Seguro que muchos de vosotros habéis sido tachados de locos por amistades y familiares al hablar de las 24 horas de Le Mans pero lo cierto es que es más que una carrera muy larga, se trata de la máxima expresión del automovilismo, la carrera de las carreras. A continuación, desgranaremos todo lo que concierne a la 85ª edición de esta prueba.
Para empezar hablemos del escenario que acoge la prueba, el Circuito de la Sarthe. Un trazado semipermanente de 13.629 metros en propiedad del Automobile Club de l’Ouest(ACO) y que solo es utilizado para la prueba que nos atañe hoy. Para el resto de pruebas disputadas en esta localidad es utilizada una variante de este trazado, el Circuito de Bugatti, de 4.185 metros.
Este circuito lleva la exigencia de la prueba tanto como para pilotos, chasis y motores a otro nivel, como si estar 24 horas compitiendo no fuese suficiente. Sus largas rectas, el muro que no se aleja en ningún momento, un asfalto bacheado y sus frenadas convierten a esta en una de las pistas más completas del mundo.
Para este año una de las polémicas en cuanto al circuito es la distribución fija de las zonas lentas. Estas zonas serán 9 sectores del circuito en los que se implementará un límite de velocidad de 80km/h en caso de haber algún incidente en esa zona. Hasta el año pasado estas zonas iban variando en función del accidente que la provocase. El objetivo de este cambio es evitar que los coches lleguen a altas velocidades a estas zonas mejorando así la seguridad.
Para esta carrera tendremos 60 coches participando, divididos en cuatro clases. LMP1, LMP2, GTE Pro y GTE Am.
La primera y más importante, LMP1, consta de dos constructores oficiales, Porsche y Toyota, y un equipo privado, ByKolles. Esta categoría posee una normativa bastante limitada en la parte que atañe a los chasis pero ofrece una gran libertad en cuanto a los propulsores, que solo tienen limitaciones en la potencia(1000CV) y a los que se les exige un motor híbrido que no debe tener una capacidad para más de 8 megajulios y un sistema de recuperación de energía aunque sin límite en el número de cilindros.
Porsche, ganador en Le Mans 18 veces incluidas las dos últimas, monta un motor de 4 cilindros en V de 2000cc turboalimentado de más de 500CV y un motor híbrido que supera los 400CV además de dos sistemas de recuperación de energía, uno en frenos tipo KERS y otro para obtener la energía de los gases de escape similar al que se usa en la F1 actual. Por otro lado, Toyota, ganador de las dos primeras pruebas del campeonato pero con la espina de la más que amarga derrota del año pasado, usa un motor V6 BiTurbo y dos sistemas KERS, uno delante y otro detrás.
LMP2, posiblemente la categoría más disputada de las cuatro con 25 coches. Clase que este año ha sufrido una gran revolución en su reglamento técnico. Gibson con un V8 de 4,2 litros sin potencia híbrida se convierte en el único suministrador de motores lo cual reduce las diferencias entre los coches al chasis, cuatro suministradores distintos(Oreca, Ligier, Alpine y Dallara). Estos cambios han logrado una gran mejora en el rendimiento de estos prototipos, que han mejorado hasta 8 segundos en los test de Le Mans respecto al año pasado y que ya superan a los LMP1 en velocidad en punta. Esto último resultará un problema para los pilotos de la categoría máxima a la hora de doblar ya que tendrán que jugársela en las curvas.
En GTs la cosa cambia mucho ya que resulta muy difícil igualar los chasis y motores en esta categoría por lo que se lleva a cabo el Balance of Performance. El BoF, que también tiene la reducción de costes como unos de sus objetivos, consiste en lastrar o mejorar el rendimiento de los coches a fin de igualar el rendimiento. Para la carrera de este año, la organización ha utilizado como coche de referencia al Ferrari 488 por lo que al Ford GT, lo más cercano a un prototipo que se ha visto en la categoría, se le aumentará el lastre o se aumentará la presión del turbo o el diámetro de la válvula de admisión a los coches más desfasados como el Corvette.
Dada la igualdad que hay entre los coches de las distintas categorías, el set up es una parte clave para marcar la diferencia. Para lograrlo no solo es importante conseguir una puesta a punto que te dé buena velocidad punta sin sacrificar el paso por curva sino que además esta debe de adecuarse bien a los tres pilotos.
Los pilotos participantes serán 120 y tendrán que correr al menos 6 horas de la carrera para clasificarse y, como principal novedad este año y debido al calor, no podrán estar en pista durante más de 80 minutos seguidos. Esta nueva norma ha creado cierta polémica debido a como alterará a las estrategias. En LMP1, saliendo con el tanque lleno, se pueden hacer unos 45-50 minutos antes de volver al box, al ser 80 el máximo por piloto, los equipos tendrán que acortar sus stints ya que no podrán llegar a completar el segundo.
Poco más hay que saber de una disputadísima 85ª edición de las 24 horas de Le Mans que comenzará el próximo sábado 15 a las 15:00, hora local y española, en un fin de semana que, para variar, el calor no dará tregua y en el que no caerá ni una gota.
Imagen principal vía diariomotor.com
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