El pasado domingo no fue un día normal en la vida de Gerard Deulofeu. El canterano volvía a casa con el objetivo de ayudar a su equipo a conseguir una victoria necesaria para mejorar las sensaciones. Sin embargo, el reciente atentado que tuvo lugar en Barcelona lo iba a hacer mucho más especial ya que deseaba, al igual que todo el equipo, poder homenajear a las víctimas del atentado y así lo hicieron.
Gerard Deulofeu volvía tras sus andanzas en Inglaterra, España e Italia. En Inglaterra, jugó en el Everton. Allí no terminó de consolidarse y nunca contó con la confianza plena del entrenador, a pesar de ser muy querido por la afición (Goodison Park vibraba durante los minutos que disputaba al grito de “He`s magic, you know. Gerard Deulofeu”). No estando contento con su papel en el equipo decidió volver a España como jugador del Sevilla donde tampoco encajó. Tras su vuelta a Inglaterra, en Enero del año pasado terminó recalando en el Milan. Allí volvió a disfrutar del futbol ganándose un puesto de titular y la convocatoria con la Selección Española.
Con todo esto, el Futbol Club Barcelona decidió recomprarlo este verano tras la disputa del Europeo Sub-21. Deulofeu se incorporó antes de sus vacaciones, pero una lesión le impidió viajar a la gira por EEUU. Después disputó varios partidos, incluyendo la Supercopa de España, donde estuvo demasiado centrado en intentar pasarle el balón a Messi. Finalmente, el domingo jugó su primer partido de Liga. Aunque no fue su mejor partido, no estuvo nada mal al realizar las asistencias de ambos goles.
Parece que tras la venta inesperada de Neymar y a la espera de los tan ansiados fichajes, va a tener un papel más protagonista de lo que a priori se esperaba. Sin embargo, tiene un problema: le exigen sustituir a Neymar lo que es una carga demasiado grande para cualquier jugador. Cuando eran un chaval se le pusieron innumerables etiquetas y le comparaban continuamente con Messi y eso le perjudicó notablemente. Muchos le conocen como “la eterna promesa” ya se depositaron muchas esperanzas en él y nunca terminó de explotar. Sin embargo, a sus 23 años Gerard ha crecido tanto personal, acaba de ser padre, como futbolísticamente. Destaca, además de ser ambidiestro, su capacidad de encarar, regatear y centrar y, aunque siempre fue criticado por sus carencias defensivas, en lo poco que va de temporada se le ha visto presionando y ayudando en defensa al equipo constantemente.
Gerard ha venido en busca de minutos al equipo de su infancia tras un periodo de madurez y aprendizaje. No es un fichaje estrella, pero conoce el club y va a darlo todo por llevarlo a lo más alto. Se crió en la Masía y parece entenderse muy bien con Messi. Quizá debería contar con la oportunidad de demostrar su talento sin la presión de tener que superar a otros jugadores. Neymar es Neymar, Messi es Messi y Deulofeu es Deulofeu. Dejen de comparar, confíen y veremos de lo que es capaz.
Foto: Minuto de silencio en el Camp Nou por las víctimas de los atentados en Cataluña. Fuente: elperiodico
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