Todo comienza cuando nuestro Real Zaragoza se clasifica para jugar la Recopa de Europa hace hoy 22 años.
Mi padre trabajando en Valencia comentó con sus compañeros de trabajo medio en broma, medio en serio, que si el Real Zaragoza llegaba a la final, allí se presentaría.
Al oír estas palabras, un compañero y amigo suyo sin pensárselo dijo que se iría con él, si ocurriera eso, aun siendo del Barcelona, pero también teniendo un cariño especial a los nuestros.
El equipo pasa la primera eliminatoria, y va el aparejador y encargado de trabajo a felicitarle, pues sabía de su sentimiento zaragocista y al comentarle la idea, aunque se sorprendió, vio la ilusión en su rostro y no tardó en reaccionar y colaborar de una forma espectacular y directa por su parte, demostrándole su afecto hacia él, como persona y trabajador. Ya que le ofreció tres días libres para realizar el viaje.
Iban pasando las eliminatorias, y mi padre y su compañero iban creyendo en que esto se podía hacer realidad. Así hasta la última y definitiva eliminatoria, donde también salieron victoriosos de la misma, por lo cual ya empezaron a ver cómo y de qué manera se podían presentar en París. Bueno al final lo tuvo que mirar mi padre, ya que el que iba a ser su acompañante lo paró en seco su entonces novia, alegando que si se iba a ver la final se despidiera de ella para siempre. Por tanto aunque parezca raro y un tanto inusual, tuvo que decidir rápido y creo que mal, para mi forma de pensar, ya que al poco tiempo se casó y a día de hoy están separados. Esto resultó ser solo una anécdota.
Empezó a estudiar posibilidades de cómo poder estar en la final, como iba a ir, si solo, acompañado, en avión, tren, autobús, con su coche, etc… Pero el Sr Luis Calvo, que fue la persona que le dejó salir del trabajo, puesto que era su encargado, le comentó que se acercara al Centro Aragonés de valencia y que preguntara allí, ya que él pensaba que de este podrían salir algunas personas con el mismo destino que él. Y así fue, se presentó y el mismo día conoció a Pablo, nuestro actual presidente de la Peña Zaragocista José Luis Violeta de Valencia, Mario Saldaña, Jaime, etc… Y para sorpresa de él, de allí partiría un autobús con entradas incluidas. Viendo su zaragocismo enseguida contaron con el, lo cual siempre estará agradecido a estas personas.
Así que llegado el día, partió rumbo a Francia con mucha alegría e ilusión que luego se convertirían en un éxtasis total en el regreso a Valencia. Por haber conseguido el triunfo más importante de la historia con nuestro Real Zaragoza.
Una vez allí y en la Torre Eiffel que fue la zona donde les dejaron a todos los miles de zaragocistas, se junto con Víctor, miembro actual de la Peña Zaragocista y Jesús, dueño del Bar el Pilar en Valencia, con los que pasaría gran parte del tiempo esos días. Después de comer y pasar unas horas de mucho zaragocismo por aquellos alrededores, la policía francesa les condujo con una organización perfecta y sin ningún tipo de peligro hasta el campo que marcaria su vida para siempre.
Ya dentro del estadio Parque De Los Príncipes y como si de un sueño se tratara, comenzó el partido contra un Arsenal que en aquellos momentos era uno de los mejores equipos de Europa, pero que el Real Zaragoza estaba dispuesto a pelear de tu a tu a su rival como hasta el final se demostró. Tanto fue así que el primer gol lo marcaron los maños en el min 68 (Esnaider), aunque siete minutos después igualaría el encuentro el Arsenal para así llegar al final del mismo. Comenzó la prorroga y podía pasar de todo pero llego Nayim en el último minuto de esta y con un auténtico golazo, que dio la vuelta al mundo desde 45 metros, nos regaló el titulo más importante conseguido por el Real Zaragoza en toda su historia.
Este maravilloso gol, lo pudo vivir en directo justo detrás de la portería de Seaman, guardameta este que estaba muy adelantado y que cuando vio salir el balón del pie de Nayim, ya intuía mi padre según me contó de mas mayor, que no llegaría a detenerlo, aunque si llego a tocarlo con la punta de los dedos.
A partir de ahí, toda una fiesta tanto en el campo como fuera o en Zaragoza. No tenían previsto ir a la ciudad del Ebro, pero al conseguir el título, todos estaban de acuerdo en desplazarse a Zaragoza para recibir en la Plaza del Pilar a esos magníficos jugadores que tanto habían peleado por llegar hasta ahí y conseguir la Recopa para compartirla con el resto de aficionados, que esta vez si llenaron la Plaza del Pilar como tocaba.
Quedo impresionado por el ambiente y el recibimiento que la afición hizo a la llegada del equipo a Zaragoza, pues jamás había visto tantos miles y miles de aficionados de zaragocistas juntos.
Después de todo esto, solo quedaba regresar en el autobús que era una locura con todos cantando, comentando el partido y todo lo vivido, y como no zarandeando a nuestro aficionado más pequeño Fernandico (hijo de Pablo) que iba de una punta del autobús a otra sin tocar suelo, algo que hoy parece una barbaridad pero que fue así.
Con muchísimo cansancio pero todavía con fuerza, llegó a Valencia. De ahí se cambió de ropa y se marchó al trabajo, para después de este hacerse 70 km para recogerme a mí y a mi madre que estábamos en casa de mis abuelos. Ella siempre me ha dicho que mi padre las primeras palabras que dijo al llegar fueron: ¡ya me puedo morir tranquilo! aunque apenas se le escuchaba, ya que de tanto animar a nuestro equipo se quedó totalmente afónico. Y de ahí a casa, a descansar, con el orgullo de haber podido conseguir y disfrutar del triunfo más grande e histórico conseguido por nuestro equipo, como es: la Recopa de Europa.
Y para terminar solo decir que la única “tristeza” de este triunfo por su parte, fue la de no llevarme, ya que hoy dice que soy igual de zaragocista o más que el. Él se siente mal porque siempre le recrimino que no me haya llevado, a lo que el me contesta siempre que lo consideraba una locura como padre, porque tan solo contaba yo con un año y medio de vida para hacer un viaje de esas características, aunque reconoce que le hubiera encantado vivir esos momentos conmigo.
Gracias a los comentarios de mi padre y a las posibilidades que he tenido de ver esta final entera en vídeos, me doy por realizada, aunque nunca podrá sustituir a algo que me hubiera gustado vivir presencialmente.
Después de esta vivencia y relatada con mucho orgullo, ¿alguien cree que me voy a bajar del carro porque mi Real Zaragoza en estos momentos este pasando por la peor época deportiva de su historia?
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