El corazón del deporte Más

¿Qué sabemos sobre los calambres musculares?

¿QUÉ SON LOS CALAMBRES MUSCULARES?

En los textos científicos se denominan con las siglas CMAE, que significa calambres musculares asociados al ejercicio. En definitiva, son espasmos musculares: contracciones musculares involutarias y repetitivas que ocasionan dolor y que se producen cuando el músculo se encuentra acortado en su longitud. Son más frecuentes en músculos biarticulares, aquellos que saltan en su recorrido dos articulaciones: isquiotibiales, recto femoral anterior o tríceps sural (gemelos) son los más afectados. Además de dolor, provocan rigidez, hinchazón e inflamación, que pueden durar hasta varios días. Normalmente suelen aparecer durante el ejercicio, pero también pueden aparecer después del mismo, hasta ocho horas después (como le ocurrió a Rafa Nadal en rueda de prensa en 2011, cuando ganó el US Open).

¿POR QUÉ SE PRODUCEN?

Al final, el objetivo del estudio de los calambres musculares debe ser el adquirir capacidad de prevenirlos y vencerlos para no comprometer el rendimiento deportivo. Pero, para eso, antes debemos conocer cuáles son las causas que los provocan para a partir de ahí combatirlos desde su origen. Existen varias teorías causales, sin ser ninguna completamente aceptada, habiendo en este momento todavía controversia sobre por qué se producen.

Tradicionalmente, se han asociado los calambres musculares a la deshidratación, en el sentido de una pérdida de agua y electrolitos a lo largo del ejercicio y a una falta de ingesta hídrica mientras se realiza. A favor de esta teoría está que se producen con más frecuencia a altas temperaturas y en humedad, sobre todo en meses de verano. En contra, ser conscientes de que también se producen en ambientes fríos. Hay estudios que no han conseguido demostrar mayor pérdida de volumen hídrico o peso corporal en individuos que tienen calambres con más frecuencia, ni tampoco déficit de electrolitos (sodio, potasio, cloro, etc).

La otra teoría extendida, y actualmente más aceptada, es la que explica el origen de los calambres musculares en el sistema neuromuscular. Se basa en un desequilibrio entre los estímulos de acción e inhibición en la unión de terminales nerviosas y músculo en la placa motora, produciéndose un déficit de inhibición que provocaría el espasmo. Esto ocurriría con mayor facilidad en el músculo fatigado, sobrecargado y agotado, estado más habitual cuanta mayor duración tenga el ejercicio y a cuanta mayor intensidad se ejecute. La fatiga necesaria para la producción de este mecanismo es diferente en cada atleta y puede estar influido genéticamente. En general, los estudios que apoyan esta teoría tienen mayor potencia científica que los que estudian la teoría de la deshidratación, aunque la teoría neuromuscular tampoco es perfecta.

Para terminar este apartado, comentar también que se ha encontrado mayor frecuencia de calambres musculares en deportistas que ya han tenido previamente, en actividad física de mayor intensidad y en aquellos con daño muscular previo. También se considera importante el descanso insuficiente tras el ejercicio y la falta de entrenamiento muscular como factores desencadenantes. Así, y como resumen, podemos concluir que los calambres se deben a una combinación de factores que ocurren simultáneamente bajo una serie de circunstancias fisiológicas específicas de cada atleta.

¿QUÉ HACER CUÁNDO SE ESTÁN PRODUCIENDO?

Debido a la incertidumbre en cuanto a las verdaderas causas que provocan los calambres, el tratamiento y la prevención no son completamente satisfactorios en este momento. Lo más ampliamente aceptado para combatirlos en la dolencia aguda es el estiramiento del músculo implicado, que suele estar acortado. Este estiramiento debe ser moderado, y con él, invocamos el estímulo inhibitorio que pueda frenar el espasmo. En cuanto a la teoría de la deshidratación, hay pocas bebidas deportivas que puedan aportar la pérdida de electrolitos que sufrimos al realizar la actividad física. Para incrementar el efecto, se recomienda aportar una pequeña cantidad de sal a las bebidas (aproximadamente 0,5-1g por litro). También se ha propuesto la aplicación de frío local sobre el músculo afecto, algo que no ha encontrado evidencia científica, estando más indicada la aplicación de calor.

¿CÓMO LAS PODEMOS PREVENIR?

El entrenamiento neuromuscular orientado a la resistencia y sobre todo gobernado por ejercicios pliométricos (basados en contracción muscular rápida y explosiva) es lo más indicado para disminuir la frecuencia de calambres. En cuanto a la hidratación, debe iniciarse como medida preventiva al menos una hora antes del ejercicio, y debe estar acompañada de una dieta equilibrada. La teoría de la deshidratación debe servirnos para evitar complicaciones más graves de la pérdida hídrica que pueden aparecer tras los calambres, como el golpe de calor o el déficit severo de electrolitos (como el sodio). También hay que ser cautos con la sobrehidratación, que puede provocar complicaciones graves. Por último, alertar sobre el deportista con calambres musculares severos y con frecuencia inusitada: podría indicar una enfermedad metabólica de base (Diabetes Mellitus, trastorno tiroideo), que debe ser estudiada y probablemente tratada.

Foto: MARCA.

BIBLIOGRAFÍA

  • Miller et al. Exercise-associated muscle cramps: causes, treatment and prevention. Sporth Health 2010;4:279-283.
  • Braulick KW, Miller KC, Albrecht JM, et al. Br J Sports Med 2013;47:710–714.
  • Miller. Rethinking the Cause of Exercise-Associated Muscle Cramping: Moving beyond Dehydration and Electrolyte Losses. Current sport medicine reports 2015;14:353-354.
  • Schwellnus et al. Increased running speed and pre-race muscle damage as risk factors for exercise-associated muscle cramps in a 56 km ultra-marathon: a prospective cohort study. Br J Sports Med 2011;45:1132–1136.

Sígueme en Twitter @Andres_QBF y a Sexto Anillo @SextoAnillo, en Facebook www.facebook.com/SextoAnillo y en Instagram @SextoAnillo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *