“La unión del rebaño consigue que el lobo se acueste con hambre”

 Anquela (entrenador del Alcorcón)

Frase colocada en un cartel en el vestuario antes de ganar 4-0 al Real Madrid en copa el 27/10/2009.

Para comenzar con este artículo debemos comprender las diferencias entre un conjunto de personas y un equipo. Imaginemos el equipo de fútbol de nuestro pueblo y cualquier viaje que hemos realizado en un autobús. ¿Qué diferencias encontramos entre ambos grupos de personas?

El grupo de personas que viaja en autobús se puede decir que se han unido accidentalmente. Los objetivos que persiguen son individuales (uno viaja para ir a la universidad, otro para ver a su familia, etc…), no existe interconexión entre estas personas y no hay una identidad como colectivo (este grupo no presenta características que lo puedan diferenciar de otros).

Podemos imaginar que el equipo de fútbol de nuestro pueblo no presenta estas particularidades. En este caso si existe una identidad colectiva (nuestro club se diferencia de otros como por ejemplo por el nombre, la vestimenta, etc.), existe un sentimiento participativo para la consecución de objetivos comunes, los individuos de este grupo presentan patrones de interacción así como métodos estructurados de comunicación y por último encontramos interdependencia entre la persona y el grupo. Por tanto en el equipo encontramos que tiene una estructura, interdependencia entre sus miembros y una identidad como colectivo.

Durante mucho tiempo se ha tratado de encontrar factores y variables que puedan conducir a conseguir la excelencia en el ámbito del rendimiento deportivo, pero aún no se ha llegado a acuerdo sobre cuáles son los más relevantes (Marsillas, Rial, Isorna y Alonso, 2014).

Dentro de todos los diferentes factores y variables psicológicas que pueden interferir en el rendimiento de un equipo encontramos la cohesión grupal, la cooperación y la eficacia deportiva.

Carron (1982) define la cohesión como “un proceso dinámico que se refleja en la tendencia de un grupo a permanecer unido en la consecución de sus metas y objetivos”. Por tanto, la cohesión grupal revela la tendencia del grupo a permanecer todos juntos.

Para que exista una buena cohesión los jugadores deben pasarlo bien juntos, disfrutar, hablar, compartir entre ellos, etc. Se puede promover a través de actividades como concentraciones, reuniones, actividades extradeportivas, organizar eventos deportivos, etc.

La cooperación hace referencia a la búsqueda de objetivos personales y de equipo, y la combinación para producir comportamientos deportivos en determinados momentos de la competición (Garcia-Mas, Olmedilla, Ortega, Almeida, Lameiras, Sousa y Cruz, 2009). En resumen, la cooperación refleja la unión de dos o más personas del equipo que en un momento determinado actúan de manera conjunta para lograr un mismo fin.

Para la mejora de la cooperación pueden llevarse a cabo juegos cooperativos como “pasa la pelota”. En este juego los deportistas se colocan en fila con las piernas abiertas y mirando todos hacia delante. Tienen que pasar la pelota con las manos por debajo de las piernas de delante hacia atrás, una vez llega el final, el último debe correr al principio de la fila. La tarea termina cuando llegan a la meta, el objetivo es llegar en el menor tiempo posible. Este ejercicio se puede realizar con dos o más grupos haciendo una carrera entre ellos.

Bandura (1997) define la eficacia colectiva como “las creencias del grupo en el conjunto de capacidades para organizar y ejecutar las líneas de actuación requeridas para producir los logros propuestos”. Con respecto a esta variable podemos observar equipos que, a pesar de contar con jugadores de mucho talento, no hacen una buena temporada y otros que a pesar de no tener deportistas de gran nivel hacen una gran temporada. Estas diferencias pueden ser debidas a la disconformidad en los niveles de confianza que presentan los jugadores del equipo con respecto a las capacidades colectivas.

Es más importante cómo se percibe la capacidad del grupo en conjunto que de forma individual. Es muy importante que los entrenadores conozcan las percepciones que tiene cada jugador. De esta manera podemos saber, por ejemplo, si hay deportistas que sienten que se esfuerzan más que el resto durante los partidos. Esto puede ir poco a poco desmotivándolos y afectar al juego del equipo. De este modo podremos ir conociendo cómo se percibe la eficacia colectiva y  coordinar y reforzar las actuaciones individuales de cada jugador.

“El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia ganan campeonatos” Michael Jordan.

El trabajo en equipo es crucial para el buen funcionamiento del mismo. Promovamos estos factores, no solo para obtener un mejor rendimiento, sino también para educar en la cohesión y la cooperación. Unidos todo es mejor.

Teresa López Allegue
Psicóloga de A.D. Judo Ferrolterra

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