Antes de empezar, quiero agradecer que nos haya dedicado unos minutos y felicitarle en nombre de todo el equipo de SextoAnillo por el campeonato Europeo sub-17 ganado en Croacia.
Santi Denia es actualmente el seleccionador español sub-17. Formado en las categorías inferiores del Albacete, la temporada 92/93, con solo 18 años, dio el salto del juvenil al primer equipo, convirtiéndose así en el jugador más joven de la categoría esa misma temporada. Tres años más tarde, en julio del 95, firmó por el Atlético de Madrid y consiguió, en su primera temporada como colchonero, un histórico doblete. Tras perder protagonismo en el equipo madrileño, regresó a Albacete. Con el equipo manchego descendió a Segunda División. No obstante, rechazando ofertas de Estados Unidos, decidió capitanear al equipo una última campaña, antes de sufrir una lesión que le obligó a retirarse como profesional.
Fue internacional en dos ocasiones, ganando ambos partidos: ante las Islas Feroe y Suecia. Pasó por el banquillo del Atletico de Madrid junto a Abel Resino, así como por la dirección deportiva. Completó su carrera en el Atleti dirigiendo durante una temporada al Atlético Madrileño. En julio de 2010, el año dorado del fútbol español, se hizo cargo de la selección española sub-16 y, un año después, comenzó a dirigir la sub-17. Ha dirigido desde entonces y hasta la fecha esa selección, con la que ganó su primer Europeo el pasado viernes 19 de mayo, en Croacia. Al mando de esta selección, también fue subcampeón de Europa. Como segundo entrenador, ganó dos europeos con la sub-19 y uno más con la sub-21.
Pregunta: Debutó como jugador, a los 18 años, en el Estadio Carlos Belmonte ante el Sevilla. ¿Qué recuerdos guarda de ese partido?
Respuesta: Muy buenos. Aunque el partido se perdió 3-4, guardo recuerdos muy buenos porque es el sueño de cualquier niño: poder debutar en el equipo donde te has formado y hacerlo en Primera División.
P: ¿Cuál fue el entrenador que más le marcó durante su carrera?
El primero, Julián Rubio. Porque me hizo debutar, me hizo ser futbolista. Quizá también Luis Aragonés por su manera de ser pero, sobre todo, Julián Rubio.
P: ¿Qué es lo mejor de ser seleccionador español sub-17?
R: Poder trabajar con los mejores jovenes, poder vivir experiencias al máximo nivel tanto europeo como mundial. Soy un privilegiado de poder trabajar en la RFEF.
P: ¿Tuvo que pensárselo mucho para aceptar el cargo de seleccionador, o fue una decisión relativamente fácil?
R: Cero. Tenía otras opciones para seguir trabajando pero, cuando Fernando Hierro me llamó, le dije que sí sin dudarlo.
P: ¿Cómo es una semana del cuerpo técnico de la selección sub-17? ¿Qué métodos, si se pueden explicar, se utilizan para el ojeo de jugadores?
R: Cuando estás en competición, como estamos todos los seleccionadores con todas las selecciones, normalmente tenemos entrenamientos todas las semanas de lunes a miércoles . Cuando no hay entrenamientos, viajamos para ver a las selecciones territoriales y para observar a cadetes y juveniles de primer año, sobre todo. El fin de semana vemos los partidos de los jugadores con sus clubes. De este modo, descubrimos la sub-16 y hacemos un seguimiento para la sub-17.
P:Selección española sub-17. ¿Formación o rendimiento?
R: Está claro que se encuentran en una edad de formación, pero cuando hay competición oficial lo que buscas es rendimiento y resultados. No tanto como pueden tener en la sub-19 o la sub-21, pero sí que tiene una parte de rendimiento dentro de la formación.
P: ¿Quién marca el estilo de juego de la selección? ¿La RFEF o cada cuerpo técnico?
R: Hay una línea marcada muchos años atrás por la federación, y los seleccionadores nos adaptamos a esa idea de juego. Pero, al final, el que te hace jugar de una manera o de otra es la elección del jugador. Está claro que, si buscas jugadores con talento y con buena idea de juego, vas a jugar bien.
P: ¿Cuál es la mejor experiencia que ha vivido con la selección?
R: He tenido muy buenas experiencias. En general, todas las experiencias aquí en la federación son extraordinarias. Desde la primera sub-16, con la que estuve de torneo en Azerbaiyán, pasando por los europeos sub-19, los europeos sub-21, que son de máximo nivel, hasta los dos últimos europeos sub-17 en los que hemos llegado a las dos finales han sido unas competiciones extraordinarias, de máximo nivel y de disfrutarlas mucho.
P: ¿Y la peor?
R: Quizá sea alguna eliminación de la sub-17 con generación de Mundial o, estando como segundo entrenador, con otra generación de Mundial, que eso es muy importante para la Federación.
P: ¿Qué características debe tener una selección para proclamarse campeona de Europa?
R: Tiene que defender, atacar, hacer las transiciones muy bien y tiene que tener una pequeña dosis de suerte, necesaria para ser campeón. También se necesita una buena dinámica de grupo, porque al final no son solo los 18 jugadores, hay 30 personas que componen una delegación y conviven durante un mes 24 horas al día; la dinámica tiene que ser positiva, para que todo el mundo sume. No todo es lo que pasa dentro del campo.
P: ¿Cree que la mejor manera de ganar un título tan importante es como lo hizo esta selección (empatando al final del encuentro y ganando la tanda de penaltis)?
R: No. Está claro que no. Y tampoco lo buscábamos así. Me acuerdo de la última generación que ganó el europeo sub-17. Fue en Turquía y ganó a Francia 4-0 . Está claro que prefiero ganar así, con buen juego y sin sufrir tanto; pero los partidos, como las finales, son muy igualados y estamos encantados de que se dieran así, aunque preferimos ganar antes de los penaltis.
P: ¿Es difícil juntar a jugadores tan jóvenes de distintos equipos y con tanto futuro para conseguir ganar el europeo?
R: Este es nuestro trabajo. Intentamos hacer, con el poco tiempo que convivimos, que sean un equipo. Y que lo sean con todas las consecuencias. Normalmente, son 18 jugadores titulares con sus clubes y aquí solo pueden jugar 11. Todos tienen que sumar y apoyar al jugador que está jugando. Y ese es nuestro trabajo: unir al grupo para que vaya en una misma dirección; y, cuando las cosas no funcionan, esos detalles van sumando para conseguir sobreponernos a una mala situación.
P: ¿Es difícil conseguir que esos jugadores tan jóvenes y que han jugado tan poco juntos se entiendan en el campo?
R: Esta es otra de las tareas de un seleccionador. Pero al final, los jugadores buenos, con talento y calidad, que entienden el juego, cuando les juntas se suelen entender rápido. Como técnicos, marcamos unas directrices y una manera de jugar, pero tenemos muy pocos días de entrenamiento para prepararlo y es una de las labores más importantes que tenemos como técnicos.
P: ¿Cuenta con un psicólogo en el staff?
R:No.
P: ¿Le gustaría contar con uno?
R: Me parece una persona muy importante. Desde que era juvenil, cuando Benito Floro fue uno de los pioneros en contar con psicólogos en el staff y trabajábamos con ellos en la cantera; guardo buenos recuerdos de esa figura del cuerpo técnico. Me gustaría contar con uno porque creo que sumaría, pero es una decisión que no me corresponde a mí.
P: ¿Cómo definiría la situación de las canteras de los clubes españoles?
R: Cada vez se invierte más en cantera porque los clubes ven que todo lo invertido en cantera acaba saliendo barato porque, por cada jugador que llega al primer equipo, rentabilizas un año de la cantera. A eso se le suma que la formación de los técnicos españoles está siendo muy buena. A nivel de formación, creo que es espectacular. Cuando le dices algo a un jugador en la selección, ya le suena de su club; y eso es una ventaja para nosotros. Las canteras españolas están trabajando fantásticamente.
P. ¿Destacaría alguna en especial?
R: No. Todas tienen su propia ideología. No es lo mismo trabajar en la cantera del Albacete que en la del Barcelona. Al final, se acaban adaptando unas a otras y todas tienen sus características, que no son ni mejores ni peores.
P: ¿Un consejo para alguien que empieza ahora su trayectoria como entrenador de fútbol base?
R: Primero que disfrute. Que le haga ver al futuro jugador que lo más importante no es ganar, lo más importante es una formación en valores. Que tiene que respetar al compañero, que debe esforzarse mucho porque todo cuesta mucho, que tiene que trabajar muy duro y que cada día debe aprender algo nuevo.
P: ¿Cómo cree que deberían ser las escuelas de fútbol? ¿Formacionales o educativas?
R: Educativas. Está claro que las escuelas siempre tienen que ser educativas. También de formación, pero no siempre todo vale para ganar. Debemos compaginar lo formacional con lo educacional.
Imagen destacada: Jesús Aguilera – Diario AS
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