Sin duda es lo que pensaban los aficionados que acudieron al municipal de Butarque a presenciar el último partido de esta temporada en la Liga Santander entre el Leganés y el glorioso Alavés.
Ambos conjuntos llegaban a la jornada trigésimo octava con los deberes hechos. El Leganés gracias a su empate ante el Athletic la jornada anterior, certificaba su presencia en la máxima categoría del fútbol español una temporada más. El Alavés ya la obtuvo jornadas atrás, y se plantaba en el sur de Madrid con la cabeza puesta en su meritoria clasificación para la final de copa del próximo fin de semana.
Dos recién ascendidos que han firmado una excelente campaña, cumplido así con lo que sus aficionados soñaban al comienzo del campeonato.
La celebración ya se vivía desde antes de entrar al estadio, con una fan zone próxima a Butarque. Se preveía un partido tranquilo, sin más necesidades en ambos conjuntos que escalar un puesto en la tabla, y recibir así algún ingreso extra por ello, tal y como se viene comentando tanto en las últimas jornadas.
La alineación de los locales era anunciada a través de la megafonía por el pequeño Daniel, un niño de siete años que ganó un concurso realizado por el club con motivo del “día del niño pepinero”. Un simpático gesto que la grada coreó con aplausos.
En la primera parte poco o nada se puede destacar, salvo un gol anulado a Santos por un fuera de juego inexistente. Lo más interesante pasaba en la grada, donde los aficionados pepineros disfrutaban haciendo la ola al grito de “el Lega es de primera”.
En la segunda mitad, según bajaba el calor crecían las ocasiones. Los visitantes dominaban el juego aun sin generar gran peligro. La más clara sin duda fue la que acabó en gol, cuando en el minuto 64 Krsticic encontró su premio, cabeceando al fondo de la red un centro de Feddal.
En ese momento se vieron los mejores minutos de fútbol de todo el encuentro, Nereo Champagne, el arquero del Leganés en el día de hoy, desbarataría con una gran intervención la siguiente ocasión que dispuso el Alavés. Por su parte, Pacheco repelió de manera meritoria un disparo de Bueno. Y cuando el tiempo estaba próximo a agotarse, en el minuto 88 apareció Timor para lanzar un disparo desde treinta metros con su pierna zurda, potente, colocado y con efecto, imposible para Pacheco. Un gol de bella factura que pasará a la historia del Lega por ser el que cierra su primera temporada en la élite, una temporada de ensueño.
Pitido final y celebración de la permanencia de los locales, que salieron uno a uno al centro del terreno de juego según los iba mencionando el speaker (esta vez el titular, y no el pequeño Daniel) a través de la megafonía, mientras sonaba la banda sonora de “Misión Imposible” y con el lema de “Misión Cumplida”. Y es que imposible parecía que el conjunto con el presupuesto más bajo de la categoría, consiguiera meter a tres equipos debajo de él en la tabla clasificatoria para así poder salvarse.
Ficha Técnica:
Estadio Municipal de Butarque, 10.900 espectadores, lleno.
C.D. Leganés 1: Champagne; Diego Rico, Siovas, Pablo Ínsua (Mantovani ’45), Víctor Díaz; David Timor, Alberto Martín (c); Szymanowski (Luciano Neves ’70), Gabriel (Bueno ’73), El Zhar y Guerrero.
D. Alavés 1: Pacheco; Raúl García, Feddal, Vigaray, Kiko Femenía; Ibai (Katai ’79), Krsticic (Torres ’81), Llorente, Camarasa; Santos y Sobrino (Edgar ’61)
Goles: 1-0 min. 65 Krsticic, 1-1 min. 88 David Timor.
Árbitro: José Luis González González (colegio castellanoleonés) amonestó con tarjeta amarilla a Raúl García (’45) por parte de los visitantes, y no mostró ninguna tarjeta para el conjunto local, prueba de la poca disputa de balón que hubo durante todo el encuentro.
Foto imagen destacada: www.deportivoleganes.com
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