No cabe duda que Estados Unidos ha firmado uno de sus peores momentos con la derrota del pasado martes. Y ésto además de evidenciar un ciclo mundialista desastrozo, ha hecho que muchos se replanteen el sistema estadounidense en el fútbol.
Y es que si partimos de que en Estados Unidos los jóvenes tienen que pagar para que puedan ser desarrollados, pues ahí se discrimina a muchos talento que no tiene los recursos.
Todos sabemos que el país de las “Barras y las Estrellas” tiene dinero y mucho, entonces por que no hacer una inversión en el talento. Así nunca van a trascender, si no hay jóvenes, van a sufrir en algún momento un recambio generacional y no estarán listos.
Tienen un joya cómo lo es Pulisic que tienen que aprovechar, pero si juegas sin corazón, sin ganas y pensando que con la camiseta vas a ganar como jugaron el martes contra Trinidad y Tobago, entonces también tienen un problema en la mentalidad.
¿Fracaso anunciado?
Muchas cosas taparon el verdadero nivel de los Estados Unidos, pero lo que también pasa es que no se les exige mucho porque no es un deporte tan popular.
Con Klinsmann la crisis comenzó, los eliminó Jamaica en la Copa Oro de 2013, perdieron ante México el pase a la Copa Confederaciones y la cereza en el pastel llega con Bruce Arena y el mayor fracaso en la historia del fútbol estadounidense.
Ahora es el momento en el que los cambios lleguen, figuras cómo Landon Donovan lo piden a gritos. Llegará el 2026, Estados Unidos albergará el Mundial y necesitan ser aunque sea competitivos.
En Brasil 2014 no le hicieron ni caricias a las selecciones con las que les tocó compartir grupo. Sin duda alguna fue un grupo complicado pero demostraron que no pudieron hacer dignos partidos, como si lo hizo México.
La estructura del negocio de Estados Unidos necesita cambiar, dejar un poco de lado el amor por el dinero y ver más por el talento y el desarrollo del fútbol estadounidense.
Imagen destacada: Getty Images
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