Crónicas

Un clásico devaluado, pero intenso

La mañana de este sábado fue el escenario para un encuentro con exuberante historia en la Premier League.

Liverpool 0 0 Manchester United

 

Su rivalidad data desde 1894, año en el que el United jugaba como Newton Heath. Una de las principales razones para explicar la rivalidad entre ambas aficiones es la cercanía existente entre las dos ciudades, separadas por apenas 56 kilómetros. Ambos son los equipos más laureados en la isla británica.

El partido con tinte de extremo, intenso y tácticamente reñido, evidenció a los locales con un planteamiento ofensivo y disposición de presión alta sobre la salida de la pelota. Klopp y su trillado 4-3-3; con Gomez y Matip sobre el franco derecho a cargo de la marca de Martial; Lovren y Moreno por la zurda intentaban neutralizar incursiones de una de las últimas restauraciones futbolísticas de Mou: Young.

En la media cancha un tridente con Henderson como pivote, tirado a la derecha Wijnaldum y por izquierda en el rol de conductor Can. Arriba con Coutinho por izquierda jugando de todo y moviendo todo. Es difícil identificar el rol de Cou cuando juega desde tres cuartos de cancha llegando hasta el área, ocupando todos los carriles y asumiendo todos los roles. Un crack como él merece un análisis científico y personalizado; por derecha Salah y por el centro Firmino.

Mou por su parte implementó un 4-1-4-1, con Matic de pivote, Ander sobre la derecha con responsabilidades mixtas. Young y Martial como extremos y Mkhitaryan de conductor; arriba el solitario Lukaku.

El partido planteado por Mou se fundamentó en el poder de la posesión de la media cancha. El United no salió a jugar, salió a imponer la pierna por sobre el fútbol. El Liverpool asumió su responsabilidad de gestor, utilizando como instrumento la posesión (63 % durante la primera parte). Producto de la insistencia Matip conectaba a quemarropa una jugada de Firmino (tirado por la banda izquierda). De Gea de manera milagrosa bloqueó con el pie izquierdo a sólo centímetros de que de la línea de gol. El Manchester por su parte respondió con dos buenas jugadas. Una de Matic que remató apenas desviado desde antes de la media luna. La segunda a cargo de Lukaku que no supo definir en el mano a mano rematando al bulto de Mignolet.

Para el segundo tiempo el Liverpool presentó un estilo más agresivo e intenso. Se empezaron generar espacios que fueron explotados por el astro brasilero Coutinho quien condujo innumerables situaciones de gol malogradas por Wijnaldum y Can. El sudamericano generó además un penalti no pitado en su contra por intervención de Herrera. Mou mandó a la cancha a Lingard y Rashford, incrementando el volumen de juego y recuperando el control del balón a mayor distancia de su área. No obstante, los locales contaron con algunas jugadas de peligro controladas por De Gea constituido en el jugador del partido.

Así concluyó el encuentro, con el Liverpool controlando la posesión, pero negligente en definición. Un Manchester United replegado pero macizo e inteligente en la gestión del partido. Al final un cero en las porterías y ambas escuadras vigentes en el tablero de posiciones a pesar del clásico devaluado, pero intenso.

Ficha técnica
Liverpool: Mignolet; Gomez, Matip, Lovren, Moreno; Henderson, Can, Wijnaldum; Salah, Firmino y Coutinho. (DT: Jürgen Klopp).
Manchester United: De Gea; Valencia, Smalling, Jones, Darmian; Herrera, Matic; Young, Mkhitaryan, Martial; Lukaku. (DT. José Mourinho).
Goles: 0-0.
Árbitro: Martin Atkinson.
Incidencias: Anfield.

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