El Real Madrid sigue con su proceso de renovación de la plantilla, tras las de Isco, Marcelo, Carvajal, Benzema, Llorente y Varane, le ha llegado el turno a otra joven promesa, a un futbolista que promete ser el futura crak, e incluso algunos de sus compañeros lo ven como un futurible balón de oro. Marco Asensio tan sólo ha necesitado una temporada para el primer equipo para ganarse la renovación.
Asensio, llegó al Madrid procedente del Mallorca previo paso por el Espanyol, el conjunto blanco ya le echó el ojo cuando aún jugaba en segunda división, se llegó a un acuerdo para que fuese jugador del Madrid pero que siguiese cedido en la isla balear. La siguiente temporada y para continuar con su proceso de formación, el futbolista recaló en el conjunto perico, donde dejó un buen sabor de boca.
Un gran pretemporada bastó para convencer a Zidane para que contase con él y no saliese nuevamente cedido, y no le salió nada mal la jugada, ya en el primer encuentro, en la Supercopa de Europa, en la que salió de titular, demostró su tremenda calidad con un golazo, pero no sólo debutó en esta competición con un tanto, sino que es el primer futbolista que consigue marcar al menos un tanto en su debut de todas las competiciones. Y a base de golazos y de buenas jugadas se ha ganado el respeto del Bernabéu y de una renovación que no sólo conlleva una subida de sueldo, sino también de una cláusula que asciende hasta los 700 millones y consigue así evitar la tentación de los petrodólares.
En tan sólo un años, el 20 merengue ya ha levantado una liga, una Champions, dos Supercopas de Europa, dos Supercopas de España y un mundialito de clubes, además de haber debutado con la selección española.
Tras el pertinente acto de renovación y la foto de rigor con la Champions de fondo, el futbolista pasó a la sala de prensa, donde afirmó sentirse orgulloso de “ampliar el contrato. Este año he empezado muy bien y mis objetivos son los mismos, ganar muchos títulos”.
Tampoco quiso olvidarse de sus compañeros ni de sus míster, para los que no escatimó en elogios: “De pequeño mi ídolo era Zidane y ahora lo tengo como entrenador. De mis compañeros me sorprende Cristiano y su ambición. Después de ganarlo todo siempre quiere más, nos contagia a los demás”.
A sus 21 años es consciente que nada de esto hubiese podido ser posible si no hubiese sido por su familia, por lo que quiso agradecer “todo a mi familia que me ha apoyado en todos los momentos y gracias a ellos me puedo mantener como soy”.
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