Si bien su papel siempre ha estado en un segundo plano, lejos de la euforia de los goles, hay jugadores que a pesar de no tener nombre en un partido sí que lo tienen en el juego que despliega su equipo en el mismo. Los mediocampistas defensivos son ejemplos de ello. Su trabajo se “limita” al posicionamiento, a la defensa y a la transición desde la propia defensa hacia el ataque. Es una tarea oscura y poco mediática, por decirlo de alguna manera, pero vital para un equipo. Es una tarea preparada para hombres como Ander Iturraspe.
Ander, natural de la localidad vizcaína de Abadiño, arribó a la cantera del Athletic Club desde que era un chaval y desde los niveles más bajos fue ascendiendo hasta lo que es hoy, un jugador muy importante en la escuadra rojiblanca. Desde los 10 hasta los 28 que tiene actualmente, han pasado ya 18 años en los que ha tenido una gran trayectoria, en la que no ha habido apenas altibajos y en la que ha demostrado que la regularidad es una de sus virtudes. Tal es así, que ya lleva 200 partidos ligueros en el primer equipo. Casi nada.
Su debut se produjo a las órdenes de Joaquín Caparrós en la temporada 2008-2009. Joaquín, que en su etapa en el Athletic siempre demostró interés en la cantera, dándoles la oportunidad de jugar a otros jugadores importantes hoy día como Muniain, De Marcos y San José, le hizo jugar su primer partido frente al Málaga en septiembre de 2008. No obstante, a lo largo de esa temporada no tuvo gran participación, jugando apenas 5 partidos en toda la temporada. Fue a partir de las siguientes 2 temporadas en la que empezó a adquirir más galones. Tanto en la 2009-2010 como en la 2010-2011, Ander aumentó sus presencias en el primer equipo y aun no siendo todavía indispensable, si era una pieza a tener en cuenta en la plantilla.
La llegada de Marcelo Bielsa fue clave en su progresión. En la mejor temporada lo que llevamos de siglo XXI, Iturraspe duplicó sus partidos, llegando a disputar 35 partidos ligueros frente a los 17 de la temporada anterior. Este crecimiento, influido en parte por el cambio de posición de Javi Martínez a la posición de central, le hizo ya ganarse su puesto en el once, con tan sólo con 22 años. En la primera temporada del argentino, ejerció de centrocampista defensivo por detrás de hombres como Ander Herrera y Susaeta y fue vital para que el Athletic disputase dos finales ese año.
Después de la última temporada de Bielsa, que no fue buena a nivel colectivo pero sí individualmente para Ander, Ernesto Valverde volvió para entrenar al Athletic casi 8 años después de su marcha y 10 de que asumiera los mandos de los leones por primera vez. Con el “Txingurri” cuajó una temporada magistral, en la que el Athletic se clasificó para la Champions League y en la que formó parte del once inicial del campeonato.
Sin embargo, y pese a llevar ya un lustro de temporadas como león sin ninguna, Ander sufrió una lesión a comienzos del 2015, comenzó a perder rodaje y fruto de ello perdió su lugar en el once inicial. Las dos temporadas siguientes fueron más negativas que las anteriores, pero siguió contando con la confianza del entrenador, y en ninguna de las dos bajó de los 25 partidos disputados.
Nueve años después de su debut, Ander es un jugador importante, un jugador que nunca se ha escondido a la hora de realizar su labor. Puede que esté viviendo un momento más delicado que en otras campañas, pero también es el primer bache con el que se ha encontrado. Pocos jugadores han sido tan constantes como él, siendo muchas las estrellas mundiales que han tenido largos colapsos y bajones en su rendimiento. Tal vez Ander se encuentre en un puesto poco iluminado, tal y como se ha mencionado al principio del artículo, pero eso no significa que él no sea una estrella.
Imágenes vía: Web oficial Athletic Club, Jornada perfecta
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