Ott Tanak consiguió la segunda victoria de su carrera en un rally de Alemania que acabó con unos resultados muy sorprendentes. La segunda posición la ocupó Andreas Mikkelsen y el último cajón del podio fue para Ogier, que se volvió a colocar como líder del campeonato y certificó un fin de semana fantástico para M-Sport. Neuville no pudo acabar la prueba y tendrá que remontar en los tres últimos rallyes del WRC para luchar por el título.
Sin duda, la prueba teutona acabó con el equipo de Malcolm Wilson como gran beneficiado y con un equipo Hyundai que sale muy tocado de su segunda casa. Neuville está ahora a 17 puntos de Ogier, distancia que, a priori, no es definitiva y unas buenas actuaciones del belga pueden acortar. Por el contrario, en el mundial de constructores, el doble podio de M-Sport deja a los de Ford con el título de constructores casi sentenciado, ya que son 64 puntos los que separan a las dos marcas.
El rally empezó bien para Dani Sordo, que comenzó liderando y siguió en los tiempos de cabeza hasta que en la SS4 perdió el control de su i20 WRC que cayó por un pequeño barranco. Otra decepción para el cántabro un rally en el que no podía fallar. Su jefe, Michel Nandan, tomará nota. Después de esto, Mikkelsen dio una sorpresa rotunda y se colocó líder, seguido muy de cerca por Tanak y con Ogier y Neuville más lejos. Se notaba la tensión entre los dos pilotos en su lucha por el campeonato. Neuville trataba de atacar pero de forma muy insegura y cometiendo algún error grave que pudo acabar con su rally antes de lo previsto. Ogier hizo un trompo en la parte final de la jornada que colocó al belga justo por delante suya. Finalmente Tanak atacó y finalizó el día como líder. Dos de los pilotos de Toyota, Latvala y Lappi, tuvieron varios problemas que los alejaron de los puestos de cabeza.
La jornada del sábado comenzó con el segundo desastre para Hyundai. Thierry Neuville rompía la suspensión de su i20 al cortar en una curva (realmente poco puede hacer el belga para evitarlo) y veía como los dos campeonatos cambiaban de color totalmente para la escudería coreana. Ogier, que tuvo en cuenta el problema del piloto de Hyundai, levantó el pié para conservar el tercer puesto y recuperar el liderato en el mundial. En la jornada del domingo Mikkelsen trató de atacar pero Tanak se defendió de maravilla para conseguir la segunda victoria de su carrera, la primera en un asfalto que es, en teoría, su peor superficie. Cuarto fue un Juho Hanninen que salvó los muebles de su equipo, Craig Breen recogió otro quinto puesto para la colección y cumplió lo pedido por su equipo. Evans y Latvala finalizaron sexto y séptimo respectivamente. Hayden Paddon demostró que está muy verde en asfalto y fue octavo, muy lejos del ritmo de cabeza.
En el WRC3 Nil Solans tuvo un accidente en el primer día pero fue capaz de remontar hasta ser segundo y proclamarse campeón de la categoría. Además, es líder en el WRCJunior y con una buena actuación en el próximo rally en su casa podría certificar el segundo título del año.
