Tensión hasta el final en el Baltasar Pujales. Invitada de excepción al encuentro entre el Rápido de Bouzas y el Atlético de Madrid B, que terminó con un empate merecido para ambos conjuntos.
Con la ilusión de defender el liderato afrontaban los locales el encuentro, mientras que los colchoneros querían seguir sumando en su primera visita al campo vigués. El filial rojiblanco llegaba al descanso por delante en el marcador tras una buena primera parte, pero los de Borja Jiménez consiguieron igualar las cosas en una segunda mitad en la que crearon mucho peligro.
El partido se iniciaba con un intercambio de balón: no tenía dueño. Parecía que ninguno de los dos equipos quería hacerse con la posesión, así que el esférico rodaba sin dueño por el verde. El juego se concentraba en el centro del campo, siempre con idas y venidas, pero con pocos acercamientos a las áreas.
A medida que transcurrían los minutos, los jugadores dirigidos por Oscar Fernández se iban haciendo con el mando del partido, dominaban y creaban, pero seguían sin acercarse con peligro. Este factor lo intentaban aprovechar los locales para salir a la contra, pero la defensa rojiblanca estaba muy atenta.
En torno a la media hora de juego, los dos conjuntos se empezaban a asomar con más insistencia a las áreas, sobre todo los atléticos. Y poco después consiguieron su premio. En las botas de Arona nacían la jugada por la banda derecha y el centro, que encontró a Chiristian en el área pequeña. Sin mucha oposición, el delantero remató al fondo de las mallas de la meta de Brais, que poco pudo hacer.
Se le ponían las cosas de cara a los madrileños, sobre todo porque el juego del Rápido de Bouzas no pasaba de los balones largos que buscanban sorprender a la defensa rival. Así se llegaba al intermedio, con un claro dominio del filial del Atlético, tanto en el juego como en el marcador.
La salida de vestuarios venía acompañada de algunos cambios en el equipo de Borja Jiménez. Entraba en el terreno de juego Carnero, lo que ayudó al equipo a cambiar 180º su juego. Los pases en largo eran cosa del primer tiempo, y las combinaciones de los gallegos empezaban a crear peligro.
Los colchoneros perdieron el dominio que tenían, así que tenían que aplicarse en defensa para mantener la ventaja. Carlos Marín se convirtió en un muro para los jugadores boucenses, que lo intentaban de todas las maneras, pero sin fortuna.
Borja Jiménez seguía moviendo el banquillo, dando entrada a Yago Pérez y a Carlitos, que revolucionarían el encuentro. El Atlético seguía sin encontrarse, poco quedaba del equipo que había marcado el compás en la primera mitad.
Después de varias ocasiones rondando el área rojiblanca con peligro, Yago Pérez conseguía batir a Carlos Marín tras una gran jugada de Carlitos por la banda izquierda. Igualaban el marcador, pero querían más. A estas alturas del encuentro, los jugadores de Oscar Fernández se vieron apurados: habían perdido su ventaja y el Rápido de Bouzas intentaba consumar la remontada.
Carlitos seguía a lo suyo, y a punto estuvo de adelantar a los suyos, pero el poste, un poco de fortuna y Carlos Marín lo impidieron. Los dos equipos lo siguieron intentando hasta el pitido final, pero no cambió el marcador.
Partido de idas y venidas, de contrastes. Cada conjunto dominó una parte, por eso al final el marcador reflejó lo que se vio en el terreno de juego, igualdad.
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