Después del descanso del Middle Sunday, los representantes de la Armada que sobrevivieron a la primera semana tenían compromisos delicados en la cuarta ronda del torneo.
La primera en saltar a pista fue Garbiñe Muguruza, abrió el juego en la pista 2 ante la número uno del mundo, la alemana Angelique Kerber.
Las cosas no empezaron bien para Garbiñe, el primer set duró 42 minutos de intenso juego, la alemana no cedió ni un sólo punto de break, sólo cometió dos errores no forzados, por 15 de la española.
Un break al final de la manga le bastó a la germana. 6-4.
En el segundo set, las historia se repitió pero a la inversa. La tenista alemana no aprovechó sus oprtunidades y con en cuatro iguales, fue Garbiñe la que pudo romper el saque de su rival, apuntándose la segunda manga por otro 6-4.
Ya en la manga definitiva, las dos jugadoras jugaron a tumba abierta. Kerber se adelantó con dos a cero, pero Garbiñe se repuso y consiguió igualar.
Al final del set, Garbiñe puso toda la carne en el asador y después de dos horas de partido, consiguió su pase para los cuartos de final con otro 6-4. En los cuartos le espera la veterana rusa Svetlana Kuznetsova.
Peor suerte corrió Roberto Bautista, luego de derrotar al Japonés Kei Nishikori en un brillante partido, hoy tenía un hueso duro de roer en el croata Marin Cilic.
El tenista español no tuvo opciones de victoria, Cilic le rompió el servicio hasta en siete ocasiones en todo el partido, conectó 39 golpes ganadores por 12 de Roberto. También cometió menos errores, 19 por 21.
En una hora y 41 minutos cerró el partido por un triple 6-2.
El último en jugar fue Rafa Nadal, le tocaba el sacador y especialista en hierba, el luxemburgués Gilles Muller.
El partido empezó de cara para Muller, supo aprovechar su oportunidad de break y apoyado en su gran servicio, se apuntó el set por 6-3.
En el segundo más de los mismo, Rafa dispuso de dos bolas de break pero no pudo apuntarse ninguna. A Muller le salía todo y con una oportunidad de rotura le bastó para llevarse el set por 6-4.
Con las alarmas encendidas, Nadal hizo gala del coraje que le caracteriza. Sus porcentajes al servicio subieron y esta vez no cedió su saque, con sus típicas “Nadaladas” consiguió romper por fin el saque del cañonero y se llevó la tercera manga. 6-3.
Ya en los inicios del cuarto set, el público empezaba a corear el nombre de Rafa, implorando por la remontada.
Rafa sacaba el puño y luchó por seguir en el torneo, con su saque otra vez impecable, incluso haciendo mas aces que su rival, consiguió romper de nuevo y poner un 6-4 en su marcador.
El público enloquecía ya en el quinto y decisivo set. Los dos tenistas ya no condecían ventaja hasta el cinco a cuatro a favor de Muller, dispuso de dos bolas de partido con un 15-40 después de una doble falta de Rafa que dejó a todos helados. Rafa pudo salvarlas con un ace y otro buen saque y poner el cinco iguales.
El marcador llegó al seis iguales, en el quinto set no hay tie break, para ganar hay que ganar de dos juegos de diferencia. Fue entonces cuando Muller sacó la maquinaria pesada y dio a entender que su momento era este momento, que su momento era este quinto. La poca gasolina que le quedaba a Rafa se tradujo en una derrota, probablemente en una de las menos esperadas de su carrera, y en una de las que más le dolía a los aficionados. El quinto había dictado sentencia.
Imagen: One America News Network.
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