Análisis

A propósito de Bale

Aprovechando que el “expreso de Cardiff” visita mañana Anoeta, es un buen momento para analizar el porqué del cuestionado rendimiento del galés.

El origen de esto no viene dado por un estado de forma puntual e incluso de uno emocional (dicen las malas lenguas que no es feliz), todo se remonta a la llegada de Zizou al banquillo merengue y de la confección de una plantilla con una percepción futbolística diametralmente opuesta a la mostrada en anteriores campañas y/o épocas.

Hasta la fecha, el equipo blanco era reconocido como un devorador de contras, sintiéndose cómodo en rápidas transiciones e incluso cediéndole el balón en largas fases al equipo contrario. Los blancos tenían la capacidad de replegarse en su propio campo y de oler la sangre una vez se hacía con el esférico a las espaldas de una adelantada línea defensiva rival.

Ahí, en ese contexto, el galés nadaba como pez en el agua. Su velocidad de aceleración multiplicaba su virtud apareciendo como un cuchillo cada vez que la transición y el espacio lo requerían.

Pero los tiempos han cambiado.

El actual Madrid es un equipo con un gusto exquisito por el trato del balón, que intenta apretar alto en muchas fases del partido y provocar el daño ajeno mediante precisas combinaciones que constantemente eliminan rivales y generan ventajas en el juego madridista.

Es precisamente ahí donde Gareth naufraga. No se siente cómodo en la interpretación armónica del juego y su objetivo es siempre llevarlo todo al duelo individual, ahí donde su potente destreza física puede ayudarlo a sortear con éxito a jugadores rivales. Pero en el juego actual, eso es dar pocas prestaciones a un equipo que en la mayoría de ocasiones debe enfrentarse a pobladas y bien organizadas defensas rivales.

Si quiere mejorar su aporte al juego, debe interpretar mejor la percepción espacial sabiendo que no solo se genera ventaja a través de las espaldas de la línea defensiva rival, sino que también puede generarlas perfilándose en intervalos que le proporcionen superioridades cualitativas y que dificulten las ayudas defensivas al equipo contrario.

Mañana, nuevo capítulo del serial en Anoeta y ante una Real desatada en este inicio de campeonato.

Foto: elmundo.es

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