Análisis

Un manjar de dioses cocinado por Zidane

Perfectamente se podría hablar de cambio de ciclo al cien por cien, y más después de tantos y tantos títulos levantados durante estos pasados dos años. El Real Madrid domina España, Europa y espera poder hacer lo mismo con el Mundo el próximo mes de diciembre. El Barcelona, por su parte, espera agazapado y no encuentra solución a su calvario. Todo ello, gracias al brillante cerebro de Zidane.

Ya decían aquellas voces que entienden más de este oficio que los que derramamos tinta sobre polémica que algún día volverán las oscuras golondrinas. ‘Volverán, eso está bien claro‘, no paraban de comentar. Cuando todo se daba por perdido y Cherysev nos eliminaba de la Copa del Rey, lo decían. Cuando los equipos de la Liga nos pasaban por encima con una táctica vergonzosa por nuestra parte, lo decían.

Razón no les faltaba, pues ese día llegaría. Es más, ya ha llegado. Lo tienen delante de ustedes. Hasta siete títulos han pasado desde aquel momento en el que estábamos sumidos en una de las crisis más duras para el madridismo. Hasta dos Champions League.

Sin embargo, muchos se preguntarán el porqué de esto, el porqué de una resurrección tan enorme en tan poco tiempo. Claro, es evidente que suena extraño ver cómo una bestia de esta envergadura se levanta del suelo, se limpia el polvo y sale a devorar a sus adversarios en cuestión de meses. Pues bien, para aquellos curiosos que no hayan seguido en exceso la actualidad merengue, conviene informarse acerca de un nombre un tanto viral hoy día. Conviene informarse acerca de Zinedine Zidane.

Un gestor de grupo

Ya lo decía el entrenador de Alevines del Málaga C.F., Juan Díaz: ‘Más vale un buen gestor de grupo que un entrenador‘. Y es que, Zidane es uno de esos pocos gestores que quedan actualmente y que realizan un trabajo brutal, uno capaz de dar la dosis de motivación suficientemente precisa como para ver a Carvajal dar un ‘Sprint‘ en el minuto 70 para defender.

Zizou‘ ha enseñado a su equipo a creer, a saber que ellos pueden y que, esforzándose, alcanzarán lo que deseen. Es por ello por lo que en el Madrid todos trabajan, todos bajan a defender y todos se mueven cuando es necesario. Nadie queda indiferente ante esta personalidad que tiene a toda la plantilla al completo contenta y con el que ningún profesional tiene problema alguno.

Un entrenador perfecto

Pero si de gestor de grupo tiene una matrícula de honor otorgada por parte de cualquier aficionado, como entrenador tiene un sobresaliente. El caso es que Zidane no escatima ni mucho menos en esta faceta, sino todo lo contrario: sobresale por encima de muchos.

El saber llevar como si de su familia se tratase a una plantilla de 25 jugadores que podrían ser titulares en cualquier equipo, es otra de sus cualidades. Ya ha quedado demostrado que sabe rotar a la ‘BBC‘ y dar los minutos justos a los que más lo merecen. Lucas Vázquez ha llegado a ser lo que es gracias a su racionamiento, y Marco Asensio ha sido engendrado en sus manos de terciopelo con el mayor cariño posible.

Junto a estos nombres quedan muchos, iconos como Isco, Kovacic, Nacho…, componentes del once que saben que deben rendir cuando se les pide. Eso sí, siempre teniendo un esquema tras ellos envidiable por parte de muchos entrenadores.

Un portero de garantías que ha salvado lo que nadie salvará

Cuando se fue Iker el Madrid creyó que moría. Todos vieron cómo un agujero negro se abría en la portería del Santiago Bernabéu y la amenaza de gol era constante. Sin embargo, meses más tarde, Casillas pertenecía al pasado blanco y era Keylor Navas el que, con su mano tocada por Dios (aquel al que tanto ama y agradece su profesionalidad), enamoró al fútbol.

En efecto, de no ser por él, todo sería muy distinto, por ello merece que se le dediquen unas palabras. El ‘Tico‘ ha sacado las castañas del fuego en múltiples ocasiones, y ha dejado bien claro que no tiene relevo posible, que la portería de Zidane es suya.


Son todas estas cosas y millones de pequeños detalles que pasan desapercibidos por el ojo humano y la prensa mundial, lo que hacen que este club funcione como el engranaje de un reloj suizo, ese que Zidane maneja desde la maneta con una precisión de cirujano.

Imagen: Pressdigital.

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