Tres derrotas consecutivas han hecho al Lugo alejarse del sueño de Playoff, que si bien no es imposible se antoja harto complicado. Quedan 15 puntos en juego y los lucenses están a siete de la sexta plaza, última que da derecho a la promoción. Con ese sueño dejado un poco de lado, ¿ahora qué?. Pues ahora mismo, aunque sin alarmas, el equipo está más cerca del descenso que de la promoción.
Tras la derrota en Tenerife, tercera consecutiva, algunos son los que empiezan a alertar de que hay que mirar hacia abajo. El descenso está a seis puntos y con 15 en juego hay que empezar a reaccionar si no se quiere vivir una situación similar a la del Elche que pasó de luchar codo con codo con el equipo amurallado a verse avocado al borde de la zona roja con la que está empatado a puntos tras cuatro derrotas consecutivas.
La derrota en el Heliodoro sin duda despertó a todos los seguidores albivermellos del sueño que venía rondando desde el gran inicio de curso, la promoción de ascenso a Primera. Una vez despiertos y conscientes de la realidad, tocaba ver que en un campeonato de lo más igualado el mínimo fallo puede suponer caer al pozo.
Más allá de los puntos y las cuentas de la lechera, en Lugo preocupa el juego. En Vallecas y ante Girona el equipo no ofreció su mejor versión. Al equipo le cuesta hilar el juego y así difícil se puede competir con los de arriba. Este domingo fue un partido más exigente en el que algunos volvieron a brillar por su ausencia a pesar de estar sobre el césped. Además, la retirada de Joselu, sobre la que aún no se sabe el alcance de sus molestias, fue un duro golpe teniendo en cuenta además que quien salía a sustituirle apenas ha sido convocado este curso.
Volviendo a lo que nos ocupa, el Lugo no puede permitirse ni un despiste más o la Segunda B asomará la patita. Este domingo a las 12 se recibe a UCAM, primer partido para enmendar el entuerto y respirar un poco de tranquilidad. Las visitas a Numancia y Huesca se antojan complicadas, al igual que la última jornada en Santo Domingo ante un Alcorcón que puede jugarse la vida. En casa quedaría, además del de este domingo ante los universitarios, la visita del Levante que ya no se juega nada más que su pistolero, Roger, sea el pichichi y acabar una temporada batiendo algún récord más.
Poco importan los objetivos de los demás cuando uno depende de sí mismo y lo que tiene que hacer es dar el 100% y no aflojar porque lo que está en juego no es moco de pavo.
Foto: laliga.es
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