligatorio ganar para seguir la estela del Barcelona que sigue sin perder en liga esta temporada.
El partido empezó con clara superioridad de los rojiblancos que ya avisaban al Madrid de que hoy no se lo pondrían nada fácil. Los de Zidane mostraron muy poca intensidad y no fueron capaces de dominar la posesión en los diez primeros minutos de juego. Fue en el minuto 11 cuando Maffeo disparaba al poste, y el Madrid, en una contra liderada por Benzema, abría el marcador con gol de Isco tras un rechace de Bono a tiro de Cristiano. Los blancos intentaron por fin hacerse con el dominio del partido con el resultado a favor. Sin embargo, el Girona seguía llegando con facilidad y la sensación de empatar el partido cada vez era mayor. Prueba de ello fue un remate de cabeza al palo de Portu en el minuto 34, que estuvo a punto de entrar.
En la segunda parte se esperaba una reacción por parte del Real Madrid, pero no se vio para nada un cambio de actitud. Es más, el Girona y su afición apretaron con más fuerza y fueron a conseguir puntos. En el 54′, Stuani ponía el empate en el marcador tras una buena jugada en el área, marcando un gol histórico para la ciudad gerundense. Motilivi se vino arriba y cuatro minutos después Portu marcaba el segundo de tacón, tanto que reclamaron los blancos por una posible posición de fuera de juego.
Media hora era el tiempo que tenía el Real Madrid para reaccionar, volcarse en el ataque, e intentar sacar algo positivo del que estaba siendo probablemente el peor partido del conjunto merengue en lo que va de temporada. Sin embargo, ni el paso atrás del Girona, ni los cambios de Zidane, provocaron un cambio de actitud en un equipo que parece haber perdido las ganas de ganar. Solamente Isco parecía tirar del equipo, pero hoy no vimos a los jugadores que suelen resolver estos partidos habitualmente. Muchas pérdidas, imprecisiones, y falta de ideas arriba, que terminaron por consumir el tiempo sin ni siquiera un gol que podría haber terminado con reparto de puntos.
Tres puntos más que merecidos para el Girona, que esta tarde ha vivido como una fiesta el primer Girona – Real Madrid de la historia en competición oficial. Los de Pablo Machín se alejan de la zona peligrosa de la tabla con 6 puntos de colchón sobre la línea que marca el descenso. Sensaciones muy opuestas a las del club blanco, que tras una actuación discreta en Fuenlabrada, deja mucho que desear ante un recién ascendido. Y es que los de Zidane ya están a 8 puntos del Barcelona, que ya ha jugado en campos difíciles como el Wanda Metropolitano y San Mamés, y que ya hizo los deberes en Girona con un 0-3. Mucho tienen que cambiar las cosas en Chamartín si a final de temporada quieren seguir peleando por defender el título de Liga.
Síganme en @MiguelezDaniel y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.facebook.com/sextoanillo, en nuestro Instagram: sextoanillo. Entérate de todas las noticias del club blanco en @SextoAnilloRMA
Fuente vía de la foto principal: as.com
