Opinión

Cánticos de ida y vuelta

Quitémonos las caretas y digámoslo de una vez. No existen mejores o peores aficionados según del equipo del que sean igual que no existen aficiones más educadas ni más sufridas que otras según su equipo sea considerado más o menos grande o tenga mayor o menor cobertura mediática. No, cada aficionado es un ente individual que siente y padece a su forma y en aficionados de un mismo equipo pueden sentir que un triple sobre la bocina es una jugada maestra del entrenador y del jugador y para otros una simple cuestión de suerte.

Es por esta misma razón por la que para algunos aficionados madridistas el hecho de que en el WiZink Center (antiguo Palacio de Deportes) el que se cantara el ya famoso cántico de “Era Campo Atrás” fue una especie de justicia poética, para otros una anécdota y para otros una metedura de pata. Repito, todos madridistas. No unos más que otros. Cada uno tiene su opinión y es más que respetable, igual que la que tengan el resto de aficionados de otros equipos sobre este u otros asuntos.

Una vez aclarado esto lo que si que hay que resaltar es la hipocresía con la que se está tratando este asunto y que tanto ha enervado a la afición del Madrid. Cuando en la Copa del Rey sucedió la famosa jugada, el cántico no tardó en surgir. Igual que cuando en 1979 el público presente en “El Molinón” empezó a cantar el “Así, así gana el Madrid” tras un supuesto favor arbitral al equipo blanco (y que posteriormente se convertiría en santo y seña del buen juego madridista), los presentes en el Buesa Arena empezaron a entonar el “Era Campo Atrás”.

En ese instante, ningún madridista (o al menos no de forma mayoritaria) se enfadó porque el resto de aficiones apoyaran al Andorra y criticaran un claro fallo arbitral. Igual que nadie debería haberse enfadado si el público blanco les hubiera respondido con un “Cinco segundos más”, en clara referencia a la violación de cinco segundos cometida por el equipo de Joan Peñarroya en la jugada anterior. De hecho, el único enfado de la afición blanca en aquella Copa del Rey fue cuando este cántico fue entonado no por unos aficionados rivales sino por unos comentaristas que, en principio, deberían ser adalides de la objetividad y durante esta temporada están demostrando ser todo lo contrario cuando el que juega viste de blanco.

Pues bien. Si en aquel momento a ningún medio de comunicación ni a ningún gurú del baloncesto les pareció mal que siete aficiones utilizaran ese cántico para meterse con una sola, es completamente increíble que ahora cuando la que la usa es la que, en principio, fue agredida, sí que de forma generalizada se entienda que es un símbolo de prepotencia y de no saber ganar. Esto es una auténtica falta de coherencia, ya que si para unos este cántico no es más que poner un poco de picante a la salsa de nuestro baloncesto (cosa que yo, personalmente, comparto), cuando ese mismo cántico se utiliza de vuelta el significado debería ser exactamente el mismo, sea quien sea el aficionado que lo utilice.

Pero aquí no acaba la cosa, aún más increíble resulta que se destaque esa falta de generosidad para con Andorra (¿?) y sin embargo en ningún lugar salga publicado que el conjunto de Joan Peñarroya fuera despedido del Palacio con una sonora ovación reconociendo el temporadón que han realizado los del Principado.

Ustedes pueden estar de acuerdo (o no) conmigo. Pueden compartir (o no) mis palabras, pero lo único que les pido es que las juzguen en función de lo que se dice y nunca del equipo al que, presuntamente, puedan creer que defiendo y, que por supuesto, no las tomen como un mensaje de la afición de ese mismo equipo ya que, como he dicho antes, cada aficionado tenemos nuestra propia opinión y podemos tener pensamientos opuesto aunque ondeemos la misma bandera.


Síganme en @jmcanasv y sigan toda la información relativa al baloncesto en @SextoAbasket así como toda la actualidad deportiva general en @SextoAnillo, en http://www.facebook.com/SextoAnillo o en el perfil de Instagram: SextoAnillo.

Foto destacada vía:  Realmadrid.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *