Primer partido de Euroliga en Valencia, que llegaba con la lógica duda de la reacción que iba a tener el Valencia Basket tras las dos derrotas sufridas la semana pasada ante el Khimki y el Real Madrid. Afortunadamente el Valencia reaccionó sólidamente ante un Anadolu Efes inferior al equipo taronja.
Esta temporada va a ser larga para los equipos que jueguen competiciones europeas, los cuales tendrán que aprender a gestionar las derrotas, las lesiones y el esfuerzo físico en cada partido. Todas estas variantes ya las conoce el Valencia Basket en apenas un mes de competición, y a buen seguro afectarán al resto de los rivales. El de hoy venía herido por la derrota en Turquía ante el Real Madrid y con ganas de recuperarse de ese traspiés en una cancha bien conocida por su entrenador Perasovic y su último fichaje, Justin Doellman, los cuales recibieron unas cariñosas y cerradas ovaciones por parte de la agradecida afición valencianista, sabedora de que personajes como estos fueron los que pusieron las primeras piedras de los éxitos actuales.
El Valencia Basket encarriló el partido gracias a una gran actuación de Green y Dubljevic. Ambos anotaron 15 puntos del 17-6, que imperaba en el marcador cuando Perasovic pidió un tiempo muerto para taponar la sangría de semejante herida. Unos ajustes en la defensa turca y un tanto más de acierto en el ataque hicieron que se llegara al final del primer cuarto con un 19-13 tras unos primeros 10 minutos algo anodinos.
El segundo cuarto comenzó con los taronja con ganas de poner tierra de por medio logrando 3 triples consecutivos y augurando un partido cómodo, pero un acertadísimo Mc Collum y el gran trabajo de Stimac cargando a Pleiss y Dubljevic con 3 faltas personales a falta de 6 minutos para llegar a la primera parte hicieron saltar las alarmas en el banquillo local. Vidorreta no tuvo más remedio que tirar de un casi inédito Tryggvi Hlinason, que hizo lo que pudo, pero su falta de experiencia y los lógicos nervios hicieron que los jugadores turcos entraran a canasta como cuchillo en mantequilla, llegando al descanso con un inquietante empate a 38.
Tras la pausa todos esperaban un partido ajustado en las que el Valencia tendría todas las de perder ante un equipo con la garra y el ADN de Perasovic, siempre atento desde la banda a cualquier movimiento de sus jugadores. Pero una vez más surgió la figura de un Joan Sastre espectacular, que con sus triples, robos de balón e imparables contraataques distanciaba a los locales en 12 puntos. Su relevo lo tomó un Green nuevamente acertadísimo y la oscura labor de Doornekamp en defensa, que hundió a los turcos en el marcador: 68-48.
Con esta ventaja ya no había apenas sitio para la sorpresa, aunque la confiada salida de los locales en el último cuarto y la buena defensa turca acercó al Efes peligrosamente en el marcador. Una vez estabilizada la ventaja en los 8-10 puntos el partido perdió intensidad finalizando 78-71, con 42 puntos entre Mc Collum y Stimac, que habla a las claras de un Efes desequilibrado y que tendrá que mejorar bastante su juego en equipo si quiere aspirar a estar delante en esta competición. Por su parte, en los taronja cabe destacar el buen partido del montenegrino Dubljevic tras unos encuentros bastante flojo, justo en el peor momento físico para él, que tuvo que jugar con máscara tras la rotura del tabique nasal en el partido contra el Madrid.
Cae la noche sobre Valencia y los jugadores salen de la Fonteta con caras de satisfacción por el deber cumplido pero con miradas de preocupación ante la semana que tienen por delante con dos partidos de Liga y otros dos de Euroliga de domingo a domingo. Próxima parada para el Valencia Basket, Murcia. Equipo muy correoso y que le tiene cogida la medida en los últimos partidos disputados.
Foto: Euroleague/Getty
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